Hay razones para seguir creyendo en los Bucks

Es cierto que no son el equipo con mejor record, no tienen ni a LeBron ni a Curry para hincharse a vender camisetas, no están en una ciudad glamourosa como LA o New York, no van a ganar el anillo ni este año ni el que viene,… pero no faltan motivos para seguir creyendo en esta plantilla y en la franquicia.

Si bien es cierto que no crecemos desde pequeños con un equipo preferido en la NBA, de alguna manera siempre simpatizamos más por un equipo, y con el tiempo esa simpatía se torna en afición. A nadie le gusta los chaqueteros, y es que es muy fácil ser del equipo que gana en cada momento (Boston Celtics, LA Lakers, Miami Heat, San Antonio, y ahora Golden State Warriors), pero ¿cuántos aficionados de Celtics había en 2008 y cuántos hay ahora? Lo que intento decir es que cuando eliges un equipo, ya no hay vuelta atrás, siempre apoyarás a ese plantel, aunque no siempre sea la mejor opción. Aunque si eres de los Bucks, hay un poco de trampas en ello, porque el joven núcleo de jugadores que hay casi asegura un futuro lleno de éxitos, y es que es reconocido que en Milwaukee hay un grupo de jóvenes talentos con una de las mayores proyecciones de la liga (MCW, Jabari, Giannis, Middleton, Monroe, …) que aunque fueran traspasados como se ha rumoreado últimamente, no sería por cualquier cosa y perpetuaría un alto nivel de la platilla.

También es cierto que este no es el nivel que se esperaba este año en Wisconsin, pero hay que reconocer que siempre apetece ver a los Bucks, ya que son capaces de lo mejor (aunque también de lo peor) o por la oportunidad de ver a todo un ROY como Carter-Williams, a «the Greek Freak«, a un nº2 del Draft, o a uno de los mejores robos de los últimos tiempos como Middleton. Estos jóvenes aunque sobradamente preparados juegan con tal desparpajo que siempre nos dejan jugadas dignas del top 10 de la semana, o simplemente la primera derrota de GSW este curso.

Puede ser que estos Bucks tarden en explotar o que lo hagan antes de lo que pensamos pero bajo la dirección de un coach como Kidd, que entiende a la perfección este bello deporte y que seguro llegará a hacerse un nombre entre el Olimpo de entrenadores, y la sensatez de lo movimientos de Jhon Hammond en las oficinas, ahora más que nunca hay motivos para seguir creyendo en nuestros Milwaukee Bucks.