Schroder, desaparecido en los quintetos de Atlanta
En los últimos partidos no ha entrado en rotación
En los dos últimos partidos el base suplente de los Atlanta Hawks, Dennis Schroder, ha sido excluído de la rotación por parte de su entrenador Mike Budenholzer. Este hecho ha generado muchos rumores, dado que es un jugador de futuro y muy necesario para el correcto funcionamiento del equipo. La primera razón que te viene a la mente es la de problemas internos entre el propio jugador y su entrenador, porque no se ha notificado ninguna lesión que le haya podido dejar fuera por problemas físicos. Pero esto son simples especulaciones por las que no nos debemos dejar llevar.
Dennis Schroder no comenzó la temporada de la mejor forma posible, sin embargo, poco a poco ha ido cogiendo ritmo de competición e incluso algunos aficionados han podido llegar a ver como le comía la tostada a Jeff Teague en varias ocasiones. Sin duda alguna si observamos de cerca las estadísticas del alemán, podemos ver que han bajado sus porcentajes de media y larga distancia, y por esto, en ocasiones ha sido criticado, y algunos aficionados han podido reclamar a Al Horford que en ocasiones haya pasado más de la cuenta hacia fuera. Esta crítica no tiene ni pies ni cabeza, a mi parecer, porque como el propio pívot comenta, cuando ve un tiro abierto para su compañero se lo va a dar y se lo seguirá dando en todas las ocasiones, porque aunque esos balones no entren ahora, ya entrarán. Y los malos porcentajes desde la línea de tres puntos no debe ser algo que les tiene que obsesionar.
En esta temporada, los Hawks son capaces de lo mejor y de lo peor en la cancha. Pueden remontar 18 puntos en un cuarto y acabar anotando 121 para ganar a los Houston Rockets, pero también pueden perder un partido relativamente fácil que estaba controlado. A la hora de hablar del equipo de la Coca-Cola, no podemos dejar de lado a la pareja interior, ambos imparables y siendo el sustento del equipo. Por un lado tenemos Horford que está convirtiéndose en el líder y en el mejor jugador del equipo en cada partido, sus números son tan buenos o mejores que los del año pasado, y juega y hace jugar a sus compañeros. Y por otro lado está Paul Milsap, el perfecto escudero que le acompaña cada noche y aporta intensidad en ambos lados de la cancha, como se vio en el partido contra Houston y sus dos tapones para ganar el partido.
A pesar de esto no todo es de color de rosas, es obvio que hay grandes problemas en el equipo. La irregularidad es una de las características que este equipo tiene en esta temporada, un rasgo al cual no nos tenían acostumbrados estos halcones el pasado año. Muchos aficionados afirman que este bajón respecto al año pasado es por culpa de la marcha de Demarre Carrol. No obstante, con las grandes actuaciones que Kent Bazemore está firmando, esta sustitución está más que cubierta. El equipo no parece tan cohesionado como en la pasada campaña, pero la pérdida de ciertos jugadores ha provocado la evolución del equipo, y con ella se necesita tiempo para que la maquinaria funcione a la perfección. Si desgranamos al equipo, otro de los problemas es la falta de profundidad de banquillo, el cual se queda corto. Y sin duda alguna, una de la dificultades que más está sonando es la de la gran defensa de los rivales a Kyle Korver, que está situándole en malas situaciones de tiro, a las que se les suma los problemas físicos del jugador.
En contraposición a este balance hay que decir que la diferencia entre las conferencias Este y Oeste ha desaparecido. E incluso en esta campaña, el Este presenta unos rivales que han mejorado en gran medida, provocando mucha más competitividad en esta conferencia. Y haciendo balance, los Hawks se sitúan con un gran 21-14.