Los hinchas de los Nuggets apagaron rápido su entusiasmo

La situación que se está viviendo ahora mismo en Denver recuerda bastante la del principio de la temporada 2012, cuando los Nuggets perdieron tristemente un par de partidos en Orlando y Philadelphia y luego cayeron en la cancha de los campeones de Miami; en el ambiente se respiraba pesimismo, pero había quien miraba al futuro con confianza.

Bueno, en aquella edición los Nuggets terminaron con el récord de franquicia en la NBA de 57 victorias y terceros de la Conferencia Oeste.

El punto es: no confiar demasiado en la lectura que pueden ofrecer los primeros tres partidos de la temporada regular de la NBA.

Dicho esto, es difícil que los fans de los Nuggets no sientan un bajón colectivo después de las dos capitulaciones consecutivas que siguieron a la emocionante opening-night con la victoria como visitantes en Houston (aunque algo menos emocionante después de haber visto como los Rockets han sido el primer equipo de la NBA en empezar una temporada perdiendo los tres primeros partidos por más de 20 puntos de diferencia). Había demasiado entusiasmo en el ambiente tras solo un partido, como si los Nuggets se hubieran clasificado para la final de Conferencia.

Pero solo 4 días más tarde, tras perder los dos partidos siguientes acumulando un total de 41 puntos de desventaja, la euforia del miércoles se ha disipado, dejando espacio a la dura realidad.

82 partidos en total: la regular-season de la NBA es un doble maratón. Los equipos suelen tener rachas ganadoras y épocas en las cuales les cuesta encontrar el camino de la victoria. Antes de empezar la temporada, los corredores de apuestas en Las Vegas daban a los Nuggets una media de 26,5 partidos ganados, mientras que los mayores expertos situaban a los de Denver entre el 10º y el 12º lugar en la complicada Conferencia Oeste. Entonces un arranque 1-2 no tiene que sembrar el pánico entre los aficionados de los Nuggets, en cambio, habría que mirar a la victoria de Houston como un éxito inesperado, a la derrota frente a los luchadores pero sin experiencia de los Timberwolves como una mala derrota y a la paliza de la noche del domingo en Oklahoma en una capitulación más bien predecible. En pocas palabras: los Nuggets están exactamente donde se esperaba que habrían estado después de tres partidos.

Pero en estos tres partidos iniciales de la temporada se empiezan a entrever los motivos por los cuales los apostadores de Las Vegas colocaban a los Nuggets con una proyección de menos de 30 victorias y porque muchos ven utópica la posibilidad de clasificarse para los playoffs, hay 3 razones principales:

 

1. Geografía: Aunque tal vez los Nuggets podrían llegar a competir para clasificarse para los playoffs si estuvieran comidiendo en la Conferencia Este, o si la NBA cambiara su formato pasando a unos playoff con 16 equipos, pero hasta que los Nuggets se encuentren en la competitiva Conferencia Oeste, se prospectan noches muy oscuras, sobe todo viendo como Minnesota fue capaz de asaltar el Pepsi Center.

 

2. Tiro: Como se ha podido ver, los Nuggets no brillan en cuanto a disparo; durante los primeros tres encuentros han sido entre los cuatro peores equipos como porcentaje de acierto. Y mientras los Nuggets crean juego y fallan sus tiros, abren espacio en defensa y los rivales tienen más oportunidades para acercarse al aro.

 

3. ¿Quién es el líder? Un problema que se ha encontrado en el vestuario de los Nuggets desde la salida de Carmelo Anthony ha sido buscar a un nuevo referente. Al comienzo de la temporada los aficionados han puesto sus esperanzas en Danilo Gallinari o en el base rookie Emmanuel Mudiay, o quizás una combinación de ambos, como por ejemplo en Oklahoma han hecho con éxito con Kevin Durant y Westbrook. Pero el acierto y la confianza demostrados tanto por Gallo como por Mudiay en el primer partido han dejado paso a la discontinuidad. Si los Nuggets quieren superar la barrera de las 30 victorias, necesitarán una gran temporada del alero italiano y del joven base.

Hay que creer que los Nuggets pueden ser mucho más competitivos como demostraron en la opening-night, pero la Conferencia Oeste no permite tregua, y cuanto antes los jóvenes del equipo entiendan esto, más rápido las cosas empezarán a ir mejor.

No se puede cambiar la geografía, pero sí que puede mejorar el porcentaje de acierto y sí que Danilo Gallinari puede coger al equipo por mano, como ya hizo este verano con la selección italiana durante el EuroBasket. Hay espacio, tiempo y motivos para mirar al futuro con optimismo. GO NUGGETS!