Svestislav Pesic le gana la partida de ajedrez a Pablo Laso

Real Madrid 76-82 Barcelona Lassa

Que velada nos esperaba en este domingo de ACB, pues nada mejor que un primero contra segundo, un clásico de clásicos, un Barça-Madrid para cerrar esta jornada 24. Los líderes visitaban el WiZink Center tras una semana intensa para ambos, ya que en menos de 6 días habían tenido que jugar dos partidos de Euroliga y un encuentro de tanta importancia como este. El que bien podía ser la antesala de los clásicos más decisivos y determinantes del año, el último encuentro de la temporada entre estos dos equipos. En los dos equipos habían bajas notables, pues los azulgranas no contarían en sus líneas con Adam Hanga, ni con Seraphin, por su parte, los de la capital jugarían sin Rudy Fernández y Gabriel Deck.

El partido empezaba con un control táctico pasmoso por parte de los de Pesic, en ataque el juego sin balón era brutal y no dejaban situarse cómodamente a la defensa. Los interiores del Barcelona eran un taladro que no paraba de generar hueco y espacio. Mientras que en defensa los visitantes estaban muy bien plantados con una mixta donde Tomic tuvo un vital desempeño en la zona centro y el bloqueo directo. En cambio, el Madrid tardó en reaccionar, y lo hizo tirando de talento y corazón, con un desbordado Sergio Llull que ponía a los suyos en partido. Poco podía hacer el técnico de los catalanes que probaba con una zona 2-3 para cerrar el centro y cubrir espacios, el encuentro era una partida de ajedrez. Pues visto lo visto Laso movió ficha y puso la presión a toda cancha para apurar a un Barça que acabaría el cuarto empatado a 17-17.

El segundo cuarto no empezaría muy diferente al primero, un equipo jugando de memoria y pizarra, combinando con su talento defensivo. Mientras que otro se aferraba al valor y la calidad que le daban sus jugadores de confianza y de la casa. El partido era un intercambio de golpes demasiado bonito, con un Palacio hasta la bandera viendo el mejor baloncesto de España. No obstante era de nuevo el Barcelona el que tomaba la iniciativa, un movimiento de balón eficaz y unos acertados Smits y Kuric le daban aire al encuentro con 9 de superioridad para su escuadra. Todo un toma y daca en el que las transiciones defensivas y los rebotes en ataque empezaban a ser extremadamente importantes. Finalmente la primera parte acabaría 40-45 con un triple de Kyle Kuric sobre la bocina.

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El partido no sería muy diferente al visto hasta ahora, un Barça con calma e ideas muy claras llevaba la voz cantante de este partido. Y es que Stanislav Pesic volvía a romper el encuentro con un juego trepidante en el que combino los dos bases y genero mucho en la ofensa. Mientras tanto en defensa, la zona se le atragantaba al Real Madrid que estaba dependiendo mucho del acierto exterior ante una zona tan buena. De hecho el partido tomaba un tono totalmente diferente cuando el Madrid buscaba las cosquillas en el interior. Y es que esa era la vía más corta para la remontada, un valor seguro junto a los ataques rápidos, pues hubo tramos en los que el partido se encontraba con dos dígitos de ventaja para los catalanes. Finalmente el cuarto terminaba 57-62 para un muy buen Barça.

El último de los cuartos iniciaría con un ritmo trepidante, las defensas se volvieron individuales y en ataque nadie arriesgaba buscando constantemente el valor seguro. Evidentemente un equipo tenía más prisa que el otro, pues mientras los azulgrana jugaban a aguantar la posesión, el Madrid buscaba el máximo dinamismo para encontrar rápidamente al hombre abierto. Pero los problemas para el cuadro blanco no cambiaban, no veían el aro con confianza, todo lo contrario que su rival, que con dos triples seguidos se puso 9 arriba a menos de 4 minutos. El equipo de Laso seguía confiando en esa opción y quizás por ahí se le estaba yendo el partido, pues el Barcelona no perdonaba ningún ataque y desde la pizarra seguía firme en el partido. Finalmente el partido acabó 76-82 para el Barcelona Lassa.