Sergio Scariolo y su primer error de cara a los Juegos de Río

El seleccionador confecciona una lista polémica

españa sergio scariolo
Fuente: Javier Cebollada (EFE)

Nunca he sido de Sergio Scariolo. Cada seguidor confía más o menos en unos entrenadores, le gustan por una serie de cosas y por otras les dejan de tener aprecio. En mi caso nunca he confiado en el técnico italiano. No me daba buenas sensaciones y cada vez, salvo una par de contadas ocasiones, no me ha callado la boca.

Ese par de ocasiones son la final olímpica de 2012 ante Estados Unidos, en la que el conjunto español salió increíblemente motivado y con un gran planteamiento que muy cerca les dejó de llevarse el oro, y el pasado EuroBasket. He de decir que su regreso a la selección tras la destitución del sinvergüenza de Orenga no me agradó, aunque desde luego mejoraba lo que había, aunque no fuese muy complicado.

Tuve la ocasión de acudir a un par de ruedas de prensa de Scariolo y no me gustaron sus respuestas. La inteligencia de los entrenadores es vital, al igual que otros como Fotis Katsikaris me impresionaron, las respuestas del italiano me parecieron demasiado simples. Llamadme quisquilloso, puede que lo sea.

A esto se unen sus rotaciones, lo que menos me gusta del italiano. Cambios ilógicos en muchos encuentros, jugadores que están cumpliendo y pasan al banquillo o la entrada de viejos guerreros que viven el declive de sus carreras y acuden al combinado español por nombre y no por méritos. Además de las lamentables preparaciones de cara a las citas veraniegas, con rivales de poca entidad que no ponen a punto a la selección.

El único punto positivo que le veo, aparte de brotes de genialidad que acuden a su cabeza cuando menos te lo esperas en grandes ocasiones, es su conexión con los jugadores. Es innegable que Sergio Scariolo conecta muy bien con los jugadores de España, sobre todo con Pau Gasol. Los hay mejores, pero tener a tu estrella cómoda, cuando se trata de uno de los jugadores más destacados y dominantes de la historia del baloncesto FIBA, cobra desde luego una vital importancia.

A pesar de que no me guste no le puedo, ni yo ni nadie, quitar ningún mérito por el oro conseguido en el último Europeo. España venía de la terrible decepción del MundoBasket 2014, disputado precisamente en nuestro país, y con selecciones como Serbia y Francia con mejores plantillas, incluso Grecia o Italia si me apuras. Lo de España rozó la épica, con un Pau Gasol intratable que dejó de nuevo su huella en los libros de historia. Sergio Scariolo tuvo mucho mérito y por primera vez me calló la boca de forma contundente.

Año 2016. Hechos realmente destacados han ocurrido este año, pero si algo resalta en el calendario de un fanático del deporte es sin duda el mes de agosto. Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro llegan. A diferencia del fútbol los seguidores del baloncesto podemos disfrutar cada verano de una competición, ya sea EuroBasket cada dos años o MundoBasket y Juegos cada cuatro. Nos hartamos de ver jugar a la selección española y nos hartamos de verla ganar títulos, por lo menos desde hace unos años. Pero sin duda la gran atracción de los Juegos en la sección de baloncesto es Estados Unidos, esa máquina plagada de estrellas preparada para arrasar con descaro y espectáculo a partes iguales.

Eres un iluso si piensas que puedes ganar al Team USA y más de un milagro debe ocurrir para poder vencerles, porque incluso llevando a su equipo B, C o D o poniéndoles contra las cuerdas como en la final de 2012 siguen teniendo ese aura de superioridad que parece permitirles controlar y cerrar el partido cuando lo necesitan.

Sin duda el objetivo de España es repetir final olímpica, en la que estará el conjunto dirigido por el legendario Mike Krzyzewski, y repetir las platas de 2008 y 2012, con la mirada y los sueños puestos en un oro que significaría una de las mayores sorpresas del deporte.

Tu lista de 12 seleccionados debe ir pensada para hacerlo lo mejor posible, pero también para hacer frente al mejor equipo, el de los Estados Unidos de América. En años anteriores el poderío español en el interior, con los Gasol e Ibaka, era la gran arma frente al Team USA, algo que este año deja de valer gracias a su brutal pintura. Scariolo ha sufrido varios contratiempos con las lesiones, pero desde luego no ha elegido a los reemplazos adecuados en mi opinión.

Aquí la lista de España y cómo figuran por posiciones:

  • Bases: Ricky Rubio, Sergio Rodríguez y José Manuel Calderón.
  • Escoltas: Sergio Llull y Juan Carlos Navarro.
  • Aleros: Rudy Fernández y Álex Abrines.
  • Ala-pívots: Nikola Mirotic y Víctor Claver
  • Pívots: Pau Gasol, Felipe Reyes y Willy Hernangómez.

Para empezar, los lesionados: Marc Gasol, Serge Ibaka y Pau Ribas. Tres bajas muy sensibles, especialmente por su aportación defensiva, el gran talón de Aquiles del combinado. Sin el pívot de los Grizzlies era obligatorio quedarse con Ibaka, que si bien en la NBA se ha estancado, en FIBA es un depredador que aporta músculo, intimidación y espectáculo. Sin embargo el nuevo jugador de Orlando Magic también sufrió el mal de las lesiones y tras hablar con Scariolo decidieron no incluirle en la lista de convocados. Primer mazazo para un juego interior que llegará a Río con una defensa de risa.

En el juego exterior Pau Ribas parecía otra elección obligatoria, más aún después de lo demostrado en el pasado EuroBasket. Defensa, polivalencia y efectividad son las claves del jugador el FC Barcelona, al que una lesión en el pie le impide reforzar todos los puestos, desde base hasta las alas, de la selección.

En el juego interior Sergio Scariolo no ha tenido nada de fortuna. Con las bajas de Marc y Serge la pareja titular será Nikola Mirotic y Pau Gasol, es decir, dos ala-pívots con mucho ataque y poca defensa, nula en el caso del ex del Real Madrid. Mirotic me preocupa mucho. En el pasado EuroBasket no fue decisivo en ataque salvo en un par de encuentros y su defensa y rebote son realmente desquiciantes. En el juego interior sólo Víctor Claver aparece como figura defensiva.

Aquí quiero hacer un inciso hacia los miles de haters que no han visto últimamente a Claver. Cierto es que ha estado años deambulando por las pistas y que su presencia en la selección se debía más a sus cualidades que a sus méritos. Pero ya en su regreso a Europa tras ser cortado en la NBA, en el pasado EuroBasket y en la presente temporada, en la que ha llegado a la Final Four de la Euroliga con el Lokomotiv, Víctor Claver se consolida como un especialista defensivo, muy capaz de rebotear, con buena mano desde el triple y con un físico privilegiado. Hace dos años las bromas sobre él estaban más que justificadas, ahora ya no. Se trata del mejor defensor del equipo de Scariolo.

Por dentro prima el ataque, como ya he dicho, además de las presencias del eterno Felipe Reyes y del aún verde Willy Hernangómez. Pinturas como la lituana, la argentina o la francesa pueden mandarnos a paseo más que por su calidad por su dureza, sin mencionar a la muy superior estadounidense con Draymond Green, DeMarcus Cousins o DeAndre Jordan. O está Pau Gasol muy inspirado o el juego interior va a tener un claro déficit negativo.

En el exterior hay dos jugadores que van convocados y que me parece una auténtica vergüenza. José Manuel Calderón y Juan Carlos Navarro. Sin duda son dos de los mejores jugadores de baloncesto de la historia de España y que han dado mucho a la selección, pero que sus carreras llevan dos años en cuesta bajo y sin frenos es un hecho indiscutible.

El nuevo base de Los Angeles Lakers se arrastra por las pistas de la NBA desde hace un par de temporadas, con un nivel defensivo lamentable que hace All-Star a todos los bases a los que se enfrenta. Su estilo de juego, lento y cerebral, no encaja en absoluto en una selección en la que se busca la velocidad. Decisión incomprensible la de llevar a Calderón, que debería volver a Europa para hacer algo útil en su final de carrera.

Por su parte, Juan Carlo Navarro, aún mayor leyenda que Calderón, ha vivido más lesiones que el base, pero su rendimiento lleva años lejos de aquel escolta que maravillaba con canastas imposibles y el clutch en las venas. Muchos justifican su elección con «todavía tiene calidad», pero en Barcelona ven esos brotes de genialidad menos aún que nosotros los de Sergio Scariolo.

En resumen, dos jugadores que van a aportar en negativo sobre la pista, salvo sorpresa si a Navarro le da por dejar de hacer flopping, y por los que jugadores como Guillem Vives o Fernando San Emeterio se quedan fuera. Incluso se hablaba de una posible vuelta de Pau Ribas al equipo si se recuperaba rápidamente de su lesión, pero Scariolo no ha dado opción y lleva a dos jugadores por nombre y no por méritos.

A día de hoy se ve a España como candidata a medallas, lo es, es imposible negarlo. Al igual que no se puede negar que la forma física del equipo deja mucho que desear a menos de una semana del inicio de los Juegos. Al igual que la defensa en este torneo va a ser peor incluso que en pasados torneos. Y al igual que Sergio Scariolo ya ha cometido su primer error con una lista errónea, en la que tira de viejas leyendas que deberían hacer un poco de reflexión y hacerse a un lado para dejar que otros ocupen su puesto.

Sinceramente espero que me calles la boca, Sergio. Espero que la selección se ponga a tono durante la competición, aunque haya menos margen de maniobra que en el EuroBasket, y que se consiga llegar a la tercera final olímpica consecutiva. Espero que me calles la boca, Sergio, aunque desde luego no has comenzado con buen pie.