Irving, LeBron, y sus 82 puntos, fuerzan el sexto partido

El Game 5 disputado hace unas horas en el Oracle Arena era un ganar o morir para los Cleveland Cavaliers. Para alegría de la gran mayoría de aficionados de la NBA que podrán disfrutar por lo menos un partido más de estas finales, LeBron y compañía consiguieron derrotar a los Warriors. Para muchos este ha sido el mejor partido de toda la serie y no les falta razón, la primera parte fue un auténtico festival de anotación pero finalmente las actuaciones históricas de LeBron e Irving anotando 41 puntos cada uno decantaron el partido a favor de los de Ohio.

El partido empezó muy bien para los Warriors, que en pocos minutos se pusieron 9-3 y consiguieron anular completamente el ataque de los Cavs. Curry empezó a un gran nivel anotando 10 puntos en estos primeros minutos, ni si quiera el Dellavedova más agresivo fue capaz de pararle. En defensa, Iguodala estuvo a su nivel habitual en estas finales, pero a pesar de las buenas sensaciones para los Dubs, los Cavaliers les siguieron el ritmo gracias a las apariciones de LeBron y de JR Smith. El cuarto finalmente terminó con un 32-29 a favor del equipo local.

Los Cavs sabían lo que se jugaban y en el inicio del segundo cuarto pasaron por encima de los de Oakland dejando un parcial de 7-0. Cuando peor estaban los Warriors apareció uno de los Splash Brothers, Klay Thompson. El escolta realizó un cuarto espectacular y se puso con 26 puntos antes de llegar si quiera al descanso. A pesar de que Klay estuvo a un nivel sobrenatural, los Cavaliers no se despegaron del marcador y la pareja estrella de la noche, LeBron e Irving, empezó a carburar. Estos momentos en mi opinión fueron en los que más nivel hemos visto de toda esta serie, ambos equipos estaban imparables en ataque y los espectadores pudimos disfrutar de un gran intercambio de canastas. El cuarto terminaba 61-61, empate y se dejaba todo para la segunda parte.

Con un empate en el marcador uno de los momentos más importantes en el partido iba a ser el inicio de la segunda parte y en este ocurrió algo que condicionó completamente el partido. El pívot de los Warriors, Andrew Bogut, puso un tapón a J.R. pero tuvo una mala caída lesionándose de su maltrecha rodilla izquierda. Sin Green y sin Bogut, Kerr apostó por un «Ultra Small Ball». Debido a la falta de pívots pudimos ver durante muchos momentos del juego este quinteto, Livingston-Curry-Thompson-Iggy-Barnes. Esto fue aprovechado por los Cavs que se consiguieron poner de forma rápida con 10 puntos por encima, 85-75. Para solucionar esto, Kerr decidió realizar un hack a Tristan Thompson que no surgió efecto y el cuarto terminó 93-84.

Con este resultado, si el equipo local quería llevarse el partido tenía que mejorar mucho en el último cuarto y por desgracia de los aficionados de los Warriors, esto no ocurrió. En el momento en el que los de la Bahía de San Francisco se acercaban a 7 puntos, los de Ohio ponían una marcha más y volvía a dejar la ventaja en más de 10 puntos. Los Warriors no consiguieron meter ni un solo triple llegando a tener unos porcentajes nefastos, por su parte LeBron e Irving hicieron una auténtica sangría. El partido estuvo muerto desde el minuto 8 de este cuarto y finalmente el resultado fue de 112 a 97.

Los locales echaron mucho de menos a Green y su ausencia determinó el partido. Los Cavs tuvieron un gran ritmo anotador y en el momento en el que los Warriors dejaron de seguirles el ritmo, los de Ohio se distanciaron en el marcador. Las finales continúan y los Cavs intentarán poner el empate a la serie ante su público, por su parte los actuales campeones esperan poder repetir y como el año pasado ganar el título en el Quicken Loans Arena.

JUGADORES DESTACADOS:

GOLDEN STATE WARRIORS: STEPHEN CURRY (25 PTOS,7 REB Y 4 ASIST) Y KLAY THOMPSON (37 PTOS, 3 REB).

CLEVELAND CAVALIERS: LEBRON JAMES (41 PTOS, 16 REB Y 7 ASIST) Y KYRIE IRVING (41 PTOS, 6 ASIST).