La defensa de los Denver Nuggets, clave de cara a los play-offs
La defensa fundamental en la reacción de Denver
Cuando alguien oye hablar de Denver Nuggets, siempre piensa en juego ofensivo, espectáculo, anarquía y diversión, mucha diversión. Si analizamos la historia de la franquicia, en la década de los 70 y de los 80 Denver jugaba a correr, en los 90 seguía jugando a correr, y en el 2017… sigue jugando a correr. Evidentemente, el juego ofensivo forma parte de la idiosincrasia de Denver Nuggets (en contraposición a sus vecinos de NFL, los Broncos) y con esta mentalidad, que va pasando de una a otra generación, entrenadores como George Karl consiguieron meter a Denver en play-offs durante nueve temporadas consecutivas, aunque, también es cierto, cayendo siempre a las primeras de cambio.
En los tres últimos años, la directiva ha tratado de cambiar la mentalidad del equipo, con la idea de llegar lejos en play-offs, con entrenadores de corte defensivo (Brian Shaw, incluso Mike Malone) que han provocado continuos fracasos y han generado graves problemas de identidad.
Pero después de esta travesía por el desierto, y tras un mal comienzo de temporada, provocada por malas combinaciones en cancha (Nurkic–Jokic) y muchos bandazos por parte del entrenador, al que le ha costado acoplar a este equipo, por fin Mike Malone ha sabido leer el ADN de la franquicia y las posibilidades de sus jugadores.
Desde el Global Games London, a principios de año, se ha dado cuenta que los Denver Nuggets tienen que jugar a correr (anotó contra Indiana 140 puntos) y ha cambiado claramente el rumbo de la franquicia en esta temporada, iniciando una racha muy positiva de resultados. Si además coincide con la explosión de Nikola Jokic, la consolidación de Wilson Chandler como titular y la enorme progresión de Jamal Murray, Denver se ha situado como favorito para obtener la 8ª plaza de play-offs en la siempre cotizada Conferencia Oeste.
Esto ha dado pie a que los jugadores, que están con unas enormes ganas de luchar por ese reto, y apoyados por la directiva (Tim Connelly, el general manager, ha dejado muy claro que aquí no hay tanking, que no le merece la pena un pick 14 de primera ronda, porque no puede desarrollar a más jugadores jóvenes en la actual plantilla y que van a por los play-offs) estén contentos, con muy buen rollo y que se apliquen en defensa, que es lo que necesitaba el equipo para poder jugar la post-temporada después de tres años de sequía.
El espaldarazo dado por Tim a este proyecto, ya que quitando a Nurkic (cuya salida era necesaria y buena para todas las partes), no se ha producido ningún traspaso antes del cierre del mercado, apostando por la continuidad de la plantilla y cuerpo técnico para futuros ejercicios (si no, no tendría sentido no haber tradeado a hombres que acaban contrato o pueden salir a la agencia libre este verano sin sacar nada a cambio), ha dado confianza y tranquilidad a todo el roster, creando un fuerte espíritu de equipo, y contribuyendo a una mayor implicación y esfuerzo de los jugadores en el aspecto defensivo.
Connelly ha dado muestras de querer reforzar al equipo en este apartado, fichando a Mason Plumlee, uno de los pivots más atléticos de la Liga, que corre bien la transición, defiende muy correctamente, con fuerte implicación, sin declaraciones fuera de tono y además con una enorme visión de juego, y a Roy Hibbert (al que intentarán, eso espero, recuperar para la causa) que, pese a que creo que no va a jugar muchos minutos, no hay que olvidar que ha sido dos veces all-star y que destaca por sus grandes cualidades defensivas y puede contribuir, si le dejan, a la progresión de los jóvenes pivot de Denver Nuggets en este apartado.
En este orden, aparte de los pocos buenos jugadores defensivos que hay en la plantilla, como Gary Harris (uno de los mejores defensores de perímetro de la Liga) o Darrell Arthur, que siempre cumple en esta faceta del juego, ha destacado la irrupción de Wilson Chandler, que está contagiando a sus compañeros.
Por poner un ejemplo, tal es su implicación defensiva, que preguntado por sus tremendos números en ataque en los tres últimos partidos (hasta el partido de Sacramento, ha promediado en los tres últimos choques 26.7 puntos, 8.0 rebotes, 2.7 asistencias y 1.7 robos con 56 por ciento en tiros de campo), Will ha preferido destacar su buena defensa en los últimos 10 choques, por encima de su enorme aportación ofensiva.
“La defensa, sin duda la defensa, sólo estoy jugando duro”, dijo Chandler cuando fue preguntado por lo más destacado de su juego en los últimos partidos.
De hecho, en el reciente viaje a Chicago y Milwaukee, back to back con dos excelentes victorias, Wilson no pudo aportar grandes números, pero su defensa sobre Jimmy Butler y Giannis Antetokounmpo fue clave para que los de Colorado se llevasen a casa tan preciadas victorias.
Con este cambio en la mentalidad del equipo, Denver Nuggets ha conseguido ganar 4 de los últimos 6 partidos disputados sin necesidad de llegar en ninguno a los 120 puntos, y ha dejado a sus cuatro oponentes por debajo de los 100 puntos, algo inaudito en Denver en los últimos tiempos.
Con la concienciación en esta faceta hasta ahora desconocida en este equipo y con este hambre de victoria, si las lesiones les respetan, nadie duda que Denver va a luchar hasta el final por ser equipo de play-offs.
A por ellos y ¡¡¡que viva el espectáculo!!!