Jeff Hornacek, la evolución en Phoenix y su nuevo trabajo en los Knicks

Repasamos la situación de las tres partes

Jeff Hornacek
Jeff Hornacek, trabajando con su nuevo equipo. Nil Alemany (SB)

Los Phoenix Suns ganaron anoche a los New York Knicks en la vuelta de Jeff Hornacek a Arizona. Jeff Hornacek volvía a la que fue su casa no sólo como entrenador, si no también como jugador por allá en los años noventa. En seis años, disputó 468 partidos, anotando  13.7 puntos, capturando 3.7 rebotes y repartiendo 5.4 asistencias en 30 minutos por encuentro.

Después, fue traspasado a los Sixers en un pack muy completo por el cuál desembarcaría en Arizona una de las leyendas de la franquicia de los Phoenix Suns: Charles Barkley. Aún así, donde más recordamos a Hornacek es en Utah, rodeado de leyendas como John Stockton y Karl Malone. Menudas batallas vimos a finales de los 90′ con los Chicago Bulls de Michael Jordan y… Phil Jackson. Su actual jefe.

Sin embargo, la carrera de Jeff Hornacek en Phoenix no tocaría a su fin. El ex-jugador, décadas más tarde, pasaría a ser el entrenador jefe de la franquicia, después de varios años trabajando como asistente. Sin duda, su etapa como entrenador en Phoenix fue muy buena. Llevó a un equipo joven y prácticamente sin esperanzas a las puertas de los Playoffs, año tras año. Luchando contra corriente, los Phoenix Suns jugaban un estilo de juego muy vistoso. Muy ofensivo, con muchas penetraciones y muchos triples. Sin embargo, no todo fue tan bien. En la pasada y última campaña allí, Jeff Hornacek fue despedido tras 49 partidos en los Suns. 

¿La razón? Al parecer, los Phoenix Suns tenían un objetivo: el tanking. Y, Jeff Hornacek, parecía empeñado en ganar. Aún con tantas lesiones, tantos infortunios y malas gerencias en la franquicia, el equipo ganaba muchos partidos. Demasiados para tankear, demasiado pocos para competir. En tierra de nadie. Entonces, los Phoenix Suns, el primero de febrero, cortaron la relación contractual con Jeff Hornacek.

Así les fue a los Phoenix Suns sin Jeff Hornacek.

En su lugar, llegaba Earl Watson, uno de los entrenadores más jóvenes de la liga junto a Luke Walton. La verdad es que los últimos años nos estamos inflando a ver entrenadores muy jóvenes y prácticamente «inexpertos» como primer entrenador en la NBA. Brad Stevens, Fred Hoiberg, Luke Walton, Earl Watson… El caso es que el bueno de Earl, llegó y cumplió.

Con Horny los Phoenix Suns ganaron un 28.6% de sus partidos. Con Watson, se bajó esos números hasta 27.3%. El equipo empeoró prácticamente bajó en todos los apartados estadísticos exceptuando el rebote, pues con Watson quizá no vimos ese small ball tan característico de la anterior etapa. Más allá de las típicas estadísticas, hay que fijarse con más ahínco en otras cosas. Lo llamativo es que el rating del equipo prácticamente no tiene variación ni en ataque ni en defensa. Simplemente, perdían. Algo similar a lo que están haciendo este año, donde no nos vamos a extender mucho pues la plantilla ya cuenta con muchas diferencias.

Gracias a esas derrotas y un par de movimientos en verano, los Phoenix Suns incorporaron desde el Draft a Bender y a Chriss. El primero, sabemos que tendrán que esperarle un poco mientras que el segundo está ofreciendo un rendimiento inmediato aceptable. Ahora, los Suns parecen abocados a otra temporada muy abajo. El año que viene, con una buena ronda, y el crecimiento de jóvenes como Devin Booker o los ya mencionados, este equipo puede empezar a competir poco a poco. De hecho, la segunda juventud de Tyson Chandler es un grano de esperanza mientras que el pobre rendimiento de Brandon Knight  desespera a los aficionados.

La nueva vida de Jeff Hornacek: los New York Knicks.

Jeff Hornacek firmó por los New York Knicks este verano después de un año catastrófico en cuanto al banquillo. Derek Fisher, en año y medio, no consiguió dar con la tecla del equipo en ningún momento, si bien es cierto que la plantilla tampoco daba para mucho más. Fisher acabó en la calle tras una malísima racha del equipo justo cuando parecía que empezaban a carburar – algo que aún intento comprender -. Y, para colmo, en su lugar llegaba Kurt Rambis. De Guatemala a Guatepeor, vaya. En fin, gracias Dios Kurt Rambis finalmente no siguió en el puesto este año.

Sin embargo, la contratación de Jeff Hornacek fue, en su momento, sorprendente. Phil Jackson se pasó meses hablando del triángulo, la clave de todo, el centro del universo, la receta de la gloria… Y firma a un entrenador prácticamente antagonista a ese sistema. Según sus palabras posteriores, con Jeff Hornacek se buscaba una especie de modernización del triángulo. Y, de momento, ha llegado. Jeff está haciendo un buen trabajo con la ofensiva de los New York Knicks. Además, el maestro Zen fue inteligente a la hora de sumar nuevos jugadores  que se adaptaran al sistema de Jeff Hornacek. 

Derrick Rose y Brandon Jennings son dos tipos de bases muy diferentes pero a su vez muy adaptables al nuevo sistema. Justin Holiday está sorprendiendo y Jeff Hornacek no le pone mordaza. Si tiene que jugar antes que Courtney Lee, lo hace. ¿Que Lance Thomas no está bien por su fascitis plantar? Pues oportunidad para Kuzmisnkas y lo aprovecha. ¿Que Joakim  Noah no está a su mejor nivel? Jeff Hornacek lo compensa con una extraordinaria rotación interior en función de las necesidades del equipo. 

En general, los New York Knicks están teniendo un buen inicio de temporada a los mandos de Jeff Hornacek. Sin embargo, hay dos defectos que deben ser mencionados. El primero, es el saber parar el partido. Al coach le está temblando la mano a la hora de pedir tiempos muertos cuando el equipo no va bien y muchas veces, cuando lo hace, el rival ya  ha metido una buena ventaja. Lo otro: Ron Baker. Si bien es cierto que en otras posiciones se han dado más oportunidades, Ron Baker no las ha tenido. Ni siquiera con la baja de Derrick Rose ha conseguido continuidad y eso es algo que, tras su buena preseason, debe por lo menos intentarse. 

Los Phoenix Suns, perdiendo pero viendo como crecen sus jóvenes y dejan destellos. Los New York Knicks, sonriendo mientras ganan partidos y están en  la parte alta del Este. ¿Podríamos decir que la marcha (y posterior llegada a los Knicks) está siendo un win-win para todas las partes?