¿Por qué ser de los Charlotte Hornets?

Queremos aumentar el número de seguidores Hornets

Kemba Walker Charlotte Hornets
Kemba Walker, la estrella de estos Hornets. – Fuente: Keith Allison (CC)

En la NBA existen un gran número de equipos y cada uno de ellos diferente. Para los seguidores estadounidenses es sencillo elegir o sentir los colores de un equipo concreto de la liga, debido a su localización en la misma ciudad o bien por proximidad. Claro está que no todos los habitantes de Dallas, Memphis, Detroit… Serán seguidores del equipo de su ciudad, pero no me discutirán que la gran mayoría así lo son. Por tanto, para los estadounidenses ser de un equipo NBA en concreto es más «sencillo». Sin embargo, ¿qué hace que un aficionado fuera de EEUU sea de un equipo u otro? Es más «difícil» esta elección, y muchos se hacen de un equipo dependiendo de cual es el jugador/equipo que está de moda en el momento en que empiezan a seguir esta liga. Por eso existen un gran número de aficionados por todo el mundo de los Chicago Bulls (gracias a la época Michael Jordan), de los Lakers (nombres como Magic Johnson o Kobe Bryant) o, bien, de los San Antonio Spurs (gracias a los éxitos cosechados desde la llegada de Tim Duncan).

Para los Charlotte Hornets es complicado conseguir grandes aficionados por todo el mundo debido a que son un mercado pequeño y no han tenido grandes éxitos deportivos. ¿Cuántos de vosotros conocéis a un seguidor de los Hornets? Probablemente pocos seréis los conocedores de estos afortunados. Sin embargo existen muchos motivos por los cuales hay que ser un seguidor de esta franquicia y animarla desde la distancia para conseguir éxitos en momentos venideros. Estos son los grandes motivos que me llevan a ser un seguidor de la franquicia del norte de Carolina:

Progresión en los últimos años

¿Quién no se acuerda de aquellos Charlotte Bobcats de la temporada 2011/2012? ¡¡Qué desastre de temporada de lockout!! Desde ese momento se vio una franquicia que tocaba fondo y no podía ir a peor. Tras ello los directivos se pusieron las pilas y decidieron hacer una reconstrucción que permitiera a la franquicia no volver a avergonzar a los aficionados del equipo y a la ciudad. La siguiente temporada tampoco fue buena, pero ya se empezaban a ver cosas al equipo, refrendadas en la temporada 2013/2014 en la que se consiguió entrar en Playoffs. Desde entonces se está viendo a un equipo serio y situado en la zona noble de la Conferencia Este.

Tras la temporada 2011/2012, bien sea por sentimiento de pena, empatía u otro sentimiento similar, mucha gente empezó a sentirse parte del equipo y alegrase por cada partido que se conseguía ganar en las temporadas siguientes, formando así un grupo de seguidores curiosos. Ver cómo el equipo ha conseguido progresar en los últimos años es un claro reflejo de los ideales de la NBA, donde por el sistema que tienen impuesto y pensado la NBA es cambiante. El sistema pretende que no haya grandes dominadores de la liga en un largo periodo de tiempo, y que una franquicia que en un año esté abajo consiga en pocos años luchar por el campeonato. Para los amantes de este modelo los Charlotte Hornets deberían de ser uno de sus equipos predilectos visto lo ocurrido los últimos años.

Porque ser de un equipo grande es demasiado sencillo

Ser seguidor de los Boston Celtics, Los Angeles Lakers o New York es demasiado sencillo. Muchos de los focos están situados sobre estas franquicias, que por capacidad de atracción de jugadores, deberían de estar casi siempre en las zonas altas de la NBA. La mayoría de aficionados de la NBA, fuera de EEUU, sienten debilidad por esas franquicias, debido también a que han sido las más nombradas en los medios de comunicación de su país debido a su historia. Actualmente, ¿Cuántos son los que se dicen aficionados de los Warriors o Cavaliers? Están saliendo de debajo de las piedras. Todo esto es provocado por la sencillez de hacerse seguidor de un equipo grande o que está cosechando éxitos recientes. Sin embargo, el encanto de ser de una franquicia modesta como los Charlotte Hornets y ver cómo van progresando tanto el equipo como los jugadores jóvenes es igualmente gratificante como la consecución de títulos, y sin el sufrimiento y la obligación de ganar todos los días.

Cuando eres un seguidor de un equipo pequeño lo aprecias todo más intensamente, cada victoria te sabe mejor y la consecución de cualquier hito es celebrado de forma más efusiva que en cualquier otro lugar. Personalmente, cuando los Charlotte Hornets consiguieron entrar en Playoffs la temporada 2013/2014, la alegría y emoción que sentí fueron como si se hubiese conseguido ganar un título.

Además del sentimiento, se puede apreciar como las directivas y entrenadores dan lo máximo de ellos mismos. Los directivos luchan lo máximo posible para confeccionar un equipo competitivo con un mercado reducido y dificultades de atracción de grandes estrellas. Por otra parte los entrenadores sacan el máximo provecho de los jugadores que disponen. El trabajo es más costoso, pero se aprecia más lo logros conseguidos.

Michael Jordan

Contar con Michael Jordan como propietario de la franquicia es uno de los argumentos fuertes en los que me sustento para intentar convenceros de ser seguidores de los Charlotte Hornets. Mucha gente empezó a ver la NBA gracias al que es considerado el mejor jugador de la historia del baloncesto. Tras su retiro y después de un periodo de tiempo se hizo propietario de la franquicia de Charlotte. Aunque los inicios no fueron fáciles, parece ser que están empezando a sustentar un equipo importante en la liga americana.

Michael Jordan siempre ha sido un propietario cercano y que se le ha podido ver en la mayoría de encuentros en el Spectrum Center. Participa activamente en el día a día del equipo, dando consejos a jugadores de la plantilla y dando siempre su granito de arena para que el equipo mejore. Esto siempre desde una distancia prudencial y dejando desarrollar el trabajo al que considera uno de los mejores entrenadores de la liga, Steve Clifford.

Tocar ese sentimiento que se sentía por el Michael Jordan, la leyenda de aquellos míticos Chicago Bulls, es un fuerte argumento para trasladar dicho sentimiento al equipo de North Carolina. La figura de Jordan nunca desaparecerá, y qué mejor forma de continuar animándola y respetándola que ser seguidor de equipo que es propietario.

Amantes del baloncesto tradicional

Actualmente el baloncesto tiende a un juego más ofensivo y con mayor fluidez de anotación, dejando de lado aquel baloncesto tradicional en el que la defensa era el punto de partida de cualquier equipo. En estos tiempos se tiende a posesiones más cortas y con un gran número de lanzamientos desde la larga distancia, apoyado esto por las estadísticas avanzadas. Estas muestran que el lanzamiento de media distancia no es suficientemente efectivo, y que para ello es mejor lanzar por detrás de la línea de tres puntos debido al premio que se optiene por cada acierto.

Equipos como los Houston Rockets, Golden State Warriors, Cleveland Cavaliers… Están acostumbrando a los aficionados a partidos de mucha anotación, en los que el ataque supera a la defensa rival. En la mayoría de partidos no se defiende al máximo esfuerzo hasta el último cuarto. Para disfrutar de partidos con defensas «serias» durante los 48 minutos de juego hay que irse a los Playoffs, donde cada equipo saca lo mejor de sí.

Desviándose de ese camino que parece que se encamina el baloncesto moderno están los Charlotte Hornets. Probablemente el equipo de Carolina no tiende a este juego porque no dispone de la capacidad para ejecutarlo, ya que los de Charlotte no disponen de la calidad ofensiva de los jugadores que se requiere para este tipo de baloncesto. Además, tampoco cuentan con grandes especialistas en el lanzamiento exterior, únicamente Walker, Bellinelli y Batum son buenos lanzadores de tres puntos. Ante ello, Clifford ha sustentado el juego del equipo en la defensa y control del balón, consiguiendo con esto obtener buenos éxitos en las últimas temporadas.

Para aquellos amantes del juego más táctico y partiendo de la defensa, seguir a los Charlotte Hornets es una opción de rememorar el viejo baloncesto y disfrutar de cómo funciona en la actual NBA. Los Hornets son el 11º equipo que menos puntos encaja, con 102,1 por encuentro, son el 17º mejor ataque con un promedio de 103,4 puntos, además de ser el tercer mejor equipo reboteador con 45,8 rebotes por noche, y el tercero que menos pérdidas comete en toda la liga con, tan solo, 12 por encuentro.

Kemba Walker

La última razón y la más importante no es otra que Kemba Walker. El juego del base nacido en New York es el mejor argumento por sí solo. Cualquier aficionado que haya podido ver un partido de este jugador se ha podido enamorar del equipo y decidir hacerse seguidor de la franquicia. Actualmente es uno de los mejores bases que hay en la liga, sin ningún tipo de discusión. Cada año muestra un paso hacia delante en su juego y liderazgo, y este año con casi toda seguridad participará por primera vez en el All-Star, y con todo merecimiento.

En la redacción, Kemba Walker es el jugador que más espacio nos ocupa, ya que es el que más atracción sustenta para el público debido al juego que está desplegando. Esta temporada está promediando 22’4 puntos, 5’3 asistencias y 3’8 rebotes, cosechando así su mejor temporada en cuanto estadísticas se refiere. Aunque con las estadísticas ya podemos ver por qué es un argumento esencial, en mi propuesta de convenceros de seguir a los Charlotte Hornets, os invito a ver partidos del equipo y observar que no todo lo que da al equipo se refleja en las estadísticas. El liderazgo que trasmite y cómo aparece en los momentos clave de los partidos hacen de este un jugador especial.

 

Para finalizar, dejaré de lado como argumento, meramente estético, el diseño de la cancha de los Charlotte Hornets, simplemente espectacular. La pista de juego se convierte en una especie de colmena, relacionando así el equipo a su logo de las abejas. Da una gran unión visual del estadio con el equipo, pocas franquicias consiguen eso con tan solo el diseño de la pista.