Golpe de efecto de los Atlanta Hawks
Charlotte Hornets 76 - 103 Atlanta Hawks

Penúltimo partido de la temporada regular para los Atlanta Hawks y último para Charlotte Hornets. Steve Clifford ya había dado por finalizada la temporada y ni siquiera incluyó en la rotación a su jugador franquicia, Kemba Walker. Por otro lado, los halcones, después de la resaca de sus tres victorias contundentes contra nada menos que Cleveland Cavaliers y Boston Celtics, afrontaban un partido complicado. Estaban obligados a vencer para mantener la quinta posición de la Conferencia Este. Una posición que hubiese estado en juego hasta el último partido de la temporada, que enfrentará a Indiana Pacers (séptimo) y Atlanta Hawks. Mientras, Milwaukee Bucks, en la sexta posición, estaba al acecho de cualquier fallo que puedan cometer estos dos equipos.
Con la vista puesta en los playoff los Hawks firmaron un encuentro prácticamente perfecto, en el que la falta de tensión de Hornets facilitó en gran medida el trabajo de los locales. En los primeros envites del primer cuarto, los visitantes consiguieron mantener el tipo, pero al entrar en calor los de Budenholzer abrieron brecha en el marcador y sometieron a sus rivales al placer. Con un acierto desmedido los Hawks firmaron unos registros históricos. Al final de la primera parte los Hawks mantenían un 70% de acierto en tiros de campo, un récord histórico en la historia de la franquicia. Las jugadas ideadas por el equipo de Budenholzer salían a la perfección y los niveles de concentración del equipo estaban por las nubes. De esta forma, alcanzaron una ventaja de 20 puntos que irían estirándola hasta llegar hasta los treinta.
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— Atlanta Hawks (@ATLHawks) 12 de abril de 2017
Es cierto que la buena imagen que mostraron los Hawks se debe en parte a demérito del juego de Hornets. La decisión de Clifford de dejar fuera de la convocatoria a Kemba Walker por sus problemas físicos favoreció a que sus compañeros se vistieran con el bañador y las chanclas en vez de con el mono de trabajo. Solo se vio a un equipo en la cancha. Hornets no compitió en ningún momento y dejó un mal sabor en el último encuentro de la temporada. La falta de garra competitiva brilló por su ausencia tanto en ataque como en defensa. Uno de los pocos que dio muestras de concentración en los visitantes fue Jeremy Lamb con 21 puntos y 5 rebotes.
Atlanta Hawks ha ganado los últimos cuatro partidos, enterrando de alguna forma el tramo final de la temporada que le llevó a ver peligrar su puesto en los playoff. Al vencer a los dos grandes de la Conferencia Este, Celtics y Cavaliers, los de Budenholzer dan un golpe de autoridad para reafirmar sus presencia en las próximas eliminatorias.