Phil Jackson, que bueno que te fuiste

La era del General Manager de los Knicks se ha terminado

Phil Jackson New York Knicks
New York Knicks despidió a su General Manager, Phil Jackson – Keith Allison (CC)

 Se fue Phil, por el bien de los New York Knicks y por el suyo propio. Este pasado miércoles, tras la antesala de unos rumores que pillaron a todos por sorpresa, los New York Knicks confirmaban la rescisión del contrato de su hasta ahora presidente Phil Jackson.

Echando la mirada atrás es imposible no pensar en lo bien que pintaba todo sobre el papel. Phil Jackson llegaba a New York en marzo de 2014, a sabiendas de que era el entrenador más exitoso de la historia de la NBA y con la reputación de haber sido parte de la época más dorada de los Knicks, ¿qué podía salir mal?

Toda una leyenda dispuesta a arreglar el caos que había reinado desde principios de siglo en la franquicia de la gran manzana, pero y es muy importante hacer hincapié en esto,  desde los despachos. Quizás ese fue el gran error,  pensar que el éxito como entrenador le acreditaba para poder arreglar un mal endémico. Se antojaba difícil y se sigue viendo de igual manera una vez pasado el tiempo.

El resultado ha sido tan desastroso, que le ha costado el puesto y la reputación al mismísimo Phil Jackson y por consecuente,  ha sumergido a los Knicks en un desierto del que va a ser complicado salir en los próximos años.

Algunos pensaran que Phil Jackson ha estado atado de pies y manos todo el tiempo, y así fue en sus primeros momentos en New York, pero parece ser que a la vez que se hacía con los mandos de la franquicia, destapaba la caja de pandora.

El primero de esos males, ha sido el más mediático y el que posiblemente le haya costado su puesto como presidente; la relación con los jugadores. Se podía pensar que Phil lidiaría a las mil maravillas con los distintos egos que pudieran surgir en el vestuario neoyorquino, pero nada más lejos de la realidad, y es que no es lo mismo llevar  un vestuario siendo entrenador que enfrentarte a él desde las alturas de la presidencia.

Primero fue lo de Melo, un intento de traspaso fallido derivado de aquella estúpida cláusula antitraspaso, a pesar de partir con  la premisa de ser beneficiario para ambas partes.

Lo segundo es lo mas reciente y posiblemente es  consecuencia de lo anterior, intentar dar un toque de atención a la rebeldía de  Kristaps Porzingis filtrando un posible trade. El resultado, otra estrella enfadada, una afición desesperada y tu jefe, el no menos malo James Dolan, descontento.

Y sí, es legitimo que un presidente quiera buscar valor u opciones diferentes para mejorar, faltaría más. Sin embargo, en este caso, el fin no justifica los medios y las distintas filtraciones, faltas de respeto y declaraciones a propósito de nada,  le han costado merecidamente, el puesto a Phil Jackson.

Y acabamos de empezar, no solo de pan vive el hombre, sobre todo en la penuria. A su nefasta relación con los jugadores hay que sumarle su desastroso papel en los despachos. En este aspecto, la liga le ha adelantado por la derecha como dirían los amantes del motor.

Phil Jackson se ha visto superado, no solo no ha conseguido valor por lo que tenía, recordando  el  traspaso a cambio de nada de Iman Shumpert y JR Smith, si no que ha diezmado el valor de sus assets hasta la extremaunción. Ha dinamitado un proyecto liderado por Derek Fisher a cambio de una hipoteca llamada Joakim Noah y compañía, una hipoteca con los intereses más altos que se recuerdan.

Y por último, el triángulo, el dichoso y maldito triángulo. El fin a todos los males que ha acabado siendo un juguete viejo y roto en la actual NBA. El famoso sistema de juego solo ha producido dolores de cabeza,  ha desesperado a tus entrenadores, ha enfadado a tus jugadores, ha enfurecido a tus fans y por supuesto y de manera primordial, ha dado unos resultados nefastos en la cancha.

Ojo, al César lo que es del César, y es que Phil Jackson no debe irse sin ser visto reconocido su único acierto.  Y es que ha sorprendido a propios y a extraños identificando talento. La elección de Porzingis y los casos de Baker, O’Quinn o Holiday son muestra de ello y digno mérito de Phil y su equipo.

Sin embargo, un acierto no vale para justificar un mandato lleno de errores. No vale cuando los aciertos son tan pocos y los errores son tan grandes.

Es ahora cuando  recurro de nuevo al título de este articulo,  «Phil Jackson,  que bueno que te fuiste»,  a pesar de que el futuro no parece el idóneo y que como llevo pensado hace años, este equipo seguirá estando maldito hasta que Dolan decida centrarse en su triunfadora carrera como músico y deposite esta gran franquicia en las manos idóneas.