Kobe Bryant y los problemas de los Lakers
Desde ESPN apuntan a la estrella angelina como causante de los mismos
Jugar al lado de una gran estrella en la NBA puede ser al mismo tiempo un sueño hecho realidad y una pesadilla. Y es que no es fácil convivir con la presión de tener que estar a la altura de las expectativas de algunos de los mejores jugadores de todos los tiempos, cuyo nivel de exigencia suele ser muy alto. Una muestra de ello es Kobe Bryant.
Conocido como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, probablemente el mejor de la historia de los Lakers (y eso no es poco) y un fiero competidor como pocas veces ha visto el mundo del deporte, Kobe tiene una brutal ética de trabajo que le ha llevado a estar en el Olimpo de la mejor liga de baloncesto del mundo. No obstante, y como quedó claro con el conflicto con Shaquille O’Neal de principios de siglo, también es un duro compañero de vestuario para aquellos que no estén preparados para seguir su ritmo, o simplemente puedan poner en discusión su liderazgo.
A este respecto escribía Henry Abbott en ESPN, en un artículo cuyo nombre (Kobe: argumentablemente el mejor jugador de la historia de los Lakers, y la razón de la destrucción de estos) ya deja entrever cual es el tema tratado. Y es que, y pese a que hace algunos años llegar a la franquicia angelina para jugar al lado de la Mamba pudiera ser uno de los escenarios más atractivos para un agente libre, hoy eso parece haber cambiado. Un par de lesiones graves del 24, unidas a ese particular carácter, parecen ser uno de los principales motivos de porqué en LA no han conseguido en los últimos años atraer a grandes jugadores en verano, pese a su gran espacio salarial. Y para ello, Abbott se vale de un ejemplo: Ramon Sessions.
Sessions llegó en 2012 a los Lakers a cambio de Jason Kapono, Luke Walton y una primera ronda condicionada. Tras jugar 23 encuentros como jugador de Los Ángeles, donde promedió 12.7 puntos, 3.8 rebotes y 6.2 asistencias en 30.4 minutos, todo parecía indicar que éste usaría su player option para permanecer en el equipo, pero sorprendentemente no fue así, renunciando a esta para marcharse a ejercer las funciones de base suplente de Kemba Walker en unos Bobcats que esa temporada habían ganado 7 encuentros de 66 disputados, estableciendo el peor porcentaje de victorias de la historia para un equipo en una temporada (10.6%). ¿Por qué? Pues, según ESPN, la razón fue Kobe Bryant, de quien el protagonista llegó a decir que «jugar con él era diferente». Y no es el único motivo expuesto por el columnista para criticar a la estrella angelina.
Tras entrevistarse con varios representantes de jugadores cuyas identidades, por razones obvias, no han salido a la luz, estos le confirmaron que varios clientes suyos en los últimos años han salido a la agencia libre y la idea de jugar con Kobe no les era especialmente atrayente:
«Tener a Kobe en tu equipo es como tener una gran roca delante, no puedes pasar por encima así que tienes que rodearla.»
Y es que las críticas que, esporádicamente y presumíblemente a modo de motivación, ha lanzado en los últimos años Kobe a algunos de sus compañeros en los momentos de peor rendimiento del equipo no han sido vistas con entusiasmo por otras estrellas de la NBA, que parecen creer que, en caso de recalar en LA para ser sus compañeros, acabarán siendo también las cabezas de turco de uno de los pocos jugadores que, en una comparación directa, puede aguantarle el pulso a Michael Jordan:
«He tenido a varios clientes en los últimos cinco años, buenos jugadores, que no querían jugar con él. Han visto como a lo largo del tiempo algunos de sus compañeros se han convertido en objeto de críticas públicas, y que cualquiera que le desafíe acabará siendo un objetivo para los medios. Incluso Shaq.»
Un ejecutivo rival va incluso más allá a la hora de definir la convivencia con la estrella:
«Kobe ha hecho daño a los Lakers en lo que a capital humano se refiere, ha hecho daño a mucha gente. Incluso ha comprometido algunas carreras.»
Fuentes internas del equipo filtraron poco tiempo después de que Dwight Howard se marchase a los Rockets que, en la reunión que mantuvieron en LA con el pivot, la actitud de Kobe discernió de la del resto del comité (donde estaban Steve Nash y Mitch Kupchak) y cuando Superman preguntó porqué dejaron que recayeran en él todas las culpas de la mala temporada pese a haber jugado lesionado, el de Philadelphia le dio a Dwight, en lo que las fuentes califican «una reunión difícil a la que asistir», un pequeño discurso sobre como aprender a ganar, en lo que parece que significó la puntilla a la relación de DH con Los Ángeles.
«El problema [dice otra fuente de LA] es que no es tan efectivo como cree que es. Con jugadores como LeBron, con otro tipo de intangibles, sería mucho más fácil atraer a agentes libres.»
Entonces, a la vista de todo esto, ¿por qué renovar a un Kobe lesionado por 48 millones en dos años? La respuesta: Jim Buss, hijo del anterior propietario de la franquicia, de quien se dice que no se habló con Phil Jackson en el último año del Maestro Zen, y cuya gestión ha recibido más de un descuerdo debido a «errores críticos». Dicha renovación tan temprana parecía estar encaminada a evitar una posible controversia con su jugador franquicia, siguiendo la regla que Jerry Buss mantuvo en su gerencia: no airear los trapos sucios del equipo, además del hecho de la legión de fans que, aún con 36 años, sigue atrayendo Kobe al Staples, con las consiguientes ganancias que esto desemboca en la organización. Así, un ejecutivo rival resume la extensión de contrato de Kobe Bryant de la siguiente:
«¿Merecía la extensión Kobe? La respuesta recae en otra pregunta: ¿Cuando no eres capaz de atraer jugadores porque no quieren jugar con él, para que tener dinero libre? Así que Mitch hizo su trabajo, si no podía atraer a otro gran jugador, no necesitaba el espacio salarial.»
Kobe Bryant es el cuarto máximo anotador de la historia, jugador franquicia de los Lakers, uno de los más grandes de todos los tiempos y un modelo a seguir para millones de personas en el mundo, y sin embargo su ansia de ganar a toda costa parece que al final acabará constando a su equipo de toda la vida una reconstrucción más larga de lo que en un principio apuntaba. Nadie dijo que fuera fácil convivir con una estrella.
«Kobe quiere ganar, pero siempre que sea él la razón de las victorias. Nadie trabaja más duro que él, pero nadie estropea nuestros esfuerzos de atraer jugadores más que su ego. Es difícil hacerte con los jugadores que quieres cuando les asustas.»