Cuando Kevin Durant no es suficiente
Analizamos el papel de Scott Brooks en OKC

Es uno de los temas del momento en Oklahoma City, el entrenador, Scott Brooks, está más en entredicho que nunca para los aficionados de los Thunder y más tras los dos últimos partidos frente a Atlanta Hawks y Cleveland Cavaliers.
No es nada nuevo que a los aficionados no les guste Scott Brooks pero, a pesar de todo, nunca ha peligrado seriamente su puesto como entrenador principal de OKC. En las dos últimas temporadas parece haberse librado gracias a tener la disculpa de las lesiones, de Ibaka durante los dos primeros partidos en las finales de conferencia, y de Westbrook la temporada anterior tras el fatídico choque con Beverley y que comenzó su calvario de lesiones que parecen ya cosa del pasado.
Pero, ¿Es razonable el enfado de la afición con Brooks o es fruto de la delicada situación del equipo?
Como pasa habitualmente, del entrenador solo se habla cuando se pierde y pasa, en la mayoría de casos, desapercibido en las victorias, pero el caso de Brooks parece no ser un caso de enfado por derrotas si no por el hartazgo de una afición que está cansada de ver como su equipo no ha progresado tácticamente desde que Scott Brooks se hizo cargo del equipo.
Si hay algo que se le debe reconocer, ha sido su capacidad de hacer explotar a grandes talentos jóvenes, a pesar de que en las últimas temporadas, a la hora de la verdad, los dejaba de lado.
Son varios los puntos en los que la mayoría de fans de los Thunder coinciden en reprocharle a Scott Brooks:
- Su empeño en el escolta defensivo.
Cuando parecía que los Thunder iban a contar (al fin) con un quinteto formado, completamente, por jugadores con capacidad de anotar, Brooks volvió a sorprendernos colocando en el quinteto titular a Roberson, jugador que la temporada pasada solo se vestía de corto en caso de lesión de algún compañero.
Roberson ha pasado de no jugar a promediar esta temporada 21 minutos por partido en los que aporta 3,9 puntos, 3,4 rebotes y 1,2 asistencias por encuentro.
Se trata de un jugador que aporta todavía menos al ataque que su antecesor, Thabo Sefolosha. Su aportación se reduce a algún que otro mate por partido pero a la hora de lanzar es uno de los peores del equipo, los rivales le “flotan” por el poco peligro que supone dejarle lanzar solo y tampoco dudan en hacerle la falta dado su paupérrimo porcentaje de acierto en los tiros libres (47,6%).
Con la llegada de Dion Waiters, Roberson, está viendo como se reducen sus minutos de juego, pero no totalmente, el sacrificado por Scott Brooks ha sido Jeremy Lamb, otra de las decisiones recriminadas por muchos.
¿Realmente necesita OKC un especialista defensivo en el quinteto titular? Y más viendo que Dion Waiters tiene una capacidad defensiva importante.
- Poca elaboración en el juego de ataque.
Uno de los datos demoledores en este aspecto es que, Oklahoma City Thunder es uno de los peores en números de asistencias por partido de la NBA en el puesto 28 del ranking. Este dato debería de considerarse inadmisible en un equipo cuyo objetivo es lograr el anillo.
Los jugadores hacen la guerra por su cuenta y se encomiendan al talento de Kevin Durant y Rusell Westbrook. Ante los equipos de la mitad baja de la clasificación el talento de los anotadores de OKC es suficiente, pero ante los equipos grandes el equipo está pagando la falta de ideas en ataque, a pesar de la clara mejoría en el número de asistencias de Rusell Westbrook.
Este punto es uno de los que más urge mejorar y en el que muchos ven que la única solución es un cambio de entrenador, con ideas nuevas y que sepa aprovechar al máximo el talento de la plantilla de los Thunder.
- Jugadas poco efectivas en los minutos finales.
Otro de los temas que más enfada a los aficionados son las pocas jugadas que tiene el equipo, sobre todo para los finales de partido apretados.
Hasta el momento este problema no destacaba demasiado, la sensación era y es que la única jugada de Scott Brooks es la de dársela a Kevin Durant y que él se busque la vida. La única alternativa a esta jugada parece ser dársela a Rusell Westbrook y los entrenadores contrarios son conscientes de ello, por lo que centran sus defensas en cubrir a las dos estrellas de OKC, lo que ha terminado en varias ocasiones con perdidas de balón que valen un partido.
Durante la ausencia de KD este problema se hizo muy evidente, la mayor parte de los partidos igualados del principio de la temporada terminaban con derrota para Oklahoma City Thunder, en gran parte, por culpa de no ser capaces de anotar en los segundos finales por culpa de jugadas muy previsibles y simplistas.
- Ausencia de un plan B.
Hay partidos en los que el entrenador se convierte en el jugador más importante, esos partidos en los que gente como Popovich se saca de la manga un cambio que nadie se esperaba y el entrenador rival deba mover ficha para contrarrestar dicho cambio, o esos momentos del partido en los que el rival está remontándote el partido pasándote por encima como un autentico rodillo. Esos momentos son otros de los puntos flacos de Scott Brooks.
Lo hemos podido ver en el último partido frente a los Hawks, en el que el conjunto de Atlanta pasó por encima de los de Scott Brooks en la segunda mitad, gracias a un gran planteamiento táctico de su entrenador que, como muchos otros, mostró la ausencia de capacidad de reacción del entrenador de OKC.
También pudimos ver como en los pasados Playoff, en la eliminatoria frente a Memphis, Brooks se vio contra las cuerdas al ver como Tony Allen era capaz de frenar a KD y así frenar el ataque de los Thunder. Si no llega a ser por la gran explosión de Rusell Westbrook en esa eliminatoria, muy probablemente el equipo no habría pasado de la primera ronda.
Vistos todos estos puntos, parece lógico el hartazgo de los aficionados de los Thunder con su entrenador, sobre todo tras ver que el equipo es incapaz de encadenar una buena racha que le permita entrar en los puestos de playoff.
¿Será capaz de corregir estos fallos Scott Brooks o la única solución es la llegada de un nuevo entrenador que cambie el rumbo del equipo? Solo el tiempo, y Sam Presti lo dirán.