Reggie Miller, el verdadero killer

la leyenda que dejó huella en Indiana

Reggie Miller
Foto: Flickr (CC)

El jugador con un aparente aspecto frágil, era rápido y muy temido por sus rivales en especial en los momentos decisivos donde era raro verle fallar. “Tiempo de Miller tiempo de un killer”, así fue como apodó Andrés Montes a la evidente efectividad del letal tirador que marcó una de las mejores épocas de la historia de los Indiana Pacers. Cuando el encuentro llegaba al tramo decisivo sabías que podías confiar en él para darle el balón. Un auténtico líder.

Reginald Wayne Miller nació un 24 de Agosto de 1965 en Riverside, California, en el seno de una familia de deportistas. A su llegada al mundo se le detectó una deformidad en su cadera, que le obligó a llevar una prótesis en las piernas para poder andar bien, hasta que cumplió cinco años. Gracias a esa época pudo orientar sus intereses en el deporte, en el que comenzó jugando al béisbol como hizo su hermano Darrell que llegó a dedicarse profesionalmente. Fue su hermana la que le contagió su pasión por el baloncesto y jugaron muchas veces, en las que Reggie solía perder. Ella, Chery, se ha colgado las medallas de oro en las olimpiadas de 1984, el mundial de 1986 y en los Juegos Panamericanos de 1983… Casi nada. Una familia que puede presumir de haber visto a sus tres hijos en lo más alto del deporte. Aquellas largas horas en las que se enfrentaba a su hermana, un año mayor que él, le llevaron a perfeccionar su lanzamiento para evitar sus tapones.

Comenzaría a destacar en especial en la universidad, con los Bruins de UCLA. Se convirtió en el segundo máximo anotador de la historia de dicha universidad, sólo superado por un tal Kareem Abdul-Jabbar. El público se acostumbró a verle asumir la responsabilidad en los momentos calientes. Su capacidad anotadora era admirable, promediando en su año senior 25.9 tantos. Los Pacers se fijaron en él y lo seleccionaron en el puesto nº11 por detrás de jugadores de la talla de David Robinson (nº1) o Scottie Pipen (nº5). Aquella noche también salió elegido justo por detrás de Miller el que hasta la fecha es el jugador más bajo de la historia de la NBA, Muggsy Bogues.

Muchos aficionados mostraron sus quejas por su elección en lugar de Steve Alford, que había pasado por la Universidad de Indiana, llegando incluso a abuchear al presidente de los Pacers cuando anunció su nombre. Aunque lo cierto es que desde el primer momento se ganó la confianza de su gente batiendo el récord que ostentaba el gran Larry Bird como el Rookie con más triples en su primera campaña, en la que sería el único del equipo en disputar los 82 encuentros.

Poco a poco fue progresando en la dura liga, y fue en la tercera campaña cuando se consagró al elevar su promedio anotador en 24.6 puntos, siendo All-Star y llevando a su equipo a las eliminatorias por el título. A partir de aquel momento ver a los Pacers en los Play-offs era algo rutinario. Sus enfrentamientos ante los New York Knicks son especialmente recordados por sus exhibiciones y las discusiones que tenía con el cineasta Spike Lee en el Madison Square Garden. Las Semifinales de Conferencia de 1995 ante los de la Gran Manzana fueron memorables. Cuando el primer encuentro entró en el tramo crucial el entrenador de los Pacers, Larry Brown, solicitó tiempo muerto restando 18.7 segundos. Gran parte de la gradería del mítico estadio de Nueva York se marchaba a casa viendo clara la vicotria, en la que lo Knicks vencían por 105-99. El instinto asesino de Miller Time salió a la luz anotando 8 puntos en 8.9 segundos y dándole la vuelta al electrónico. El mismo Brown comentaba que ni él mismo confiaba en la victoria. Estábamos ante un mega crack.

El momento que de verdad que impulsó su estatus fue en la final de la Conferencia Este de 1998 cuando teniendo delante al legendario Michael Jordan transformó 13 de sus 28 tantos en los últimos cuatro minutos y medio ¡con un tobillo torcido! Una serie que se apuntaron los Chicago Bulls con un apretado 4-3, en el cual el californiano dejó para la historia un triple a 2.7 segundos del final ante MJ23. El cambio de siglo le vino bien para establecer el mejor momento de su carrera. En el año 2000 alcanzó por primera vez la gran final, ante los Lakers de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant. Los angelinos se mostraron muy superiores y a raíz de aquella hazaña la situación comenzó a cambiar para los de Indiana mediante un gran número de cambios en la franquicia.

Su peso dentro del equipo comenzó a decaer, llegaron jóvenes promesas, pero él seguía siendo el líder y el alma del equipo. Sus compañeros tenían claro quién era el hombre al que tenían que buscar en los momentos decisivos. Seguía teniendo esa chispa que le hacía especial. Esa habilidad innata para lanzar con la efectividad que sólo está al alcance de un verdadero killer, como él lo era. También era un hombre que mostraba generosidad con los demás, donando 1.000 dólares por cada triple encestado a la Cruz Roja.

Sus últimas exhibiciones llegaron en los Play-offs de 2005, en el que vencieron en primera ronda a los Boston Celtics pero los Detroit Pistons les eliminaron en las semifinales por 4-2. Eso no impidió que en su último encuentro se fuese hasta los 27 puntos, fue el 19 de mayo de 2005. Ese día el Conseco Fieldhouse de Indianápolis despedía a su leyenda con una inmensa ovación, merecidísima. Rick Carlisle lo cambió a falta de 15 segundos para la conclusión del sexto encuentro y la reacción del público fue memorable. Tanto es así que el técnico de los Pistons solicitó tiempo muerto para que su equipo despidiese a este mega crack como se merecía.

Durante toda su carrera sus compañeros eran conocedores de lo que tenían que realizar cuando se alcanzaban los instantes finales con todo por decidir… darle el balón a Reggie Miller. Su efectividad era tan exagerada que durante muchos años ostentó el récord de triples anotados a lo largo de su carrera en la mejor liga del mundo. Situó la cifra en 2560, que fue superada el 10 de febrero de 2011 por otro excelente triplista, Ray Allen.

Desde hace unos años trabaja como comentarista en televisión, en especial en encuentros de la NBA. Pasó a formar parte del selecto grupo de los elegidos, el Hall of Fame en 2012. A día de hoy continúa siendo uno de los cuatro jugadores a los cuales los Pacers decidió retirarles las camisetas… se lo ganó en la pista.


Palmarés

  • Campeón olímpico en 1996
  • 5 veces All-Star
  • Tres presencias en el Mejor quinteto de la NBA (1995, 1996 y 1998)
  • Basketball Hall of Fame (2012)
  • Premio Mejor Ciudadano J.Walter Kennedy