El All-Star de Los Ángeles prometía ofrecer al aficionado un espectáculo diferente al que está acostumbrado. Tras un penoso esfuerzo en el último fin de semana de las estrellas en New Orleans, la NBA decidió introducir una serie de cambios para hacer el partido un poco más competitivo. Para ello, decidieron acabar con el sistema de equipos por Conferencias, los jugadores más votados se convertían en los capitanes de ambos equipos y elegirían mediante un Draft a los integrantes de sus equipos. Además, la compensación económica por la victoria aumentaba con respecto a años anteriores, a pesar de que la mayoría iba ser destinado a una organización benéfica de la elección del capitán del conjunto ganador. Adam Silver sabe lo que hace, y de un plumazo se cargaron los malos pensamientos tras un partido de las estrellas decepcionante hace poco más de un año.
Los jugadores decidieron tomárselo más en serio y vimos un partido más intenso donde se cometieron 26 faltas y se lanzaron 28 tiros libres, algo poco común en estos partidos. Algunos decidieron quejarse a los árbitros por algunas decisiones e incluso hubo que revisar una jugada, sí, en el All-Star Game, no bromeo. El partido estuvo tan competido que todo se resolvió en la última jugada que finalizó con una gran acción defensiva de Kevin Durant y LeBron James que acorralaron a Stephen Curry en la esquina imposibilitando sus opciones de empatar el partido con un triple. Básicamente, brindaron a los aficionados de Los Ángeles la experiencia real de un partido de la NBA normal y corriente, algo impensable años atrás.
LeBron James sacó su vena competitiva y lideró a su equipo con 29 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias, consiguiendo así su tercer premio al mejor jugador del partido, su primero en diez años tras conseguirlo en 2008 cuando el evento se celebró en la ciudad de New Orleans. Pero, ¿es esto realmente beneficioso para el espectáculo? Al mismo tiempo que se celebraba este cambio de mentalidad por parte de los jugadores, ha salido el debate sobre los que prefieren que el partido se base en alley-oops constantes y triples imposibles. La llamada de Chris Paul a Adam Silver tras finalizar un partido de alta anotación con un resultado de 192-182 en New Orleans, ha surtido efecto. Nos han demostrado que un nuevo All-Star es posible y que puede ser igual de divertido que un partido de Playoffs. Una oportunidad perfecta para ver a jugadores que no tendrán la ocasión de jugar juntos en sus respectivos equipos.

La línea de la diversión va a seguir siendo marcada por el espectador y por sus preferencias personales. La respuesta a este partido ha sido en gran parte positiva, clasificando lo que antes se veía en este partido para la noche del sábado, donde pueden mostrar una imagen diferente, y trasladar la emoción real de un partido a lo que podría ser un partido de la selección de Estados Unidos mientras preparan unos Juegos Olímpicos. Todas las estrellas en el mismo parqué jugando con el objetivo de ganar, ese era el objetivo que querían lograr y pueden darse con un canto en los dientes desde las oficinas centrales de la competición en New York porque este All-Star Weekend será recordado por todos durante mucho tiempo. No sabemos si será por haberse celebrado en una ciudad tan propensa a este tipo de eventos como Los Ángeles o por la más que curiosa actuación de Fergie que le daba un toque extraño al himno nacional, pero sabemos que estos tres días acabarán en la estantería de muchos aficionados y que permanecerán en su memoria durante muchos años.
Pero aún hay cosas que mejorar y ya se ha abierto el debate para implementar nuevos cambios en el sistema de la elección de jugadores. Tras haber echado para atrás la posibilidad de que el Draft fuese televisado a pesar de la aprobación de LeBron James y Stephen Curry, Adam Silver parece haber recapacitado ante la petición expresa de algunos jugadores porque así sea. Incluso se ha hablado de la posibilidad de que los capitanes elijan a sus compañeros una vez que estén todos en la pista para darle ese toque de ‘street ball’ que tanto le ha caracterizado a lo largo de su historia.