Antes de nada quiero pedir perdón a los oyentes del podcast del Despacho por dejarlos con la panda de impresentables que estoy honrado de tener como compañeros de redacción. No pude asistir a nuestra cita de cada dos sábados porque tuve la suerte de poder viajar a Boston para Acción de Gracias. No voy a aburriros con mi viaje fuera del universo verde, sólo os diré que el tiempo en BeanTown es igual que el pecho de Kelly Olynyk, y el que no me haya entendido que se pase por el Twitter de Celtics Argentina.
El encuentro elegido para mi primera visita al TD Garden fue el Celtics vs. Wizards del pasado viernes 27 de noviembre. La victoria de los Celtics por más de 30 puntos fue un monumento al buen juego que he de decir, disfruté como un enano. Más allá de la emoción de vivir un partido en directo, os quiero dejar ciertos detalles que pude capturar en una noche de las que no se olvidan fácilmente.
La ciudad de Boston vivió una fiesta del deporte después de Acción de Gracias al acoger dos encuentros en el TD Garden la misma noche, pero los Celtics no jugaron dos veces, no. Los Boston Bruins de la NHL son también locales en el pabellón verde y juegan sobre el mismo parquet, aunque con una pista helada de por medio, se apuntaron a la fiesta. Muchos aficionados pudieron disfrutar de ambos partidos en lo que sería una maratón deportiva, que se abriría a las 13 horas con el hockey. Más tarde, a las 19:30, todavía se veían algunas camisetas negras y amarillas entrando por segunda vez al estadio para animar a un equipo de Boston. Los deportes en la capital de Massachusetts son así.
Por supuesto, había que intentar entrar de los primeros en la cancha para intentar captar momentos del calentamiento. Y la verdad que no fui defraudado.
Una hora antes Crowder ya estaba haciendo una sesión de tiro en la que estuvo muy bien desde las esquinas.
La gente iba llegando poco a poco y el Martillo Polaco tuvo tiempo para salir a practicar el juego de ataque tras bloqueo y en poste bajo.
Desde mi posición de segunda línea, obviamente no tenía ese sitio y sería elegantemente expulsado, pude hablar con Marc D’Amico, reportero de Celtics.com.
Pero se acercaba la hora del partido y el resto de los integrantes de ambos equipos salieron a calentar para el partido en uno de esos ejercicios que nadie se toma demasiado en serio. El resultado fue el siguiente:
Zeller intentando recuperar el ritmo desde la media distancia (sigue perdido).
Y Amir Johnson en una competición de tiros de espaldas con Jonas Jerebko.
Además tenemos a Young lamentándose de un tiro fallado (juro que tengo hasta 6 fotos de Young quejándose por fallos suyos).
Encontrarse a todos estos jugadores de cerca impresiona, sobre todo a Sully, y verlos en acción en el calentamiento fue un aperitivo de lo que vendría después. Pero no nos adelantemos, mientras la televisión americana hacía conexiones a lo largo de la cancha, Mike y Tommy esperaban tranquilos en sus sillas de mitad de pista. Se podía ver desde el peor sitio del estadio que ambos se encontraban como en casa, la experiencia es un grado.
Antes del salto inicial tuve tiempo de presenciar una de esas anécdotas que demuestran que hay muy buena química en el vestuario. Cuando Bryan Doo, veterano preparador físico de los Celtics, saludó a su familia en la primera fila, llamó a Kelly que con sus 2,13 metros a cuestas fue a saludar a una de la hijas de Choo (de unos 5 años) a la que hizo volar entre las risas de los observadores. Acto seguido la niña salió disparada hacia la banda.
Y justo antes de disfrutar del evento del día en Boston, pude levantar la vista y apreciar los banners que han hecho famosa a esta franquicia. Nótese la bandera canadiense entre ellos.
El partido, como ya sabéis, fue una melodía a una sola voz que hizo las delicias del respetable que no paró de corear los triples locales y de animar a los suyos a defender. Sully y su esfuerzo en los tableros levantó muchos aplausos en la parroquia verde. Además, la buena mano de Bradley o Thomas mantuvo en diferentes momentos a un equipo que esta vez sí que jugó como sabe. Me quedé con las ganas de ver más a los rookies en un partido ya hecho. Al igual que yo, en las gradas se escuchaba algún grito que pedía a RJ Hunter en el tercer cuarto.
Andrés Villar estará contento de que mis lamentables dotes para la fotografía hayan podido captar dos de los elementos que más ha analizado esta temporada:
El box-out:
Y la defensa del pick en las esquinas
Con el pitido final se acabó una de las mejores experiencias de mi aventura americana. Tuve tiempo de intentar colarme en la pista justo cuando ciertos aficionados con pase especial saltaban a la misma para hacer una ronda de tiros. Otra vez la seguridad me enseñó la puerta de salida amablemente. (Yankees!).
PD: iremos soltando algunos vídeos por el Twitter del Gino Time y otras tradiciones del Garden. Estad atentos.
Let’s go Celtics!