Evan Fournier sentencia a los Timberwolves en la prórroga

Minnesota Timberwolves 101 - 104 Orlando Magic

Fuente: Keith Allison (CC)
Fuente: Keith Allison (CC)

Orlando Magic y Minnesota Timberwolves se enfrentaban ayer en Florida en un partido que tenía más de un motivo para ser importante para ambos equipo. Para los Magic se trataba del primer encuentro desde el sábado, cuando perdieron contra los Wizards en la capital de USA. Para los Timberwolves se trataba de un back-to-back después de ganar en la otra franquicia del Estado, los Miami Heat. Además, Victor Oladipo volvía al equipo después de estar apartado en los dos últimos encuentros por una contusión, mientras que Ricky Rubio también estaba finalmente en el quinteto después de ser duda hasta última hora para evitar una recaída. Equipos con un juego rápido y atractivo, que hicieron que el partido fuera muy entretenido.

La imprecisión fue la tónica dominante en los primeros minutos, con las pérdidas de balón y la mala selección de tiro como características principales. Solo Ricky Rubio en los Timberwolves, con ayuda de Andrew Wiggins, y Elfrid Payton en los Magic, acompañado en cierta forma por Nik Vucevic, tenían la mente clara y aportaban a sus equipo, que tras 6 minutos mostraban un paupérrimo 10-6 en el luminoso, favorable a los visitantes. Con la entrada de las segundas unidades, como ya viene siendo habitual en el equipo de Sam Mitchell, los Timberwolves consiguieron distanciarse en el marcador y finalizaron el cuarto por delante, 25-17.

El segundo período trajo estabilidad al partido y al marcador. Los Timberwolves seguían por delante con el paso de los minutos, por lo que Scott Skiles decidió que era tiempo de poner de vuelta a los titulares. Parecía que eso les servía para acercarse, pero el quinteto de los visitantes también volvió a pista y con él las ventajas volvieron a donde estaban. Los Magic no estaban especialmente atinados en el tiro, pero se nutrían de los rebotes ofensivos; mientras que los Timberwolves eran guiados por un buen Ricky y unos grandes acompañantes secundarios que se nutrían de sus balones como eran Wiggins y Towns. Así, con 5 puntos de LaVine en los últimos 20 segundos del cuarto, la diferencia se extendió un poco más y los jugadores se fueron al vestuario con un 52-38 en el luminoso.

Un problema físico hizo que Nik Vucevic ya no volviera pista para empezar el tercer cuarto – y Oladipo poco más pudo ayudar por la contusión que sufría –, y parecía que los Magic se venían abajo con la caída de su torre montenegrina. Para más inri, los Wolves llegaron a colocarse con el +14 en su favor, pero cuanto menos lo parecía los de Scott Skiles realizaron un enorme parcial de 15-0 que les permitió ponerse por delante en el marcador. Sin embargo, los Timberwolves supieron reponerse y volver al partido justo a tiempo antes de que se les fuese de las manos, y liderados por Kevin Martin y Zach LaVine se marcharon al descanso entre cuartos con un 76-71 favorable a sus intereses.

Orlando tenía que volver a remar de nuevo, y lo hizo. Le costó muchos minutos, pero finalmente mediado el período un pequeño parcial de 7-0 les volvió a colocar por delante en el marcador gracias a un Elfrid Payton que castigaba una y otra vez la defensa de Ricky y penetraba sin importarle que dentro estuvieran dos gigantes como Towns y Dieng, saliendo victorioso que casi todas las oportunidades. A falta de 2 minutos la ventaja para los locales era de 5 puntos, pero a 30 segundos del final se había reducido a solamente 2. Orlando no aprovechó su oportunidad al perder el balón, y Wiggins se marcó un movimiento marca de la casa para empatar el partido a falta de 2 segundos. La última pelota fue bajo el aro para Tobias Harris, pero Karl-Anthony Towns taponó su intento de canasta, y el partido de fue a la prórroga tras el empate a 93.

Prórroga con poco acierto en el inicio y ventajas mínimas, pero con una constante que se mantenía desde el tiempo reglamentario, Elfrid Payton era el dueño de los Magic e incluso del partido. Con 40 segundos el partido estaba, como no, empatado. No lo consiguieron en el primer intento, pero tras un salto entre LaVine y Jason Smith los locales recuperaron la posesión y entonces sí, con 3 segundos por jugar Evan Fournier clavó el triple que a la postre fue definitivo.