El bajón de Reggie Jackson preocupa a OKC
Su rendimiento ha bajado los últimos 10 partidos
Oklahoma City Thunder por fin, ha conseguido llegar a la marca del 50% de victorias. Han hecho falta 34 partidos (17-17), por lo que cada partido a partir de ahora será determinante para el futuro de los Thunder en la postemporada. La culpa la han tenido las lesiones, que han impedido que Scott Brooks dispusiera de la plantilla al completo hasta hace una semana. Considerando las circunstancias, OKC ha hecho un gran trabajo.
Steven Adams sigue mejorando y se ha convertido en un defensor muy fiable y en un buen anotador en el poste bajo. Si bien las estadísticas pueden no mostrar el segundo aspecto, no puede negarse la mejora de Adams. Kendrick Perkins también se ha bien adaptado a su rol desde el banquillo y Scott Brooks le está sacando partido. Además, tanto Perry Jones como Ish Smith han disfrutado de más minutos de los esperados y los han aprovechado ayudando a los Thunder cuando más los necesitaban. Con un Westbrook jugando a nivel MVP y el retorno de un espectacularmente efectivo Kevin Durant tras su lesión, no todo son luces en Oklahoma City.
La sombra es bajón de rendimiento que ha padecido Reggie Jackson. Es indiferente el deseo, por todos conocido -y entendido, visto sus capacidades- de ganar más protagonismo, o los rumores, que surjan, pues lo que es relevante es su aportación al equipo hasta final de temporada (cuando se convierte en agente libre restringido). Con el retorno de Westbrook, obviamente, sus números han bajado: de 20 puntos por encuentro a 15. Algo esperado. Russell y Kevin son los mayores anotadores del conjunto y los otros jugadores deben ayudar con su contribución ofensiva. Sin embargo, los últimos 10 partidos de Jackson son muy preocupantes para las aspiraciones al anillo de los Thunder. Su anotación ha bajado a 13 puntos de media, con un mal porcentaje de tiros de campo que baja del 40% y un lanzamiento de tres -que ya no era precisamente bueno- aun peor. Si bien las estadísticas no revelan todo -como dice la frase tan conocida, «las estadísticas son como los bikinis. Permiten ver mucho, pero te ocultan lo más importante»-, últimamente el juego de Reggie ha dejado mucho que desear.
Es muy pronto para empezar a pedir un traspaso; Reggie es muy importante en las esperanzas de PlayOffs y campeonato que tienen en Oklahoma City. Sin embargo, algo tiene que cambiar. La temporada pasada se vio claro que OKC no ganaría el anillo por muchas razones -entre ellas el cansancio del MVP Kevin Durant-. Este año eso no debe ser un problemas teniendo en cuenta la cantidad de partidos que KD se ha perdido por su lesión. En cambio, podría pasarle a Westbrook si tiene que jugar cada vez más minutos por la falta de solidez de Reggie. Pese a las buenas sensaciones de Ish Smith, Brooks no le dará más minutos. Jackson debe reponerse y olvidar -para bien, es decir, para no repetirlas- sus últimas dos semanas en las cuales ha rendido a un nivel bastante bajo.
Durante ese tiempo, ha habido algún partido en el que Reggie lo ha hecho bien ofensivamente. Viene a la memoria el partido ante Dallas, con 21 puntos en 10-17 en TC. Nada mal. Pero aun ese encuentro, los Thunder perdieron en gran parte por una de sus últimas jugadas en la que retuvo el balón toda la posesión y se jugó un mal tiro. La inconsistencia es el peor enemigo de Reggie en este punto.
Esta noche los Thunder jugarán ante los Warriors en el partidazo de la noche. Reggie Jackson puede utilizar el encuentro como un trampolín para el resto de la temporada. Si se mantiene vacilante como estas dos semanas podemos encontrarnos ante una larga Regular Season y unos cortos PlayOffs. Conociendo su esfuerzo y su buena mentalidad, debemos darle el beneficio de la duda y asumir que Reggie va a volver fuerte de nuevo. Con toda la plantilla disponible, los Thunder serán un duro adversario para cualquiera; con un Reggie a buen nivel liderando la segunda unidad se luchará por el anillo.