Los Warriors vuelven a las finales de la NBA 40 años después

Victoria de Golden State Warriors ante Houston Rockets, en su Oracle Arena de Oakland, en el quinto partido de las series, que supone su séptimo Campeonato de la Conferencia Oeste, y su paso a las Finales de la NBA. Partido marcado por la mala noche de James Harden, máxima estrella de los Rockets, que sería toda una losa para los suyos, y que facilitaría con su actuación, la victoria final de los locales.

Histórica noche en Golden State, donde los Warriors se clasificarían para las Finales de la NBA tras 40 años de haber disputado su última. Era 1975, los viejos tiempos, con Rick Barry como máxima estrella, toda una leyenda. Aquella vez ganarían el Campeonato, su segunda y última vez, por el momento.

Dejando atrás el pasado, este último partido de las finales de la Conferencia Oeste siempre será recordado por el difícil adiós de temporada de James Harden. La máxima estrella de los Rockets había estado de dulce durante todos los Playoffs, pero en este último encuentro veríamos su peor versión. La barba más famosa de la liga estuvo realmente desacertada, y fue toda una lacra para los suyos, con 13 pérdidas, su equipo 20 en total, y solo 2 canastas en juego, para 14 puntos finales, la mayoría desde el tiro libre.

Pese a todo, los Rockets pelearían hasta casi el final, con un buen primer cuarto, donde los visitantes se ponían por delante, aprovechando la relajación durante este inicio de los locales. Por desgracia para ellos, la somnolencia de los Warriors duraría poco, y el segundo cuarto fue un recital ofensivo, diluyendo poco a poco al rival.

El golpe final sería dado en el último cuarto. Con Harden confirmando que estaba en un mal día, a todas las bajas previas de Rockets, Patrick Beverley y Donatas Motiejunas, fue entonces, cuando perderían además, en un golpe fortuito con Klay Thompson, a Trevor Ariza, una última baja que sería definitiva.

Desde entonces, los Warriors pondrían la distancia definitiva en el marcador, para un +14 final que es más que descriptivo de la superioridad como equipo de los chicos de Golden State, donde el tridente Stephen Curry, Klay Thompson y Harrison Barnes serían demasiado para los renqueantes Rockets.

Curry, nuevamente, fue el mejor, firmando 26 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias y 5 robos, bien acompañado  por Thompson, con 20 puntos y 4 asistencias, y Barnes, que añadió 24 puntos y 7 rebotes, imparables para la defensa de los Rockets. Los de Houston intentaron paliar la noche más aciaga de estos playoffs para James Harden como bloque, y donde Dwight Howard, sería su mejor hombre, con 18 puntos, 16 rebotes y 4 tapones.

Este quinto partido supone el adiós de los Rockets, en una despedida más que agria de Harden, Dwight y el resto de los chicos, a una gran temporada de los de Houston. Y a partir de aquí, el plato fuerte, las grandes finales de la NBA, todo un Cavaliers vs Warriors, o lo que es lo mismo, Lebron contra Curry, “King” James contra el asesino con cara de niño, el 4 veces MVP de la regular contra el MVP actual. El baloncesto está de enhorabuena, la final deseada por todos ya está aquí.