La segunda mitad de los Washington Wizards deja sin opciones a los Nets

Brooklyn Nets 103 - 121 Washington Wizards

Los Washington Wizards se llevan el gato al agua en su pista frente a unos Brooklyn Nets que fueron totalmente aplastados en la segunda parte por los hombres de Randy Wittman.

La principal referencia ofensiva para los Wizards fue Bradley Beal, que terminó el partido con 25 puntos y 5 asistencias. Ramon Sessions fue el organizador, cumpliendo a la perfección el trabajo de John Wall y aportando 18 puntos y 13 asistencias. Por otro lado, Marcin Gortat fue el jefe de la pintura, con 16 puntos y 12 rebotes.

Por parte de los Nets, Thomas Robinson fue el único jugador con unos registros decentes, anotando 23 puntos (career high) y recogiendo 10 rebotes. Cabe destacar también la actuación de Sean Kilpatrick y Markel Brown, quienes, saliendo desde el banquillo, anotaron 15 y 13 puntos respectivamente.

El primer cuarto iba a comenzar con gran acierto para los Wizards, quienes empezaban con un parcial de 9 a 0 sobre los neoyorquinos, que fallaron sus primeros cuatro tiros (los Wizards los anotaron todos). Los Nets, aplicados en el movimiento del balón, no iban a tardan en recuperar dicha ventaja, igualando el partido a 17 cuando quedaban 5 minutos para finalizar el primer periodo. A partir de aquí, todo comenzó a entrarle de nuevo a los Wizards, quienes se las ingeniaron para conseguir asestar a los de Brooklyn un parcial de 13-6 en estos 5 minutos restantes. Así pues, el primer cuarto terminaba con ventaja para los de la capital, 30-23.

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El segundo cuarto iba a estar algo más igualado. Brooklyn comenzaba acercándose a 2 puntos, con un parcial de 7-2 al inicio del cuarto, pero los Wizards se volverían a alejar a 5 puntos con el paso del tiempo. Podemos definir la ventaja como un vaivén, donde los de Washington siempre estaban por delante. Con 6 minutos para el descanso, los de DC ostentaban una ventaja de 5 tantos, 33 a 38. Brooklyn metió quinta y consiguió igualar el partido en la decena de los 40 puntos, 42-42, y desde aquí al final la defensa fue nula y cada equipo anotaba jugada tras jugada, terminando con ventaja los Wizards por 54 a 52. El partido había sido muy igualado hasta ahora, y los Nets se servían de las pérdidas de los de la capital para seguir vivos, además de los puntos de segunda oportunidad que conseguían.

El tercer cuarto supuso un gran impulso para los Wizards. Los Nets no comenzaban muy acertados, y los de Randy Wittman lo aprovecharon (sirviéndose también de un gran Ramon Sessions) para conseguir la primera ventaja significativa de todo el encuentro. A falta de 6 minutos, a mitad de cuarto, los Wizards se colocaban a 10 puntos (62-72) de Brooklyn, ventaja que no conseguirían bajar de la decena los Nets. Pese a colocarse los de Nueva York a 8 con el tiempo cercano a 2 minutos para el final del periodo, los Wizards, con una explosión anotadora, consiguieron irse al último cuarto con una ventaja de 13 puntos, 88-75.

El último cuarto no fue otra cosa que un trámite para los de la capital, como viene siendo usual para los rivales de Brooklyn en estos últimos partidos. La ventaja aumentaba rápidamente a 22 puntos, 76-98 cuando todavía quedaban 9 minutos y medio para el final del partido. Los Nets estaban ya perdidos en este momento. La ventaja seguía aumentando y aumentando, hasta ser de 25 puntos (81-106) para aumentar a los 28 posteriormente. Al final, los Wizards bajaron el pistón y los Nets pudieron maquillar el resultado final que fue de 121 a 103.

Esta derrota suma la vigésimo séptima para los Brooklyn Nets, restando cuatro partidos únicamente para ellos en la temporada, de los cuales intentarán ganar alguno para disminuir las posibilidades de que la elección número uno del Draft la reciba Boston. Por su parte, los Wizards tienen los Playoffs casi imposibles, y consiguen su trigésimo octava victoria, por 40 derrotas.

Los Brooklyn Nets jugarán el próximo día 8, cuando vayan a visitar a los Hornets a Charlotte. Los Wizards también viajarán el día 8, pero pondrán rumbo a Motor City para enfrentarse a los Pistons.