Rose, impaciente por comenzar su carrera en los Knicks
El jugador ha sacado su nueva línea de zapatillas: D Rose 7
El traspaso de Rose desde Bulls a Knicks podría haber sido el movimiento más llamativo en toda la Agencia Libre de este año, de no ser por la salida de un tal Kevin Durant de Oklahoma dirección Golden State. Sin embargo, la noticia de Derrick como nuevo jugador de la franquicia neoyorquina cayó como agua de mayo sobre los fans Knickerbokers.
Junto con la firma de su contrato por el equipo de Nueva York, la marca deportiva Adidas también se puso manos a la obra y empezaron a diseñar sus nuevas zapatillas con los colores de Knickers.
«Todo esto fue antes del traspaso. Me enseñaron una muestra de la zapatilla, era todo blanca con algo de naranja y yo estaba como: Tío, ¿para qué me han mandado una zapatilla naranja? Y de repente, me envían a los Knicks y yo fue como : ¿Esto ha sido una señal?
No podía creerlo al principio, me dolió un poco incluso. Estar alejado de tu familia, de tus hijos, moverme de mi hogar, eso te va a afectar, no importa quien seas, te va a afectar».
Con 27 años, Rose está encantado de jugar en Nueva York y con ganas de demostrar que ha vuelto después de sus largas y duras lesiones.
«Voy a un gran mercado. A una ciudad donde les encanta el baloncesto y en la que incluso existe una cultura. Sólo le gustan los jugadores que juegan realmente duro, que lo dan todo por el equipo, y creo que yo encajo bastante bien en ese papel».
Antes de que Rose se fuese de tour por Asia para la presentación de campamentos de baloncesto, conocer a los fans, presentación de zapatillas, etc. El jugador entrenó en su casa de verano en Los Angeles con el entrenador Rob McClanaghan y unos cuantos compañeros de equipo como Kristaps Porziņģis, Sasha Vujačić, Brandon Jennings y Courtney Lee.
«Simplemente me encanta el grupo, creo que todos estamos en el mismo rollo y me gusta la cultura que Phil está creando y me gusta que toda la franquicia esté trabajando en ello».
«Siento que no estoy acabado aún. Es un nuevo comienzo, me siento rejuvenecido y si pones todo eso junto, cuando piso la cancha, no sé realmente que esperar. Lo que estoy haciendo ahora mismo es prepararme para algo grande. Creo que tenemos la posibilidad de ganar cada partido, y eso en la liga es raro».
El que fue en su día Rookie del año de la NBA y el MVP de la temporada 2010-2011, afronta ahora el que seguramente sea su mayor reto hasta la fecha: poder demostrar que aún le queda gas para rato, volver a ilusionar y volver a ser el Derrick Rose que enamoraba con cada entrada a canasta que realizaba.
