Chris Bosh ante el reto de su carrera

El pívot deberá ser la brújula de los Heat esta temporada

Un día. Ese es el tiempo que falta para que comience la temporada… y el gran reto de Chris Bosh. Uno de los jugadores más destacados de la NBA desde hace años, el jugador ha progresado muchísimo, logrando transformar su juego a las necesidades del equipo. Tras cumplir una década en la mejor liga del mundo, el pívot podrá y deberá liderar un equipo de nivel después de ser el segundo de abordo de James durante los últimos años. Ahora, y con Wade de bajón físico figurando de macho beta, CB4 deberá demostrar su valía tras haber firmado un contrato por el máximo con la franquicia.

El viento, por el momento, parece ir a su favor. La reconstrucción del equipo ha resultado mejor de lo esperada con las grandes incorporaciones que se han acometido. La gran noticia sin duda, la renovación de los dos capitanes del equipo, Wade y Haslem. Además, la llegada de figuras de nivel como Luol Deng, Josh McRoberts y Danny Granger han puesto el optimismo en los fans. Sin embargo, las grandes noticias fueron James Ennis y Shabazz Napier, las dos perlas que ficharon este verano y que han ofrecido un gran rendimiento no sólo en la Summer League, sino con los «mayores» esta pretemporada.

De hecho, hace unas semanas, ya nos dejó claro que las sensaciones eran muy positivas entorno a la plantilla:

“Pienso que tenemos una buena plantilla. Con los chicos que hemos traído tenemos la posibilidad de hacer algo grande. Quizá no tengamos al mejor jugador, pero siendo un equipo podemos llegar lejos. Aún somos competitivos. Todo esto ha hecho que vea el baloncesto de otra forma, me siento muy emocionado por lo que pueda llegar.”

Por otro lado, su sueldo sin duda alguna se corresponde para alguien con un rol importante en la liga, por lo que tampoco hay lugar para queja alguna por su parte. De hecho, si bien puede parecer una gran noticia, el peso de un contrato tan suculento puede ser demasiado si no rinde como se espera. El dinero lo tiene asegurado, pero para cobrar como un líder, hay que ejercer de líder, de manera que deberá demostrar que está capacitado para firmar por un contrato por el máximo salarial. Además, las recientes declaraciones en las que aseguraba que se quedó en Miami por el dinero no han tenido muy buena acogida, tal y como se esperaba; por lo que los aficionados le tendrán bajo lupa.

Sin duda alguna, el beneficiado de todo el cambio de caras en el roster ha sido Bosh. A pesar de los grandes refuerzos, por el momento ningún jugador parece poder discutirle la posición de jefe sobre la pista, por lo que ahora tendrá la oportunidad de ser el eje sobre el que rote todo el sistema ofensivo, algo impensable en las últimas temporadas. Además, ahora se convertirá en un arma de doble filo. Si bien el jugador asegura que volverá a jugar en el poste, en ciertos momentos de los partidos podría revivir su antiguo rol como amenaza exterior en lugar de interior cuando estaba James. Por tanto, se espera que mejore su aportación ofensiva, recuperando parte del juego que desplegaba en los Raptors.

Quizás otra de las grandes claves con las que cuenta es que poca gente se espera grandes cosas de Miami, al menos a corto plazo. El anillo ha dejado de ser la misión prioritaria y ha quedado como objetivo a largo plazo. Por el momento, en la franquicia se está tratando de crear un auténtico equipo, un grupo, por lo que por ahora las expectativas no se centran en los resultados. Para un equipo solvente y con calidad como el que tienen, tan sólo se espera que accedan a Playoffs, un objetivo, a priori, accesible. Así pues, la exigencia a la que estará sometido será mucho menor que la de los últimos años, al menos en cuanto a títulos.

¿Como han marchado las cosas durante la pretemporada? ¿Se puede esperar de Bosh un auténtico líder?

Como siempre, los training camps y los partidos de pretemporada no sirven demasiado para juzgar, tanto porque el equipo no está a punto como porque los rivales tampoco lo están. No obstante, tras darla por finalizada, se puede pensar en positivo respecto a Bosh y a los Heat. Tuvieron un comienzo renqueante en el que la victoria se andaba cerca pero finalmente se desvanecía – cuatro derrotas consecutivas, dos de ellas en la prórroga. Las ganas de Bosh por liderar el equipo ofensivamente acabaron por echar por tierra el primer partido tras un pésimo porcentaje en tiros de campo. No obstante, desde entonces cuajó buenos partidos, incluido en las derrotas frente a Orlando, Cleveland y Atlanta. De hecho, ha promediado 20 puntos y 8 rebotes durante la pretemporada.

En cuanto al resto del equipo, éste no se quedó atrás. La sintonía Wade-Bosh sigue siendo una de las claves, pero la aportación de los nuevos ha sido sorprendente. Ennis y Napier pecaron de irregulares, realizando partidos sobrepasando la veintena de puntos y otros de no alcanzar los dobles dígitos. Sin embargo, las expectativas respecto a ambos jugadores han ido en aumento desde que debutaron.

A pesar de las derrotas, la imagen ofrecida fue positiva. Además, lograron demostrar que pueden competirle a equipos de alto nivel, como Cleveland, firmes candidatos al título y a quienes llevaron a la prórroga en un partido en el que anularon completamente a LeBron; Golden State Warriors, que estaban intratables en cuanto a nivel de juego e imbatidos (4-0) y a quienes vencieron para lograr su primera victoria de la pretemporada (1-4). Finalmente, se llevaron dos victorias contra dos equipos tan sólidos como son los Grizzlies y muy especialmente los actuales campeones, San Antonio, que si bien se trataban de amistosos, ayudarán a reforzar moralmente a la plantilla.

En conclusión, a pesar del poco tiempo para juzgar, viendo como se ha desarrollado la pretemporada podemos decir que Bosh ha ido de menos a más, y el equipo con él. Por el momento, han demostrado poder enfrentarse a equipos de nivel ofreciendo buen rendimiento. Por tanto, con lo visto, parece que la franquicia tiene la capacidad de cumplir los objetivos. Por su parte, Bosh ha aceptado el reto, y por lo visto, las circunstancias no le han venido tan grandes como especulaban ciertos sectores de la crítica. Sin embargo, ello no quita que siga siendo el centro de atención al cual la crítica y aficionados culparán de lo que suceda en el equipo, en las victorias y en las derrotas.