¿Pueden los Minnesota Timberwolves soñar con Playoffs?

Se encuentran a 3,5 partidos de la 8ª plaza del Oeste

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Los Timberwolves aún sueñan con disputar los Playoffs de la NBA – Nil Alemany (SB)

Antes del inicio de esta temporada, mucha gente pensaba que Minnesota Timberwolves iba a ser el equipo revelación de la NBA. La gran campaña que había hecho Karl-Anthony Towns en su año de rookie incitaba a pensar que, acompañado por las otras dos superestrellas jóvenes del equipo, Wiggins y LaVine, Towns podría traer 13 años después los Playoffs a Minneápolis.

Pronto comenzaron a llegar las decepciones, pues los Wolves empezaron con un récord nefasto de 11-26 las primeras semanas de campaña, y en el Target Center se comenzó a perder la esperanza de poder volver tanto tiempo después a la ansiada postemporada, ya que los de Thibodeau perdían partidos contra rivales directos. Es lógico pensar que se debe a que es un equipo muy joven, con la mayoría de sus jugadores en plena formación bajo la tutela de un entrenador veterano y de mucho prestigio en el mundo del baloncesto.

Pero algo cambió en los Timberwolves tras perder en casa frente a Utah (derrota que venía precedida por otras 3 más), ya que a partir de ese momento los de Minneápolis cosechan un récord de 6-3, con dos rachas de tres victorias consecutivas muy diferentes. En la primera, los Wolves ganaron con contundencia a Dallas, Houston y Oklahoma que, salvo los Mavericks, son equipos que, cada uno en su cierta medida, podrían llamarse contenders al anillo de la NBA. Tras perder sorprendentemente contra Dallas Mavericks, Minnesota hizo un gran partido en San Antonio que supuso el preludio de otra racha de tres victorias en las que nos dimos cuenta de un cambio real en el equipo: mientras que antes su récord en partidos que se resolvían con 4 puntos o menos de ventaja era de 0-10, los de Thibodeau vencieron por esa diferencia en los tres encuentros, denotando así una mejoría notable en finales de partido apretados.

Tras la derrota de la pasada noche ante Indiana Pacers en casa, el récord de los Timberwolves es de 17-29. Cualquier otra temporada habríamos pensado que con ese balance de victorias/derrotas sería imposible plantearse entrar en los Playoffs, pero esta campaña es diferente, ya que en la conferencia Oeste parece haberse creado un abismo entre el séptimo y el octavo clasificado, separados por seis victorias. El que siempre ha sido llamado Wild, wild West por la dificultad que entrañaba alcanzar aquí los Playoffs, este año ofrece una octava plaza muy asequible, que ahora mismo ocupan Denver Nuggets con un récord negativo de 20-25, y por la que lucharán 8 equipos, teniendo todos entre 15 y 20 victorias.

De todos esos equipos, pese a la derrota de anoche, los Wolves parecen el conjunto más en forma en este momento, venciendo en los últimos partidos a rivales directos como Phoenix, Denver o Dallas, y sumando victorias con cierta regularidad. Es cierto que es muy complicado que alcancen esa octava plaza, pero también es verdad que hace un par de semanas sí que resultaba una verdadera locura pensar que se podría lograr, y ahora no es una idea tan descabellada.

Minnesota Timberwolves afronta ahora una serie de 10 partidos de los cuales ocho serán en el Target Center. Además, son la mayoría contra rivales a los que pueden ganar con cierta seguridad si juegan el buen baloncesto que hemos estado viendo en sus últimas victorias. Esto, unido al gran momento de forma que atraviesa su estrella, Karl-Anthony Towns, hace que la gente siga soñando con alcanzar los Playoffs.

Quizás nos estemos equivocando y la afición de los Wolves está exigiendo metas demasiado altas a un equipo que está en plena formación y cuyo cometido principal debe ser crecer y afianzarse en la liga, pero resulta inevitable mirar la clasificación y pensar que es posible, que se puede conseguir. Eso resulta una presión añadida que puede ser perjudicial para el equipo, pero a la vez la perspectiva de tener los Playoff a tiro es esperanzadora, y puede motivar más a los pupilos de Thibodeau.