Gracias por tu baloncesto Steve

Cuando comencé a ver partidos de la NBA allá por 1998 Steve Nash no era para nada uno de mis jugadores favoritos con 8 años. Es más, un tal Michael Jordan ganaba su 6º anillo esa misma temporada y era el tipo de héroe que los niños tenían en sus habitaciones en forma de póster, y yo no era una excepción. Jugadores como Stockton, Malone, Hornaceck, Jordan, Pippen… jugadores que Steve Nash en su tercera temporada en la NBA sólo podía imaginar llegar a ser en aquel instante.

16 años después, Steve Nash puede mirar de tú a tú a esos grandes jugadores o incluso superarlos a algunos. El nombre del canadiense tiene un sitio entre los 5 mejores bases de la liga, y en mi opinión en el número 1 de lo que tiene que ser un base, incluso superando a Magic Johnson, considerado el mejor base de todos los tiempos por muchos. Steve Nash es el prototipo de base que el baloncesto necesita para perpetuar su existencia. Un manejo de balón exquisito, una visión de juego suprema, un tiro exterior delicado y magia, mucha magia. Llamadme nostálgico o técnico, pero no me gustan los bases físicos, o mas bien, sólo físicos.

Con 2 MVP´s en su vitrina de casa (discutidos ambos pero merecidos) su único «pero» es no haber logrado el tan ansiado anillo que se busca en la NBA cual Nazgul buscando el «tesoro» que todos quieren. Entra en la lista de jugadores históricos sin anillo como Reggie Miller, Stockton, Malone, Barkley y un largo etc. Sin embargo nos deja algo que muchos no se paran a pensar, una mente privilegiada para leer el juego, y partidos para el recuerdo, sobre todo contra San Antonio en Playoffs.

Sus estadísticas son impresionantes para las 18 temporadas en la NBA: 14.3 puntos y 8.5 asistencias de media, dejando el tope en 18.8 en puntos y 11.6 en asistencias. Un jugador clutch en muchas ocasiones y también un show dentro, y fuera de la cancha. Aficionado al fútbol y el cine, nos ha dejado cortos bastante interesantes a la vez de amateurs.

Los pick and rolls deberían estar patentados con la marca «Steve Nash» en el caso del puesto de base. No ha existido un jugador mejor a la hora de leer ese concepto sobre la pista nunca. Una maravilla sólo el verle botar sobre la cancha, y parece que en los últimos años estas cosas se nos han olvidado sólo porque tenía 40 años y los Lakers esperaban cosas que ya no podía dar.

¿Qué esperáis que pueda aportar un jugador en el ocaso de su carrera con 40 años? Pues está claro que esas estadísticas de MVP era imposible y unos decentes 12 puntos y 7 asistencias en su primera temporada en LA Lakers no fueron suficientes para dejar de criticarle.

En la tabla podemos observar cómo Steve Nash ha sido el mejor base de la historia de la NBA en cuanto a estadísticas tras los 36 años hasta la retirada. 13 puntos y 9 asistencias de media una vez cumplidos los 36 años de edad. Algo que no se ha valorado lo suficiente, sobre todo en el entorno Laker.

Un jugador noble, sin problemas a lo largo de su larga carrera NBA, que siempre ha trabajado por mejorar, fiel a un proyecto en Phoenix Suns que parecía prometer mucho pero que se quedaban siempre en el camino. Un jugador que, a lo largo que iban pasando los años, me daba cuenta de que en 1998 no era el del poster de las habitaciones de los jóvenes, pero que en 2006 sí lo era, incluída la mía. No era tan espectacular, o no tenía esa aureola periodística pero los que le veían jugar se quedaban enamorados de él y no tenía solución.

Dallas Mavericks, Phoenix Suns y Los Ángeles Lakers son las tres franquicias que pueden presumir de haber tenido inscrito el nombre de Steve Nash en su roster. Privilegiados de la historia del baloncesto.

Esa melena ha dado mucho a la NBA y al baloncesto, y nosotros tenemos la oportunidad ahora de devolverselo como se merece. No es momento de críticas, es momento de dar las gracias a uno de los mejores que ha existido jamás en el Mundo Baloncesto.

Gracias por tu baloncesto, Steve.