Los Timberwolves aprovechan la baja de Cousins

Los Kings y los Timberwolves se enfrentan en Minneapolis con intereses muy distintos. Por un lado, los de Sacramento intentarán agarrarse a las pocas opciones de jugar los playoffs esta temporada y recuperar la buena racha de victorias tras perder ante Chicago. Mientras, los Wolves, sin nada en juego más que el orgullo, intentarán terminar la temporada con buen pie y seguir con el buen juego demostrado en el último partido ante los Warriors en el que le complicaron la existencia a los campeones. La noticia más importante antes del partido era la baja por lesión de DeMarcus Cousins en los Kings, que perdían a su pilar y que nos dejaba sin su duelo con Towns en la pintura, ambos ex de Kentucky.

La igualdad se mantuvo durante todo el primer cuarto. En los Timberwolves destacaban Wiggins y Ricky Rubio, tanto en anotación como en dirección de juego, en la buena línea de los últimos partidos, mientras que en los Kings el hombre clave era Rajon Rondo, pero no precisamente por sus asistencias sino por su anotación, ayudando en cualquier zona del ataque. Partido en ese momento basado en el ataque, con una defensa muy floja, donde los Wolves aprovechaban su juventud para anotar mayor cantidad de puntos al contraataque. Aún así, los Kings eran los que se iban por delante en el marcador por 29-28.

Con las segundas unidades en pista, los Kings se distanciaban ligeramente, no sin un gran esfuerzo. Los suplentes de los Wolves continuaban siendo más negativos que positivos, y ahí es donde los de Sacramento se aprovechaban para sacar tajada, con un banquillo más anotador. A la vuelta de los titulares, la distancia se mantenía. Pero cerca del final del cuarto, los Wolves recortaban esa ligera desventaja, situada en los 7 puntos y lograban irse al descanso por delante 50-48. Y es que cuando en un equipo falta alguien como DeMarcus Cousins, se nota.

Los Timberwolves comenzarían fuerte la segunda parte, con un buen parcial de inicio que les pondría 7 arriba, con ataques fluídos y con unos Kings que eran incapaces de anotar y que cometían varias pérdidas. A falta de 6 minutos, se les complicaría ligeramente el partido a los Wolves tras cometer Ricky la 4ª falta y tener que irse al banquillo. Aún así, su falta no se notó, al ser más agresivos en ataque y aguantar en defensa, llegando hasta 13 puntos de ventaja. El efecto Rondo de la primera parte se estaba diluyendo poco a poco y se notaba. Solo la anotación exterior de los Kings, con Belinelli, el propio Rondo o Casspi los mantenía a flote, junto con los rebotes de Koufos. Los Wolves se irían 84-72 al final del tercero.

Al contrario que en el tercer cuarto, eran los Kings los que empezaron muy agresivos, aprovechando la falta de Ricky y Towns, llegando a colocarse a tan solo 2 puntos en escasos minutos, gracias a la dirección del de siempre en Sacramento, Rajon Rondo, haciendo que todo el equipo colaborase en la empresa. Pero tan rápido como recortaron, los Wolves volvieron a aumentar la diferencia hasta los 8 puntos, aunque sin la sensación de dejar a los Kings completamente sentenciados. Y todo porque los visitantes tenían numerosas ocasiones para acercarse peligrosamente en el marcador y meter el miedo en el cuerpo, pero fallos en la zona y en tiros libres dejarían visto para sentencia el partido con un +9 a falta de 3 minutos. Así se llegaría al final con una victoria para los Wolves por 104-113. 

El mejor por los Kings fue sin duda Rajon Rondo, cerca del triple-doble, con 25 puntos, 12 asistencias y 8 rebotes. También colaboraron Koufos con un 15-15 y Belinelli con 14 puntos. Por los Wolves, los mejores fueron Towns con 26-11, Wiggins con 23 puntos y LaVine con 23.