Damian Lillard: El olvidado

Quedó fuera de la lista del Team USA para Río

Foto: Michalkajzerek (CC).
Foto: Michalkajzerek (CC).

Ser uno de los mejores jugadores del baloncesto mundial a veces no es suficiente para alcanzar algunas metas, y sino que se lo digan a Damian Lillard. El base de los Trail Blazers no ha hecho más que crecer desde que aterrizara en la NBA en el 2012 como selección número 6 del Draft de aquel año por parte de la franquicia de Portland, pero por motivos que personalmente no alcanzo a comprender en muchas ocasiones, ‘Dame’ no obtiene el reconocimiento que se merece en muchos ámbitos.

El ejemplo más reciente es de hace un par de días, cuando la selección estadounidense de baloncesto emitió la lista de los 30 primeros preseleccionados para formar parte del equipo que estará en Río de Janeiro este verano para los Juegos Olímpicos. El Team USA reúne otro año más a un plantel formado por los mejores jugadores del planeta para intentar hacerse con otro oro, y en como toda lista de convocados, es imposible ser justo con todos. Lo chocante en estos casos, es que una vez más, el mayor perjudicado no es otro que el bueno de Lillard. En efecto, un hombre que en lo que va de temporada promedia 24.4 puntos y 7 asistencias por partido y es el líder absoluto de su equipo cae por ejemplo en detrimento del base de los Memphis Grizzlies Mike Conley. Damian Lillard vuelve a ser una vez más el olvidado; es el Ojo de Halcón de ‘Los Vengadores’.

Hay que reconocer que su ausencia en esta convocatoria del Team USA era de lo más esperada, ya que el propio jugador renunció a formar parte del training camp del combinado estadounidense el pasado verano. Pero esta polémica decisión llegó como respuesta a otro ninguneo, cuando fue uno de los últimos descartes de Mike Krzyzewski en la plantilla que disputó y ganó el Mundial de España en 2014. En ese roster hay que recordar que estuvo un Derrick Rose que prácticamente no había jugado tras una de sus desgraciadas lesiones, lo que hizo más indignante la ausencia del jugador de los Trail Blazers, que dijo esto acerca del training camp:

«Fui los últimos veranos, y me descartaron para el Mundial, así que no sé por qué tendría que ir. Si fui cortado el último verano, no creo que sea parte del equipo

Lillard muestra con estas palabras una profunda decepción hacia una decisión que muchos consideramos injusta. El base de los Blazers está harto, y no es para menos, ya que este ejemplo no ha sido el único problema que ha tenido en su corta carrera en la NBA. El año pasado, sin ir más lejos, Lillard estaba firmando una campaña espectacular en uno de los mejores equipos de la competición. Sí, ya parece que queda lejos ese plantel formado por ‘Dame’, Wesley Matthews, Nico Batum, Robin Lopez, y sobretodo, LaMarcus Aldridge; aquellos Blazers eran un rival temido por toda la liga. Con unas estadísticas de 21 puntos, 6.2 asistencias y 4.2 rebotes, Lillard era uno de los mejores bases de la Conferencia Oeste, y un candidato claro para formar parte del equipo All-Star en febrero. Sin entrar en el proceso de votaciones para elegir a los titulares (que da para unos cuantos artículos), el jugador nacido en Oakland era para muchos un fijo de aquel roster, pero los entrenadores decidieron apostar por otros jugadores. Klay Thompson, Chris Paul, Russell Westbrook y James Harden ocupaban el backcourt suplente (nada que discutir), mientras que Stephen Curry y un Kobe Bryant lesionado (he aquí el problema de las votaciones) eran los titulares. Finalmente, con las ausencias de «La Mamba Negra», Anthony Davis y Blake Griffin, Lillard acabó siendo All-Star por segunda vez en su carrera, aunque no dudó de nuevo en ser bastante crítico con esta decisión públicamente:

«Solo quiero dar las gracias a los entrenadores que pensaron que no soy lo suficientemente bueno; a los fans que pensaron que no era suficientemente bueno, y a Adam Silver por pensar que no era suficientemente bueno. No es un territorio extraño para mí, de hecho estas cosas inspiran mi vida. Mentiría si dijera que no estoy decepcionado o que me siento respetado.»

«Definitivamente me lo tomo como algo personal. Dije que estaba cabreado por ello y lo estoy. No me siento respetado porque juego bien, no soy egoísta, juego para que mi equipo gane y produzco a un gran nivel. Creo que represento lo que tiene que ser un All-Star. […] Para mí, haciendo la mejor temporada de mi carrera y mi equipo ocupando el tercer puesto de la Conferencia Oeste… Lo veo irrespetuoso. No voy a ser el típico que dice debería estar antes que otro, no soy un hater. Pero honestamente no me siento respetado

RESPETO. Es la palabra que podemos destacar de estas declaraciones del pasado febrero, pero que podemos aplicar a toda la carrera de Damian Lillard. Personalmente, creo que todo este problema viene por una cuestión de mercados, y desgraciadamente pasa mucho en la NBA. ‘Dame’ proviene de una universidad pequeña, la de Weber State, en la que no tenía la repercusión mediática que sí obtendría en Kentucky, Duke, UCLA, etc. Un caso muy parecido al de Stephen Curry, que salió de la universidad de Davidson y no era tan conocido como es ahora. Pese a todo, el talento de Lillard no pasó desapercibido, y fue escogido en una buena posición de Draft como ya hemos comentado. El joven base aterrizó en un equipo que aspiraba a mucho, y durante sus primeras tres temporadas en la NBA siempre luchó en Playoffs. Además, obtuvo el más que merecido premio a Rookie del año, y fue All-Star a la temporada siguiente; una estrella se había asentado en la élite. Volviendo al problema que nos ocupa, pese a la historia de la franquicia, los Portland Trail Blazers son un mercado pequeño. La ciudad de Oregon no es un destino muy cotizado, véase por las continuas lluvias o por el poco «glamour» de la localidad. Seamos sinceros, Lillard no tendría estos problemas si jugara en la soleada California con los Lakers, en la Gran Manzana con los Knicks, o en Texas con los Mavs o los Rockets.

En resumen, que me estoy explayando demasiado, Lillard es uno de los mejores jugadores del baloncesto actual, pero por factores ajenos a su juego, no está reconocido como tal. La preselección del Team USA solo es la última gota de un vaso ya muy lleno, que el propio jugador no ha intentado disfrazar. En fin, ahora mismo tenemos a un Ojo de Halcón, pero nos están privando de un IronMan.