Razones para creer en la remontada de los Portland Trail Blazers

Los Warriors han ganado los dos primeros partidos de la serie

SRIPLEY.RIPLEY@GMAIL.COM

Esta noche, se disputará el primer partido en el Moda Center de la serie que enfrenta a Golden State Warriors y Portland Trail Blazers. Los Warriors han sabido defender la ventaja de campo y se han hecho con la victoria en los dos duelos en el Oracle Arena. A pesar de que ambos terminaron de la misma manera, los enfrentamientos fueron muy distintos entre sí: en el primero se pudo ver a unos Blazers agresivos, acertados y que únicamente sucumbieron ante un rival que solo manejó el juego en el último cuarto; mientras que en el segundo los Warriors dominaron con claridad y se llevaron la victoria por un amplio margen de puntos.

Pero los dos primeros partidos son ya cosa del pasado. La serie se muda a Oregón y Trail Blazers y Warriors se enfrentan con objetivos algo distintos. Los Warriors buscarán acortar la serie, pues dos victorias fuera de casa les darían más tiempo para descansar y la confianza que de no caer derrotados lejos de su pabellón. Los Blazers, por su parte, pelearán la victoria en Portland para alargar todo lo posible la serie y, por qué no, optar a dar la que sería la mayor sorpresa en primera ronda de Playoffs.

Pensando ya en el porvenir de la serie entre Warriors y Blazers, primer y octavo clasificados de la Conferencia Oeste, desde Rip the Blaze os traemos los tres motivos principales por los que creemos que Portland podría dar la campanada.

1. Damian Lillard y CJ McCollum

Resulta hasta demasiado obvio: la importancia del backcourt titular es tal que nadie se atrevería a pensar en una remontada que no estuviera liderada por una de las estrellas del equipo. Los Blazers son jóvenes y están cargados de talento, pero hoy en día el equipo funciona al ritmo de Lillard y McCollum y no hay más que remitir a los datos para ser conscientes de ello.

En el primer partido, la sensación fue de que los Trail Blazers podían dar mucha guerra con CJ McCollum y Damian Lillard a gran nivel. El resultado final, una victoria por doce puntos para los Warriors, resultó engañoso atendiendo a lo presenciado durante la mayor parte del encuentro. Es cierto que Draymond Green apareció en el momento más importante y rompió el partido con su defensa y agresividad, es cierto que los Warriors demostraron cantidades ingentes de talento en un último cuarto plácido. Pero no es menos cierto que los Trail Blazers consiguieron mantener el partido igualado durante 36 minutos fuera de casa, sin pívot titular y con apenas tres jugadores rindiendo en el apartado ofensivo. Esos tres jugadores fueron CJ McCollum, Damian Lillard y Evan Turner, que se combinaron para producir 87 puntos (31 de 61 en tiros de campo y 9 de 18 en triples), 23 rebotes, 8 asistencias y 4 robos.

En el segundo partido, los Warriors lo tuvieron más fácil. Fue un encuentro extraño, con cambios de ritmo sorprendentes. 33-17 para Warriors en el primer cuarto, 29-22 para Blazers en el segundo y 28-12 para los locales en el tercero. Partido sentenciado antes de los últimos doce minutos, todo lo contrario a lo ocurrido en la cita anterior. ¿Y cuál fue la principal diferencia? Sí, de nuevo CJ McCollum, Damian Lillard y Evan Turner. Entre los tres, sumaron 28 puntos -¡es decir, 13 menos que McCollum dos días antes!-, con 11 de 41 en tiros de campo, 2 de 11 en triples y 13 pérdidas. Ninguno de ellos llegó siquiera al 30 % en tiros de campo.

¿Es posible ganar un partido a los Warriors con CJ McCollum y Damian Lillard rindiendo por debajo de su nivel habitual? La respuesta, desgraciadamente, es un rotundo no. Serán protagonistas, para lo bueno y para lo malo.

2. La vuelta de Jusuf Nurkic

Uno de los factores que más han allanado el camino a Golden State es la ausencia del pívot titular de los Blazers. A pesar de haber jugado solo 20 partidos con la camiseta de Portland, el bosnio se ha vuelto pilar fundamental tanto en defensa como en ataque. Desde su llegada vía traspaso, los Blazers han remediado problemas como las faltas de inconsistencia y regularidad, la defensa interior y la anotación en la pintura, que sirve además para quitar algo de responsabilidad a Lillard y McCollum y de paso obligar a la defensa rival a diversificar su atención.

¿Volverá Nurkic? En ese caso, ¿cuándo será? ¿El cuerpo técnico lo dejó fuera de los dos primeros partidos por precaución, como dando los partidos por perdidos, o es que realmente no estaba en condiciones de jugar? Ahora mismo, las preguntas y las suposiciones se sobreponen claramente a las respuestas en lo referido a abundancia. Lo que sí se puede asegurar es que, sin The Bosnian Beast, Portland no tiene la artillería requerida para aguantar el ritmo de la mejor plantilla del mundo. Desde Oregón, ciertos periodistas especulaban desde el comienzo de la postemporada con el posible regreso de Jusuf Nurkic para el tercer partido de la serie. Portland lo necesita. Si finalmente no puede vestirse de corto, los Blazers lo notarán.

3. Aparición de los secundarios

La primera fase de la serie ha dejado en evidencia la falta de acierto de los jugadores con menos peso en el ataque.

En el primer partido, CJ McCollum, Damian Lillard y Evan Turner anotaron 87 de los 109 puntos del equipo, lo que significa que entre Harkless, Vonleh, Aminu, Crabbe, Napier, Leonard y Connaughton se produjeron 22 puntos. ¡22 puntos entre 7 jugadores! Vale que Lillard y McCollum absorben prácticamente todo el balón, vale que como líderes y grandes anotadores deben tomar tiros que los demás no deberían permitirse. Pero los 22 puntos no fueron solo cuestión de falta de volumen de intentos sino también de acierto: 9 de 32 en tiros de campo y 2 de 12 en triples entre los 7 jugadores mencionados previamente. Datos así deberían servir para que Stotts se replantee la dirección que toma a veces el sistema empleado: es imposible ganar a los Warriors si el equipo no juega como tal.

En el segundo partido, sin embargo, ni siquiera CJ McCollum o Damian Lillard estuvieron acertados. En un día atípico, Moe Harkless acabó como máximo anotador a pesar de su 5 de 14 en tiros de campo, pero el dato que mejor refleja la nula inspiración de los Trail Blazers es el siguiente: hasta 7 jugadores no pasaron del 36 % en tiros de campo.

¿Conclusión? Los Warriors son demasiado buenos como para ganarles con solo 2 o 3 jugadores. Portland necesita a todos los miembros de la plantilla porque, a pesar de que Lillard y McCollum supongan los pilares fundamentales del ataque, el factor diferencial no está en ellos. Ellos son la base, son un núcleo indispensable. Para que llegue la victoria, ambos deben hacer buenos partidos. Pero los que realmente podrían y deberían decantar un partido igualado en el Moda Center son los actores secundarios. Van a hacer falta grandes actuaciones de Evan Turner y Al-Farouq Aminu, un Allen Crabbe enchufado o incluso los triples de Meyers Leonard. Justo lo que faltó en el primer partido.

Opinión y pronóstico

Somos la redacción de los Trail Blazers, hemos venido a ser optimistas y a creer en la remontada. Tenemos a Damian Lillard y CJ McCollum. Probablemente tengamos a Jusuf Nurkic recuperado y hambriento bajo los tableros. Tenemos a buenos secundarios con experiencia como Turner y Aminu. Una nueva oportunidad de empezar a ganar se presenta esta noche.

¿El problema? Son los Warriors los que están enfrente. Siendo objetivos, las posibilidades de ganar 4 partidos al mejor equipo del mundo parecen bastante reducidas. Pero la serie no está terminada y, como mínimo, quedan todavía dos partidos en Oregón antes de que los favoritos puedan celebrar el pase.

Y ahora, ya desde un punto de vista más personal, como redactor y no como redacción, daré un voto de confianza al equipo. Los jugadores deben darlo todo y, si pierden, que sea sudando y haciendo sudar. No ha sido la mejor temporada para los Blazers y al quedar octavos han perdido muchas opciones de avanzar hasta la segunda ronda de playoffs.

Pero… ¿qué es mejor? ¿Escuchar a un software que predice resultados o creer en el líder de tu franquicia? Obviamente, la segunda.

Personalmente, dentro de lo casi imposible, veo mucho más probable una victoria sorpresa de los Blazers en 6 partidos que en 7. Si Lillard y McCollum juegan como en el primer duelo, si Nurkic vuelve de la lesión en el peroné y si el resto del equipo aporta tanto como cobra, los Blazers podrían ganar dos partidos en casa, aprovechar la buena dinámica para silenciar a los Warriors en el Oracle y volver a Portland con la opción de cerrar la serie. Es cierto que parece descabellado, pero más descabellado me parecería ganar un séptimo partido en Oakland.

Muchas vueltas ha dado últimamente el ya famoso -y posiblemente utilizado con intención satírica a partir de esta noche- Blazers in six de Damian Lillard. Pero ¿por qué no? Portland no tienen nada que perder. Desde el optimismo radical y el deseo más sincero, apoyo al líder: Blazers in six.