Los Clippers, la última víctima de Stephen Curry
Los Angeles Clippers 108-112 Golden State Warriors

Stephen Curry ha vuelto a desesperar al rival. Tras un hálito de esperanza que surgía de la ventaja generada por Clippers, el actual MVP se encargó personalmente de colocar una victoria más en el casillero de su equipo.
El partido llegó al ecuador con una ventaja de Golden State no muy clara: 56-63. Una ventaja perfectamente remontable por el equipo de Doc Rivers. Y así sucedió.
El equipo de Chris Paul y compañía tiró de coraje y ganas para ponerse por delante en el marcador. 27-19 fue el tanteo final del tercer cuarto. Es decir, la ventaja había desaparecido. En el minuto 8:30, los locales perdían de 5 puntos, y un triple mal defendido a Josh Smith los colocaba a 8 puntos, 95-87. Todo parecían alegrías para los visitantes. Llegaron a colocarse incluso 10 arriba. Pero gracias a la defensa y al inconmesurable Stephen Curry, el partido cambió por completo.
A falta de 6 minutos para acabar el encuentro, con una desventaja de 3 puntos del equipo campeón, Harrison Barnes colocó un tapón a Jamal Crawford y corrió el contragolpe para finalizar con un mate. La ventaja, ahora, era mínima.
A partir de ahí, el asunto estaba ya en manos de Curry. El base hizo una falta a Chris Paul, lo que provocó un pequeño pique entre Draymond Green y este último. Parece que esto le vino bien al base de Oakland: se encendió y nadie pudo apagarlo.
2 triples a casi un paso de la línea de 3 en bloqueo directo fueron clavados como puñales en el marcador de los Clippers. 106-108 para el equipo de Luke Walton, y balón para los angelinos.
Blake Griffin estuvo a punto de perder el balón. De hecho, así lo hizo, pero el Instant Replay le devolvió el balón al equipo de Doc Rivers. Aún así, no supieron aprovecharlo.
Chris Paul tenía el balón a falta de 6 segundos de posesión y, con Draymond Green defendiendo, lanzó un triple que se quedó corto y cuyo rebote no supieron coger. Así, la victoria se quedó en casa con un marcador final de 108-112.
El mejor del partido, como ya se ha dicho, fue Stephen Curry. 31 puntos y un jugosísimo 7/11 en triples. Su compañero en el backcourt, Klay Thompson, acabó con 16 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y 1 tapón. Por último, Harrison Barnes terminó con 17 puntos y 9 rebotes.
Por parte del equipo angelino, el reparto de puntos estuvo más polarizado. Chris Paul acabó con 24 puntos y 9 asistencias, mientras que Blake Griffin acabó con 23 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias. El ala pívot está mostrando un gran nivel en estos inicios de la temporada.
Golden State se coloca como equipo invicto en lo que va de competición. 5-0 y haciendo historia. Los Angeles Clippers también llegaban a este partido con la etiqueta de imbatidos, pero el actual campeón es un hueso duro de roer, sin lugar a duda.
Las preguntas ahora son dos. La primera, ¿quién puede parar a Curry? y la segunda, ¿dónde está el techo de estos Golden State Warriors?. La respuesta a las dos es la siguiente: sólo el tiempo puede hablar por sí mismo.