Bob Myers, el escultor de los Warriors

El GM de los Warriors ha hecho un trabajo increíble

Bob Myers
Bob Myers ha conseguido convertir a este equipo en uno de los grandes de la historia – nikk_la (CC)

Si se menciona el nombre de Golden State Warriors a todos se nos vendrá a la cabeza una imagen de éxito y de los jugadores que lo han hecho posible. Dos MVP’s consecutivos para Stephen Curry, la gran capacidad de tiro de Klay Thompson, la defensa y la garra de Draymond Green, el talento puro de Kevin Durant, la veteranía de Iguodala… Si a toda esa mezcla le pones un gran cuerpo técnico con Steve Kerr a la cabeza y Mike Brown sentado a su lado, lugar por el cual también han pasado actuales entrenadores de la liga como Luke Walton o Alvin Gentry, te queda un equipo muy difícil de superar. Pero… ¿Qué hubiera pasado si ninguna de esas personas hubiera acabado haciendo su trabajo bajo la disciplina de la franquicia? ¿Qué podría haber ocurrido si ninguno de estos hombres hubiera vestido la camiseta de Golden State? Es difícil imaginarse a unos Warriors sin Curry, Thompson, Green o hasta el propio Durant, que se unió al equipo el pasado verano. Todo esto es responsabilidad de una persona que tiene nombre y apellido, Bob Myers.

Bob Myers nació en Danville, una pequeña ciudad de la Bahía de San Francisco. Creció apoyando a su equipo local, los Golden State Warriors, y hasta incluso llegó a jugar a baloncesto a nivel profesional en la Universidad de UCLA. Si Bob Myers nunca hubiera sido elegido como General Manager de la franquicia, probablemente este equipo jamás hubiera tenido el éxito que tiene y nunca hubiese sido la organización que es hoy en día. Bob Myers no es un ejecutivo cualquiera, a pesar de ser el principal causante de la situación actual del equipo, no deja de ser una persona normal y corriente. Creció en un ambiente humilde, algo que caló de lleno en su personalidad. Es un tío cercano que no le importa tener que hacer cosas fuera de su trabajo como ayudar al equipo en los ejercicios del entrenamiento o tener que ir a limpiar los baños de la oficina; sí, también limpiaba baños cuando llegó al equipo. Su cabeza prodigiosa ha conseguido juntar todo el talento que hay en la actualidad en este equipo y nada hubiera sido posible sin él. Esto le ha llevado a ganarse el apoyo de God Myers, (Dios Myers entre los aficionados de la franquicia). Es capaz de sacar de segunda ronda de Draft a una futura superestrella sin que te des cuenta, pero eso forma parte de su rutina y su deber. Muchos podrían hablar de casualidad, pero cuando esto se repite más de una vez, nadie puede poner en duda sus capacidades como GM. Golden State nunca contó con un gran jugador que se uniera al equipo en la agencia libre o con una primera ronda del Draft, entonces, ¿cómo han conseguido convertirse en un equipo puntero de la NBA? Vamos a repasar algunos de los hechos que han llevado a Bob Myers a ser uno de los mejores ejecutivos de la NBA.

Jerry West y Klay Thompson

Bob Myers llegó al equipo en la temporada 2010-2011, por tanto, no fue el encargado de seleccionar a Stephen Curry en el Draft del 2009; si hubiera sido él, ahora mismo tendrían un altar puesto delante del Oracle Arena. En el verano de 2010 decidió llevar a cabo un movimiento maestro que permitió a los Warriors seleccionar a uno de sus jugadores clave y que ha seguido teniendo impacto a lo largo del tiempo con las incorporaciones que han llegado al equipo. Bob Myers, mantenía una buena relación con toda una leyenda de esta liga, Jerry “el logo” West debido a sus años juntos cuando Myers ejercía un cargo en la dirección de la sección de UCLA. Así, consiguió convencerle para que llegara a Golden State como miembro de la junta ejecutiva del equipo. Entonces se produjo un movimiento maestro. Los Warriors poseían la elección número 11 del Draft de 2011. Nos encontrábamos en la “Jimmermanía”; Jimmer Fredette había salido de la nada de una Universidad llamada Brigham Young. Consiguió actuaciones auténticamente sorprendentes, pero acabó siendo un auténtico pufo. Démosle las gracias a Sacramento Kings, que decidió elegirlo en la posición número 10 y justo después se escuchó a David Stern decir… “With the eleventh pick in the 2011 NBA Draft; the Golden State Warriors select… ¡Klay Thompson! from Washington State University.” El splash brother llegaba a la Bahía de manos de Jerry West, que eligió a su gusto al jugador que conseguiría batir el récord de puntos anotados en un solo cuarto. Con esta elección no podían empezar mejor las cosas para un Bob Myers que ambicionaba con construir un equipo que compitiese por el anillo, pero aún quedaban muchas reformas por hacer.

El traspaso de Monta Ellis

Las cosas seguían sin funcionar para los Dubs, así que se decidió tomar una medida drástica que permitiera mejorar la situación del equipo. El equipo decidió desprenderse de uno de los jugadores preferidos de la afición, Monta Ellis, a cambio de Andrew Bogut, que estaba lesionado. Decisión muy arriesgada, pero desde las oficinas sabían que faltaba una pieza que se preocupara esencialmente por la defensa; un pívot intimidador que se paseara por la zona con cara de pocos amigos. Finalmente, acabó siendo una gran idea y el equipo mejoró su récord de una temporada a otra. Aún quedaba mucho trabajo por hacer; se acababa la temporada y llegaba el Draft, el momento perfecto para que Bob Myers se remangara y comenzara a hacer su magia.

Los Warriors sacan tres joyas del Draft

Teniendo dos elecciones de primera ronda, siete y 30, y una de segunda, 35, nadie esperaba que el Draft iba acabar favoreciendo tanto a Golden State. En la primera ronda llegaban Harrison Barnes y Festus Ezeli, pero la gran sorpresa fue que los Warriors draftearon a uno de sus mejores jugadores en la posición número 35, Draymond Green. De esa manera se obtenía un gran jugador que había demostrado ser una fuerza de la naturaleza en Carolina del Norte, un gran pívot con mucha proyección y un jugador que había sorprendido que acabara tan abajo en este sorteo. Sin estos tres jugadores los Warriors jamás hubieran sido capaces de ganar el anillo en 2015 y la llegada de Kevin Durant tampoco se podría haber producido. No se recuerda a ningún equipo que hubiese sacado tanto provecho a un Draft en estos últimos años.

Fichaje de Andre Iguodala

La temporada 2012-13 fue de ensueño para este equipo. Tras muchos años sin conseguir clasificarse para los Playoffs, consiguieron derrotar a un gran equipo como los Denver Nuggets en primera ronda y luchar en las semifinales de Conferencia con uno de los grandes equipos de la década como son los Spurs de Gregg Popovich. En el siguiente verano se produjo un movimiento muy favorable para el equipo. Por primera vez un gran jugador había mostrado su deseo de unirse a los Warriors. ¡Sí, a los Warriors, no estoy bromeando! La adquisición de Andre Iguodala se produjo mediante un sign and trade y, de esta manera, Golden State añadía a toda una estrella de la liga con mucha experiencia a ese grupo de jóvenes jugadores. A pesar de estas circunstancias, el equipo acabó cayendo en primera ronda frente a los Clippers de Doc Rivers, que acabarían dando mucha guerra a los finalistas de Conferencia, Oklahoma City Thunder.

Fichaje de Steve Kerr

Era la hora de tomar medidas drásticas. A pesar de la gran proyección del equipo en las últimas temporadas, se decidió prescindir de Mark Jackson. Ahora, tenían que hacerse con los servicios de un gran entrenador que estuviera dispuesto a tomar el mando de este grupo con mucho futuro. Stan Van Gundy les rechazó y pusieron sus ojos en Steve Kerr, que nunca había sido entrenador y que estaba a punto de firmar un contrato con los Knicks de un Phil Jackson que estaba dispuesto a cambiar el rumbo de la franquicia neoyorquina. Al conocer el interés de Golden State decidió rechazar a los Knicks para poner rumbo a Oakland, donde le esperaría un grupo de jugadores con gran talento que le llevarían a conseguir su primer campeonato estrenándose en los banquillos.

Adquisición de Kevin Durant

Tras una temporada de récord en la que Golden State consiguió superar el récord de victorias en temporada regular de los Bulls de la 95-96, los Warriors llegaban a los Playoffs con los deseos de ganar su segundo anillo consecutivo. Ya todos sabéis qué es lo que sucedió después. Tras caer estrepitosamente en las Finales de 2016, Bob Myers decidió poner sus ojos en una superestrella que les ayudara a competir por el anillo la temporada siguiente. Su nombre es Kevin Durant y acabó sucumbiendo a los encantos de Myers y de un Jerry West que fue crucial para conseguir la incorporación de uno de los mejores anotadores de la historia de la liga.

Bob Myers ha sido el escultor de estos Warriors, a los que ha dado su forma particular. Ha conseguido convertir a una franquicia «mediocre» en una con posibilidades de permanecer por mucho tiempo en el Olimpo y con capacidad para convertirse en uno de los mejores equipos de la historia de la mejor liga de baloncesto del mundo.