ANÁLISIS | Las grietas de los Bucks
Echan de menos a Malcolm Brogdon
Tras bordar una regular season perfecta en todos los sentidos los Milwaukee Bucks afrontaban la presente temporada como un reto a mejorar lo inmejorable. En prácticamente todos los aspectos el cuadro de Mike Budenholzer se mostró impoluto, mejorando cada una de sus carencias y haciendo un equipo más que sólido. La diferencia entre el primero de todos los partidos y el número 82 fue abismal, y ya no tanto en ataque (donde cambiaron muchas cosas) sino en defensa. Apartado en el que el cuerpo técnico tuvo que estar moviendo fichas y engranando piezas durante todo el año para que cuadrase.
Su mayor reto era encajar al «bicho raro» que se había convertido Brook López dentro del sistema, ya que tanto en las transiciones defensivas como en ciertas situaciones de dos contra dos el ex de los Nets era un lastre total para los Bucks. Sin embargo, con el tiempo y el talento coral que tenían y todavía tienen los de Wisconsin el head coach consiguió enderezar la situación.
Empezando por renunciar prácticamente en su totalidad al rebote ofensivo mediante Brook Lopez y jugando con él muy lejos del aro. Lo que de una forma u otra obliga a volver antes (que no más rápido) al ancla del equipo, una decisión importante, sobre todo ante centers más versatiles y veloces. Por otro lado, desde bien iniciada la temporada se tomó la decisión de que un jugador como él fuera muy conservador en todas las situaciones de bloqueos. Aquí destaca como Brook tenía una zona de influencia muy marcada, no se alejaba a más de un metro de la zona. Ya que como es lógico, los Bucks querían tener más espacio sin cubrir por delante de su pívot (y más lejos del aro), que por detrás. Esto tácticamente se traducía a que los bloqueos indirectos se pasarán todos por detrás y a que en pick and roll, el mayor de los Lopez se quedará abajo. Esperando a la continuación y obligando a que un jugador toma una difícil decisión, ir a chocar contra un muro o terminar la jugada rápido, tras bote, desde la media distancia y con un defensor pisándote los talones.
A priori lo que se había formado era una defensa muy consistente, que apenas sufría y obligaba a los rivales a terminar rápidamente las posesiones. Además con un jugador como Giannis Antetokounmpo el equipo tenía ese factor X que aparece cuando más lo necesita, para taponar o robar con esa envergadura inhumana. No obstante, ser la mejor protección de aro de la liga a los Bucks les ha durado poco. En apenas 6-8 meses los rivales han ido probando situaciones hasta dar con la clave para que el entramado que giraba alrededor de Brook Lopez se rompiese. Los contrincantes están encontrando diferentes métodos para cansar al equipo, hacer más lentas e inútiles las ayudas defensivas y generar a la espalda del ancla defensiva.
El problema
Pese a que los insiders desde Wisconsin nos vendieron el sistema defensivo perfecto, todos eramos conscientes de la gran flaqueza de este. La poca versatilidad que tienen algunos jugadores en una NBA tan polivalente, especialmente Brook López, el cual es de los más rígidos de la competencia. Por aquí es por donde la mayoría de entrenadores atacan a los Bucks, especialmente tras el bloqueo directo (posiblemente bajo, desde 45 grados izquierda). La orden es clara, bote diagonal largo para separarse de la acción del bloqueo, y a una distancia considerable entre el center y el base que va tarde tras él ejecutar un tiro. Más cerca de la línea de libres que de la del triple, pero sin caer en los tentáculos de The Mountain.
Este perfil de atacante en cuestión ya nos ha regalado más de una noche llena de recitales de la mid-range. Por ejemplo: Russell Westbrook (24 puntos), Goran Dragic (25 puntos), Collin Sexton (18 puntos), Jayson Tatum (25 puntos), Kemba Walker (32 puntos), Gordon Hayward (21 puntos), Kyle Lowry (36 puntos), Lou Williams (34 puntos) y Dennis Schroeder (25 puntos). Todos ellos jugando mayoritariamente a lo mencionado, pick and roll y ejecución.
Además, el gran Erik Spolestra también demostró otra forma de generar ante los Bucks y hacerles mucho daño. Con una continuación muy rápida, o el bloqueo falso, con el que generan una situación de dos contra uno en una zona muy débil. Aquí se ha llegado a ver como Adebayo encontraba la superioridad en muchas ocasiones, llegado al punto de ser desesperante.
La solución
Parecerá un sin sentido, pero tras decir que están matando a los Bucks desde la media distancia… La solución es que sigan tirando desde esa zona. Los porcentajes no son demoledores en cuánto a tiros de campo, eso sí, cuando un jugador ya te anota una determinada cantidad de tiros con un mismo método lo tienes que frenar sí o sí. También habrá que tomar medidas en los finales de partido ajustado, donde aquí si que no puede jugar bajo ningún concepto el bueno de Brook, mejor Antetokounmpo en el 5 para defender este tipo de situaciones. No se puede arriesgar y dejar tiros factibles cuando te va la victoria en ello, además de que Giannis es uno de los mejores recuperadores de posición de la liga.
La única diferencia entre este año y el anterior es lo determinante que es este recurso en los rivales y la mala reacción de los Bucks. Pero sistemáticamente este equipo parece que no da para mucho más, que no es poco.
Otra solución a esto es mejorar el sistema de ayudas, una medida que está aplicándose poco a poco pero de forma muy drástica. Ya que si sabes tener paciencia y mover el balón con certeza tras el bloqueo siempre encontrarás un tiro liberado desde la esquina. El problema real reside en las posesiones cortas que realiza el rival, que incitan a los Bucks a terminar el ataque rápido para contrarrestar el golpe. Aquí se echa de menos la figura de Malcolm Brogdon, jugador que le daba calma y sobre todo coherencia al equipo.