Tobias Harris, el broche al meteórico ascenso de Detroit
El alero y los Detroit Pistons han dado un salto cuantitativo de calidad
Antes de que la temporada en la NBA diese el pistoletazo de salida, pocos confiaban en que los Detroit Pistons pudieran cuajar una buena temporada, aunque jugadores y entrenador ya avisaron numerosas veces de lo bien que se estaba trabajando en el vestuario, y de la concentración de todos por querer cuajar un gran año. No ha hecho falta demasiado tiempo para poder ver el cambio de mentalidad en la MoTown, donde todos se han confabulado para estar en lo más alto de la tabla. Uno de los factores es Tobias Harris, que está siendo una de las claves en el proyecto de Stan Van Gundy esta temporada, y su temporada buen reflejo está siendo del importante rol que tiene el alero en el equipo.
Tobias Harris llegó procedente de los Orlando Magic en el trade deadline de 2016 a Detroit, inmerso en un montón de dudas sobre su capacidad para ser una estrella de la NBA. En su primera temporada con los de Michigan, Harris dio un salto en su contribución ofensiva y llegó a anotar 16 puntos por partido, 2’6 asistencias y 6’2 rebotes, en una temporada en la que el exhaustivo esfuerzo ofensivo del alero contribuyó a que el equipo consiguiese colarse en Playoffs. Todo ello contribuyó a que, en la temporada 2016/2017, los Detroit Pistons asignaran a Tobias Harris un peso que no pudo soportar; sus 16’1 puntos, 5’1 rebotes y 1’7 asistencias, acompañadas a la apatía del equipo a lo largo de toda la temporada los llevó toda la temporada en una eterna deriva que obligó a la dirección deportiva de la franquicia este pasado verano a ejercer drásticos cambios.
El movimiento más importante fue el traspaso de Marcus Morris, el único jugador junto a Tobias Harris que mantuvo un ritmo consistente a lo largo del año pasado, aparte de dejar marchar a Kentavious Caldwell-Pope, un valioso aporte defensivo y triplista para los Bad Boys, pero su renovación no llegó siquiera a estar sobre la mesa de Van Gundy la pasada agencia libre. A día de hoy, su marcha a Lakers seguro sigue acarreando polémica en Detroit. Con esto, Tobias Harris comenzaba la temporada como el único valor seguro de Stan Van Gundy, en un mar de dudas al aficionado de los Bad Boys. Con ello, consumido más de un cuarto de la temporada, sería justo sacar algunas conclusiones sobre la temporada en la MoTown:
Hasta el momento, Tobias Harris está promediando un total de 18’8 puntos, una cifra anotadora que supone el empujón necesario que necesita el equipo cada partido para conseguir la victoria. En rebotes y asistencias, y ahí el salto de calidad con respecto al año pasado, se ha mantenido en 5’3 y 1’6, cifras muy similares a las de la temporada pasada. Sin embargo, el resurgimiento de Drummond y Reggie Jackson suplen la responsabilidad que Harris tenía el año pasado. Sin embargo, la mejora no es sólo en el apartado antador; con más tiempo y jugadas dirigidas a la obtención de la canasta, Tobias Harris se ha centrado mucho más en sus porcentajes de tiro; y lo está demostrando. Los estándares de su carrera son de 46’9% TC, 34’8% T3 y 81’2% TL. De estas cifras, Harris ha pasado a estar anotando actualmente en unos 47’7% TC, 46’1% T3 y 89’8% TL, constituyendo los mejores porcentajes de toda su carrera. A la vista queda que, aliviando su responsabilidad, Tobias Harris es un peligrosísimo anotador y una imprescindible herramienta para conseguir victorias para su equipo. A la vista está en su promedio de «Win shares», que es el número de victorias de su equipo las que un jugador es responsable, y que ahora mismo mantiene en 1 de cada diez, la mejor cifra de su carrera hasta ahora.
Tobias Harris siempre ha sido un jugador con una ética de trabajo incansable, y no ha parado de demostrar desde su llegada a Detroit sus ganas por prosperar durante años en la franquicia. Es un hombre comprometido con la comunidad en Michigan, y en numerosas veces ha manifestado su deseo de quedarse durante muchos años en Detroit. El año pasado cargó con el equipo junto a Marcus Morris, y en ocasiones, con Kentavious Caldwell-Pope, pero la negligencia en esfuerzo por parte de sus compañeros imposibilitó desde bien temprano una pugna por volver a entrar en unos playoffs por segundo año consecutivo, que se veían como necesarios ara la progresión del proyecto. El lavado de cara ha sentado bastante bien al equipo, más concretamente la llegada de Avery Bradley. Aliviado de peso ofensivo y moral del equipo, Tobias Harris ha mostrado ser mucho más eficiente, como bien se ha podido apreciar en la estadística de PER; el general de su carrera es 16’6, pero este año muestra una subida de hasta el 18’7. La felicidad ha llegado a Detroit, y Tobias Harris es el broche perfecto (y sobre todo imprescindible) para completarla.