Los Knicks se estrenan en el Madison

Los neoyorquinos consiguen vencer en casa por primera vez esta temporada, tras haber caído en su Home Opener ante los  Hawks, además de haber perdido también en casa ante los Spurs y los Bucks. Recibían así a unos Lakers que se les dio bien en su primera visita a New York, pues asaltaron Brooklyn el viernes consiguiendo su primera victoria esta temporada.

Se presentaba un partido para recordar en ambas aficiones, pues Kobe Bryant visitaba el MSG en púrpura y dorado en la que podría ser su última visita a un pabellón histórico en el que siempre ha hecho grandes actuaciones. 

Su emparejamiento sería Carmelo Anthony, en un duelo más que apetecible. Muy rápido en el partido ambos jugadores habrían lucido sus armas, anotando muy rápido para sus equipos, con buenos porcentajes. Además se vio a un José Calderón muy acertado en los primeros minutos, en un partido que acabaría resultando el mejor que ha jugado el extremeño esta temporada. El partido fue desde muy pronto un correcalles, con ambos equipos fallando muchísimos tiros, pero corriendo mucho en las transiciones. Un triple de Kobe Bryant ponía el empate a 18 a falta de 4:16 en el 1Q. 

La segunda unidad de los Knicks se veía bastante superior a los angelinos en el que también fue el mejor partido de Roy Hibbert esta temporada. Carmelo y Kobe siguieron a lo suyo, hasta que llegó un momento en que su continuo pique se transformó en una competición donde cada uno lanzaba un ladrillo más feo que el otro. Al descanso, el partido había tenido hasta 9 empates y 15 alternancias en el marcador, con porcentajes muy pobres por parte de ambos equipos. Las estrellas emergentes de los Lakers (D’Angelo Russell y Julius Randle) estuvieron algo discretos mientras Kristaps Porzingis ya maravillaba a su público. Metta World Peace aportó mucho a la defensa de los Lakers, así como Kevin Seraphin lo hizo para los de la gran manzana, en sus mejores minutos esta temporada. Al descanso ganaban los Lakers por 49-45.

Los locales salieron mucho más decididos en la segunda parte, con un gran parcial inicial, pero rápidamente los Lakers contestaban con unos buenos minutos ofensivamente de los más jóvenes. Sobre Julius Randle hay que destacar que no tuvo su mejor día en ataque pero fue una bestia en los rebotes. Tras apenas 5 minutos en la segunda parte, Derek Fisher fue expulsado tras una doble técnica al protestar una falta de Porzingis sobre Kobe. El mito de los Lakers lanzaría 5 TL mientras escuchaba como el mejor pabellón del mundo le coreaba con gritos de «MVP». De nuevo los Knicks volvían al partido tras sus altibajos habituales y se fueron al final del 3Q perdiendo sólo de un punto.

El último cuarto empezó siendo una fotocopia del resto del partido. Un ir y venir constante con muchos fallos en el que destacaron por momentos Carmelo y Metta. Entonces, pareció llegar un punto de inflexión en el que surgió una relación directamente proporcional en la que el ataque de los visitantes se iba yendo al garete mientras que la defensa de los Knicks se hacía cada vez mejor. Los Lakers no anotaron una sola canasta (sí algunos TL) en los últimos 7 minutos y anotaron sólo cuando el partido estaba ya decidido. Los Knicks poco a poco transformaban sus buenas defensas en buenos ataques, con Porzingis, Melo y Calderón acertados y un Langston Galloway espectacular, que puso por delante a los Knicks a falta de poco menos de dos minutos con un triplazo. Porzingis se adueñaba de todos los rebotes y visitaba la línea para cerrar un partido en el que ganarían finalmente los Knickerbockers 95-99.

Los Laker mejoran en algunos aspectos pero no acaban de defender y mucho menos atacar bien. La entrada de Metta, Black y Nance por Kelly y Bass en la segunda unidad ha venido mucho mejor al equipo.

Por los Knicks más allá de lo mencionado ya, hay que hablar de Jerian Grant que a pesar de su 1-6 en TC, repartió 8 asistencias en 18 minutos desde el banco; además de recordar la mejoría de Calderón tanto en ataque como en defensa.