La progresión de Andrew Wiggins

El canadiense progresa adecuadamente

Andrew Wiggins (Erik Drost CC)
Andrew Wiggins (Erik Drost CC)

Andrew Wiggins llegó con la rara sensación de ser moneda de cambio. Seleccionado en el primer pick del Draft de 2014 por Cleveland Cavaliers, fue traspasado de manera prácticamente inmediata a Minnesota para que los de Ohio pudieran tener a Kevin Love y formar así su Big Three.

Aunque ese papel nunca le ha molestado, declarando más de una vez que jugar en Timberwolves es lo mejor para su carrera, jamás sabremos si la progresión con un equipo hecho para ganar como los Cavs hubiera mejorado o no con la que está teniendo en Timberwolves. Lo que sí podemos afirmar es que Wiggins es uno de los aleros con más futuro en esta Liga, pero que quizás en la temporada siguiente deberíamos exigirle un punto extra más.

Y es que ser el número uno del Draft tiene sus ventajas, como el salario, pero también sus inconvenientes. Con apenas 20 años, y desde el primer momento, has de demostrar por qué te han elegido como primera opción para que entres en la mejor competición de este deporte. Podríamos pasarnos un día entero discutiendo números uno del Draft que han resultado ser un fracaso, otras segundas rondas, incluso la última elección, que han acabado siendo All-Stars, pero Wiggins ha tenido la suerte de compartir vestuario con elecciones del Draft que han acabado siendo grandes jugadores (LaVine, Dieng y Shabazz en el traspaso con Burke en 2013 con Utah, y sobre todo el rookie del año, Towns) y formando así una plantilla que, aunque aún no han demostrado grandes cosas ni han alcanzado el objetivo de la post-temporada, ilusiona a todo los aficionados de esta franquicia.

Pero, después de ver estas dos últimas temporadas, ¿la progresión de Andrew es la correcta? Sí, sin duda. Creo que no hay mejor franquicia para crecer como Minnesota. Y no porque el canadiense no pudiera ser titular en muchas otras franquicias, sino porque el hecho de tener a un playmaker como Ricky Rubio, una afición que si bien no es la más numerosa de la NBA, sí que apoya a sus jóvenes y entienden que esta época son años de transición, el sistema de juego está basado en jugar para sus promesas, y, por último, con Tom Thibodeau dará ese pequeño salto de calidad en tareas defensivas.

La defensa, el punto a mejorar de Wiggins

En ese apartado defensivo es precisamente donde más puede mejorar el bueno de Wiggins. Comparando sus estadísticas en estos dos años de carrera, podemos ver que en todos los apartados prácticamente se mantiene igual o mejora, destacando sobretodo en el apartado anotador, pero que en rebotes ha bajado un punto entero de un año a otro, no alcanzando ni los 4 rebotes de media. Comparándolo con el último número uno de Draft y compañero de equipo, Karl-Anthony Towns, el dominicano rara vez ha bajado del doble doble esta temporada. Exigirle eso a Andrew Wiggins sería como pedir peras al olmo, pero un esfuerzo más en defensa podría ser muy beneficioso para el canadiense.

Sin título

Como más de una vez he mencionado, Timberwolves necesita a Andrew Wiggins como el comer para seguir apostando por llegar a Playoffs esta temporada que viene. Partiendo de la base de que Wiggins ha de ser tratado como intransferible y uno  de los pilares básicos para que el conjunto de la plantilla logre o no triunfar, hay varios puntos en los que confiar en que Andrew logre aumentar dicha progresión:

  • Un playmaker ideal para desarrollar su juego: Ricky Rubio tendrá algunas carencias, pero para el estilo de juego que pueda ofrecer los Timberwolves es ideal para que Wiggins, junto con los demás compañeros, puedan aprovecharse de su rol como pasador y jugador de equipo.
  • Tom Thibodeau y su trabajo defensivo: Si anteriormente he recalcado la pequeña carencia en su juego defensivo, el fichaje de Thibodeau por Minnesota puede venirle que ni pintado al canadiense. El ataque gana partidos, la defensa campeonatos.
  • Una afición paciente: Si bien es cierto que ni de lejos es una de las mejores aficiones de la NBA, en Minnesota saben que esta etapa es de años de transición, donde hay que apostar por jugadores jóvenes y esperar que nuestra apuesta salga bien. A parte del frío clima de Minnesota, Wiggins recibe todo el cariño de sus aficionados y confían en él. y eso Andrew lo sabe.

Como conclusión, quizás si que esperaba algo más de Wiggins en esta temporada pasada, pero no hay que echarle las culpas a un sólo jugador de tan pobre balance al final de la campaña. Debemos aprender del pasado y seguir confiando en estos jugadores, que calidad les sobra. Seguro que nos darán más de una alegría. Solo dependen de ellos.