Los Boston Celtics eligen su «veneno»

la defensa del triple tiene su repercusión en el rebote

Al Horford, jugador de los Boston Celtics (Foto SomosBasket)
Al Horford, pieza clave en el esquema defensivo de Brad Stevens. Nil Alemany (SB)

Hemos recibido miles de preguntas de la parroquia Céltica durante estas últimas semanas, consultándonos si había alguna manera de que los “orgullosos verdes” encontraran la solución a su problema del rebote defensivo, tanto tácticamente, como incorporando un “especialista”. Luego de realizar un análisis sesudo y volcar horas de sueño y trabajo sobre estadísticas avanzadas y muchos wathsapp con Álvaro Méndez, llegamos a la conclusión de que esto sólo se apañaría, pero que seguiría siendo un problema general.

Nos preguntamos durante todo el año por qué motivo Stevens ha decidido utilizar el cambio de marcación como sistema predilecto para detener al contrario, y la respuesta la dio  nuestro querido abogado hace un tiempo: simplemente porque es el sistema más eficiente para la defensa del tiro de tres puntos. Usted a esta altura se estará preguntando… ¿qué tiene que ver el tiro de tres puntos con los rebotes defensivos? Bueno, la respuesta es más elaborada que simple, pero da por fin una respuesta a nuestro enigma en cuestión.

Hemos hablado largo y tendido sobre la influencia de las estadísticas avanzadas en el la NBA y en cómo esta lleva a modificaciones de alto grado en el planteo de partidos, giras y hasta temporadas. La utilización del triple como recurso primario, sumado a la aceleración del pace y a la eliminación de la media distancia, se ha vuelto algo corriente hoy en día.

El triple, el arma predilecta

Comencemos con el volumen de triples para que se den una idea de cómo ha evolucionado esto a pasos agigantados. El “Moreyball” lidera la liga llegando casi al 50% de sus tiros más allá de la línea de los 7.25 mts, pero lo que hace unos años era considerado un experimento del equipo texano, se ha vuelto una línea a seguir.

Esto no queda aquí solamente, porque los porcentajes de acierto han subido como la espuma de la cerveza que nos abrimos noche a noche. Equipos que superan el 35% es algo ya normal hoy en día (prácticamente la mitad de las franquicias están por encima de la media del 35%). Los Rockets suman de promedio 45 pts por partido por esta vía, pero dentro del top cinco todos superan la treintena, lo que antes parecía algo realmente utópico ahora es algo de todos los dias. Veamos los mejores cuatro de la liga en triples convertidos por partido: Rockets: 14.7, Cavaliers 13.1, Celtics 12.2, Warriors 12.1.

La distribución de tiro también se modificó, relegando los tiros de media distancia a la extinción, por sobre la maximización del pick and roll para ganar viajes a la línea y tirar lo más cercano al aro posible; esto se debe a su alto nivel de concreción (mayor cercanía/directamente proporcional al nivel de acierto).

Ahora bien, ¿cómo entran los Celtics dentro de este nuevo esquema de la liga? Stevens es un fiel creyente de este modelo y se puede ver claramente en cómo ha edificado su equipo este año, eliminando los jugadores que usufructuaban la media distancia (Sullinger/Turner) e incorporando aquellos que rompen hacia el aro y tiran de tres (Gerald Green, Jaylen Brown). También pívots que se mueven como peces en el agua fuera de la pintura (Horford/Olynyk) y que son capaces no sólo de abrir la cancha a sus compañeros, sino también de ser una seria amenaza para la defensa contraria.

Esta parte de la historia queda clara, los equipos tiran más y mejor de tres, resignan la media distancia por sobre el triple y los intentos cercanos al aro. Ante un ajuste de tamaño impacto viene su contrapartida, y los Celtics fueron de los primeros en implementar un sistema para contrarrestar dicha modificación.

Los Celtics, el antídoto y los efectos secundarios

La noche en que los de Brad Stevens dejaron sin invicto de local a los Warriors, mostraron el camino para luchar contra este nuevo esquema de juego. Presión sobre el perímetro con cambios de marcas de ser necesario, para que siempre haya alguien frente al tirador. Las alineaciones utilizadas para esto tienen que ser muy móviles, por lo que resignan muchas veces el peso y la altura en pro de la contención de los pequeños. La ventaja que tiene este tipo de disposición es que la defensa del triple es mucho más eficiente, pero como contrapartida, golpea al que la utiliza en los tableros, debido a que el personal de más altura y que mejor rebotea muchas veces queda alejado de los cristales.

Con esto llegamos a la explicación central, los Celtics son el tercer mejor equipo defendiendo el triple, y de los colistas protegiendo su tablero, pero teniendo en cuenta su nivel de acierto en el otro costado y la ponderación de la defensa del perímetro por sobre los rebotes, llegamos a la conclusión de que Stevens ha sopesado mucho esta cuestión. Prefiere entregar posesiones (no porque quiera, sino porque no le queda otra) en pos de defender mejor el triple. Con esto, si mantiene la lucha en los tableros lo más pareja posible o la gana, prácticamente asegurará la victoria.

Los Celtics han perdido un solo encuentro en el que superaron a su rival en los cristales. ¿Pero entonces se debe recurrir a un especialista? No necesariamente, ya que para esto se necesita de alguien lo suficientemente móvil para poder mantener el esquema defensivo utilizado. Se mejoraría, claro que sí, y de ahí en que el coach verde insiste en que en este tipo de táctica se debe rebotear en conjunto, pero por ahí este especialista tampoco encaja a nivel global de juego.

Conclusión

Si los Celtics tuviesen un personal mejor capacitado para la lucha rebotera mejorarían seguramente en esta cuestión, pero resignarían quizás la defensa del perímetro, lo que llevaría a una descompensación a nivel resultados no buscada. ¿Qué se puede esperar? Que los Celtics traten de optimizar el rebote a nivel global de equipo (TODOS TIENEN QUE CONTRIBUIR) porque algo está claro… Brad prefiere defender el perímetro.