Ayer, paralelamente al All-Star Game de la NBA (jugado en el Madison Square Garden) se jugaba el All-Star de la NBA Development League, la liga de desarrollo que tiene en su haber a los filiales de las franquicias NBA. Este All-Star se jugó en el Barclays Center, hogar de los Brooklyn Nets. Con una audiencia de 7.357 personas, además del partido se jugaron los concursos de mates y triples. Anteriormente en SomosBasket hemos anunciado quien formaba parte tanto del partido, como de los concursos.
La jornada comenzó con el concurso de triples. Los dos protagonistas fueron Seth Curry, «el hermanísimo», y Jarell Eddie, escolta de los Austin Spurs. Ambos llegaron a la final superando los 20 puntos anotados en sus respectivas primeras rondas (Curry anotó 21 y Eddie 24). Las expectativas para la ronda final eran altísimas, pero Jarell Eddie no dio opción merced a sus 25 puntos. Seth Curry finalizó con 15, y el escolta de los Spurs fue nombrado vencedor.
A pesar de que tanto Kevin Olekaibe como Eric Griffin hicieron mates espectaculares, el concurso de mates tuvo dos nombres propios: Thanasis Antetokounmpo, «The Greek Freak», y Jarvis Threatt. El 360º de Antetokounmpo fue poco menos que excelente plásticamente, pero Threatt se exhibió con un repertorio de mates digno de un concurso NBA, y se llevó el gato al agua.
Los mates tuvieron lugar durante el descanso del All-Star Game. El partido fue un monólogo de la Conferencia Este, con la pareja interior Onuaku-Reed destrozando la pintura de los Prospects y Tim Frazier (10 asistencias) distribuyendo magníficamente el balón. Pero quien realmente llevó el peso anotador del equipo fue Andre Emmett. Llegó con 18 puntos al descanso (7-9 en tiros de campo). El veterano escolta de los Mad Ants acabó con 28 puntos, 4 rebotes y 4 robos, además de ser nombrado MVP del partido.
La historia de Emmett merece la pena, ya que es un jugador que, saliendo de la universidad de Texas Tech (líder histórico en anotación y siendo entrenado por Bobby Knight), tuvo su oportunidad en la NBA y fracasó. Tras pasar por 18 equipos de 9 países distintos como profesional, se corona como MVP de este All-Star Game y espera tener en breves una oportunidad para demostrar su valía en la NBA.
Los Futures sólo vieron oposición en el alero Quincy Miller (28 puntos) y el trío de escoltas formado por Semaj Christon (10 puntos), Elliot Williams (16 puntos) y Jabari Brown (17 puntos). Las 20 pérdidas del equipo del Oeste fueron un factor determinante en la derrota.
