Mientras que más de la mitad de los equipos de la NBA tienen su atención centrada en las eliminatorias por el título, para algunos como los Utah Jazz sólo queda mirar hacia la siguiente campaña, y el punto de inicio suele ser el draft, que este año se celebrará el 23 de junio en el Barclays Center de Brooklyn, hogar de los Nets. Normalmente la segunda ronda no es el mejor sitio para buscar esperanza, pero últimamente las franquicias se la toman más en serio y muchos clubs tienden a acumular multitud de elecciones en algunos años como producto de algún traspaso en el que ese pick se convierte en algo similar al jugador joven sin mucho cartel que rellena numerosas transacciones en las ligas mayores de béisbol. Es poco probable que el novato seleccionado tenga éxito, pero si lo tiene el beneficio supera con creces el coste.
Los Jazz tienen tres elecciones en la segunda ronda del draft de 2016: la suya, en el número 42, la de Celtics en el número 52 (producto de un traspaso por Grizzlies el día del draft de 2014 por Jarnell Stokes, número 35 del mismo) y la de Warriors en el 60 (como resultado del alquiler de espacio salarial proporcionado por Utah para que Golden State pudiese firmar a Andre Iguodala en 2013). Es difícil pensar que en algunas de esas posiciones se pueda encontrar a alguien que cambie el destino de la franquicia pero no se debe menospreciar la posibilidad de lograr buenos jugadores que ayuden a mejorar al equipo a bajo coste.
Con el fin de ilustrar el historial de los Jazz con respecto a la segunda ronda, hemos querido seleccionar los cinco mejores jugadores elegidos por Utah desde que se introdujo el sistema actual del draft de dos rondas en 1989. Hay algunos desastres, como el base de South Alabama Junie Lewis, que fue cortado en pretemporada con buen rapapolvo de Jerry Sloan incluido, pero también hay éxitos que merecen ser incluidos en la lista.
- Paul Millsap (47º/2006, ala-pívot/Louisiana Tech)
El tres veces All-Star con los Hawks es sin lugar a duda el mejor de todos los jugadores elegidos en segunda ronda por los Jazz. Aunque haya alcanzado el estrellato con Atlanta, Millsap lo hizo muy bien en Salt Lake City, y simplemente el timing no fue el propicio con la llegada de Derrick Favors desde Nets y el inicio del proceso de reconstrucción tras la salida de Deron Williams. Obviado por muchos equipos a pesar de ser el único en la historia en liderar la NCAA en rebotes tres temporadas seguidas, Millsap jugó 540 partidos con los Jazz, 265 como titular, promediando 12,4 puntos, 7 rebotes, 1,1 robos y 1 tapón por encuentro. Su actuación relevando a Carlos Boozer tras la lesión de este en 2009 abrió los ojos a mucha gente, y puso de manifiesto que era algo más que un reboteador, elevando su producción a 15,9 puntos y 10,3 rebotes en 38 titularidades y casi obligando a Sloan a tratar de darle minutos como alero para tenerle más tiempo en pista. Tras la marcha de Boozer a Bulls, Millsap formó una sólida pareja interior con Al Jefferson que llevó a los Playoffs a los Jazz en 2011-12, donde fueron destrozados por los Spurs. El de Louisiana está en el top ten de prácticamente todas las categorías estadísticas históricas de la franquicia, incluyendo cuarto en rebotes ofensivos.
2. Bryon Russell (45º/1993, alero/California State at Long Beach)
Probablemente el Jazz más famoso de esta lista y todo por su papel en el sexto anillo de los Bulls de Michael Jordan en 1998. Russell fue uno de los primeros ‘three and D‘ de la NBA, aunque su tiro de tres no fuera tan consistente todos los días. Su labor era complementar a los John Stockton, Karl Malone y Jeff Hornacek que lideraban la escuadra y fue clave en las dos finales alcanzadas por Utah a fines de los 90′. Su carrera acabó de manera poco reluciente, jugando en ligas semiamateurs, pero durante nueve años en Salt Lake City disputó 628 encuentros, 366 como titular, y promediando 9,2 puntos, 3,8 rebotes y 1,2 robos por encuentro, encestando además el 37,1% de sus triples. Número ocho histórico en minutos jugados con el club, en la campaña acortada por el cierre patronal en la 98/99 su rating defensivo fue de 99; su ofensivo de 111. El valor de Russell iba más allá de los números, pero cuando fue titular dio lo mejor de sí aumentando su aportación ofensiva hasta 14,1 puntos en la 99/00. Datos aparte, el elegido en primera ronda por Jazz en el 93, Luther Wright, apenas disputó 15 encuentros con Utah.
3. C.J. Miles (34º/2005, escolta/Skyline HS, Dallas)
Sorprendente elección la del actual Pacer directamente del instituto. Miles no jugó casi en su primer año, pero cuando tuvo la oportunidad se convirtió en un valioso role player en los Jazz de Deron Williams, elegido en el mismo draft. La ración de tough love del entrenador Sloan, incluyendo el famoso «no podemos ponerle pañales una noche, y un suspensorio otra». Miles se hizo con la titularidad momentáneamente a finales de la década pasada, ofreciendo un sólido tiro exterior y voluntariosa defensa, pero nunca consiguió lograrla de manera definitiva. En siete campañas en Salt Lake City promedió 8,4 puntos, 2,2 rebotes y 0,7 robos, pero su tiro de tres se fue deteriorando año tras año después de alcanzar un muy buen 39% en 2008 y los Jazz decidieron no retenerle al final de 2012. Número ocho histórico en triples encestados en la franquicia.
4. Jarron Collins (52º/2001, pívot/Stanford)
Actual puesto asistente de Steve Kerr en los Warriors, Collins jugó ocho años en Utah a pesar de sus raquíticos números. Con 2,11 metros de altura nunca fue un protector del aro y en ataque nunca desarrolló ningún tipo de herramienta que le hiciera viable a largo plazo, pero su labor como compañero y correcto posicionamiento en defensa hicieron que durase tantas temporadas. Al final del día lo que uno espera tan al final del draft es poder encontrar algo útil para el equipo, y claramente si Collins permaneció en Utah por tantos años algo de mérito tendría. Fue parte del glorioso equipo de la 03/04 que se quedó a un partido de los Playoffs a pesar de contar con Carlos Arroyo como base titular, Michael Ruffin y Tom Gugliotta como ala-pívots.
5. Mo Williams (47º/2003, base/Alabama)
Normalmente no conocidos por producir jugadores de baloncesto, Alabama fue donde el ahora Cavalier despuntó como base anotador. Estaba entre él y Shandon Anderson para este puesto – sí, el resto de la lista es desalentadora -, pero su papel – aunque pequeño – en ese mágico año 03/04 le dio el empujón final. Williams sólo duró un año, aunque después volvió en la 10/11 en el traspaso que envió a Lamar Odom a Clippers desde Mavericks. No fue muy destacable el rol que tuvo como tercer base por detrás de Arroyo y Raúl López, y tras ser cortado y firmar por los Bucks se convirtió en un muy buen jugador. ¿Tuvo poca paciencia Utah? La temporada siguiente entre el puertorriqueño y el catalán apenas sumaron 61 partidos y Howard Eisley y Randy Livingston tuvieron que disputar la mayoría de los minutos que hubiesen sido para Williams de haber seguido en la franquicia mormona.