Los Houston Rockets van hambrientos camino del éxito

Están cuajando una gran temporada

James Harden lidera la buena temporada de los Houston Rockets. Fuente: Keith Allison (CC)
James Harden lidera la buena temporada de los Houston Rockets. Fuente: Keith Allison (CC)

Los movimientos en la plantilla eran necesarios empezando desde el banquillo, siendo Mike D’Antoni el seleccionado de entre más de una decena de entrenadores para sustituir a Kevin Edward McHale tras una mala temporada (41-41) clasificándose de milagro para los playoffs con la octava plaza de la conferencia oeste.

La llegada del nuevo entrenado trajo consigo una serie de críticas, no pocas, que a pesar de la buena temporada que está llevando a cabo, las sigue teniendo, sobre todo de parte de los defensores de la defensa, valga la redundancia. Lo cierto es que en estos Rockets encaja su filosofía de juego, sobre todo con las llegadas de Eric Gordon y Ryan Anderson. A su vez, el hecho de traer a Mike D’Antoni ha supuesto la salida de Dwight Howard, con quien como ya sabemos, no estableció muy buena relación en su estancia en Los Ángeles Lakers. La salida de dicho pívot no ha hecho que se lleven las manos a la cabeza en Houston ya que, aunque no sea lo mismo, Clint Capela trabaja bien.

Los cambios se han empezado a notar desde el minuto uno, un equipo con nivel óptimo de juego exterior que ha superado el récord histórico de triples intentados por partido y que de seguir así acabará consiguiendo el de mayor número de triples anotados.

Como decía, la temporada pasada consiguieron un total de 41 victorias y 41 derrotas, no muy buenos números que digamos. En cambio, en lo que llevamos de la actual temporada (48 partidos, poco más de la mitad) los datos obtenidos son los de 34 victorias y  14 derrotas. Esto quiere decir que solo hacen falta siete victorias más para igualar lo conseguido el pasado año, y quedan 34 partidos para conseguirlo. No creo que haya dudas de que se superará con creces.

Centrándonos en las estadísticas, los datos son notablemente mejores con respecto a la temporada anterior. Es cierto que queda mucha liga, pero eso no quiere decir que tengan que ir a peor…

Con respecto a lo más notable, los puntos por partido, son 114.5 los conseguidos a día de hoy, tan solo superados por los Golden State Warriors (aunque en total los Rockets han anotado 200 puntos más, 5500 puntos). Los tiros de campo rozan el 50% de efectividad de media por encuentro y si nos fijamos en los rebotes nos encontramos con una media 44.1 por partido, 2115 en total. Hablando de asistencias realizadas, el total de 1229 se reparten en una media de 25.6 por partido. Todo ello viene acompañado de que es un año en el que las faltas que se han cometido no superan las 950. La buena posición en la clasificación de los Houston Rockets no es casualidad, y es que estos números no se conseguían desde tiempos inmemoriales, ello ayuda a que la media del equipo, a excepción de los tiros libres (y eso que se supera el 76% de acierto) supere en todos estos ámbitos a la media de la liga en general.

Los únicos aspectos donde encontramos mejores datos en otras temporadas relativamente cercanas son las pérdidas de balón, que a pesar de haberlas ido corrigiendo se recuerdan mejores números en la temporada 2011/2012; también en los robos por partidos, que aunque sea la media de 8.3 y se sume un total de 396 en lo que llevamos de temporada, en la pasada campaña se llegó a los 10 robos de media. Con respecto a los tapones realizados en cada partido, solo se supera este año a la temporada 2012/2013, siendo este el único déficit notable.

Las mayores hazañas obtenidas este curso por la franquicia tejana y a pesar de comenzar perdiendo contra unos Lakers bastante flojos, son las dos grandes rachas de victorias consecutivas: la primera fue de diez jornadas sin conocer la derrota en la primera mitad de diciembre, siendo el conjunto vecino de los San Antonio Spurs quien consiguió romperla; la segunda fue de nueve partidos seguidos ganando, que empezó a finales de diciembre y finalizó el pasado día 12 de enero en el desplazamiento a Minnesota para jugar contra los Timberwolves, que precisamente enlazó con la racha de derrotas más larga hasta la fecha (2), siendo la segunda contra los Memphis Grizzlies. Entre estos encuentros cabe destacar el partidazo ante los Warriors a domicilio (victoria 132-127) y la paliza a los Sacramento Kings (132-98) en el Toyota Center; además remarcamos el encuentro con mayor anotación de la vigente campaña, victoria contra Los Ángeles Clippers (140-116) también en Houston. El lado malo llega de mano de las peores derrotas, frente a Atlanta Hawks (97-112) y contra los Warriors (108-125).

En términos individuales los Houston Rockets también dan para mucho, pero como no puede ser de otra forma, James Harden destaca por encima del resto. El de California, dos veces mejor jugador de la semana este año y mejor jugador del pasado mes de diciembre, va como un tiro su quinto All Star Game, esta vez como titular, además, indiscutible; siendo claro candidato al MVP de la liga regular. A su media de 28.6 puntos por partido, se le suman las 11.6 asistencias y los 8.2 rebotes, sumando 1373 puntos, 555 asistencias y 395 rebotes en total. Ello de la mano de la cantidad de triple dobles que está consiguiendo esta temporada, destacando evidentemente aquel que consiguió contra los New York Knicks para cerrar el 2016: 53 puntos, 17 asistencias y 16 rebotes; la bestialidad con la que logró igualar a Wilt Chamberlain con la mejor puntuación en un triple doble, convirtiéndose en el primer jugador en la historia de la NBA en superar 50 puntos, 15 asistencias y 15 rebotes en un solo partido… ¡Cosas de “The Beard”!

Otro jugador que llama a la puerta del All Star es Eric Gordon, que recién llegado de New Orleans se ha ganado el cariño y el respeto de toda la Red Nation gracias a su facilidad para anotar tiros de tres.

Sam Dekker por fin ha podido estrenarse e incluso ha aparecido en el quinteto inicial, jugando el pasado día 22 de enero contra los Grizzlies y anotando 30 puntos en 35 minutos, por sorpresa para algunos más que otros, y gracias a la baja de Ryan Anderson.

La resurrección la protagoniza Nenê Hilário. El brasileño, a pesar de sus 34 años de edad parece otro distinto en el equipo de los Rockets, se encuentra cómodo y enérgico en los minutos que va disputando y su experiencia es una gran aportación al equipo de Mike D’Antoni.

Después de como marchó la temporada pasada, lo que está sucediendo este año es una grata sorpresa, y es que este equipo está dando el campanazo, gracias, en parte y a pesar de que muchos lo nieguen, al nuevo entrenador; no obstante, en una parte de la afición ha sucedido con él lo mismo que sucedió en New York con Kristaps Porziņģis, en su llegada se le abuchea y al cabo del tiempo se le aplaude.

Lo que está muy claro es que si todos siguen trabajando igual, los frutos se verán recogidos, y aunque actualmente ocupa la tercera posición de la conferencia este, no será extraño que veamos a estos jugadores peleando por la primera posición con los Warriors y los Spurs. Además sus números le sitúan, haciendo una clasificación general, por delante de los Cavaliers, que dominan en el este.