¿Y si Chris Paul no es el hombre?

Que Chris Paul es uno de los mejores jugadores de la liga y posiblemente el (mejor) base más completo de la misma es una obviedad que cualquiera que quiera discutir va a tener que luchar contra sus 8 apariciones en el «NBA All-Star», sus 7 veces elegido como «All-NBA Team member» y en el «NBA All-Defensive Team», sus «NBA All-Star Game MVP», «NBA Rookie of the Year», «NBA All-Rookie First Team», y sus dos medallas de oro olímpicas.

Lo que quiero discutir aquí es que a pesar de que  los Clippers han entrado en playoffs cada año desde que él llegase a la franquicia hace cuatro temporadas, el base oriundo de Carolina del Norte puede que no sea el jugador franquicia adecuado para llevar al equipo de Doc Rivers hasta el tan codiciado anillo.

Durante la temporada regular no cabe duda de que es un jugador que sabe hacer que su equipo funcione como un martillo pilón semana tras semana. Su PER de 25.63 (según Basketball-Reference.com), está por delante de leyendas como David Robinson and Wilt Chamberlain y jugando a su lado ha hecho que hombres como David West y Tyson Chandler sean all-stars.

Pero en playoffs parece que se le acaban los trucos o que intenta algunos que no ha probado antes y que simplemente no funcionan. No es descabellado decir que se ha mostrado inconsistente en todas y cada uno de las series que ha jugado en su carrera.

Quizás son las molestias que siempre le han acompañado durante estos tramos de temporada o quizás es el peso sobre sus hombros.

Durante la temporada regular Chris Paul es una reencarnación del jugador que fue Isiah Thomas, un base que se dedicaba todo el partido a generar para sus compañeros para meter los 10 puntos que te daban el partido en ‘la hora de las tortas’, pero en los playoffs (con alguna honrosa salvedad) no solo suele mostrarse desacertado sino que hace lo que nunca nos imaginaríamos de él: tomar malas decisiones.

Todo ello es, en mi opinión, un problema de mentalidad. En la post-temporada deja de ser un Isiah Thomas para convertirse en Pete Maravich que asume todo el peso ofensivo del equipo con funestos resultados para este. Puede también que no todo sea todo culpa de Paul y tengan tienen parte de ella unos compañeros a los que parece quemar la pelota en cuanto las pegatinas de PlayOffs se adhieren al parqué; o de su entrenador, que no es capaz de generar los sistemas adecuados para que esto no suceda.

Sea como sea, la cuestión es que Chris Paul ha demostrado ser el jugador que los Clippers necesitaban para dar un paso más allí pero no el necesario para dar El Paso. Quién sabe, quizás es esta temporada la que dirima esta cuestión.