Los Pistons pasan por encima de los Bulls

Chicago Bulls 91-100 Detroit Pistons

Fuente: Mark Geralds (CC)
Fuente: Mark Geralds (CC)

Pistons y Bulls se enfrentaban tras el parón del All Star en el Palace. Detroit había hecho un gran trabajo el día del cierre del mercado, pero Jackson y Prince no pudieron llegar a tiempo para debutar, y Detroit se encontraba con tan solo 10 jugadores disponibles y sin varios jugadores clave. Jackson se sentó en el banquillo de Detroit, se mostró efusivo con sus compañeros y realmente integrado en el grupo. Prince todavía estaba viajando. Chicago por su parte llegaba con todos sus efectivos y dispuesto a llevarse una victoria fácil en el Palace.

Los Bulls empezaron dominando el partido en el primer cuarto. Detroit se tenia que acostumbrar a su nuevo quinteto y encajaron un 8-2 de inicio. Pero los Pistons consiguieron revertirlo con un parcial de 10-0 que obligaba a Thibodeau a pedir tiempo muerto. Pese a todo, el parón no afectó a los de la Motown, que siguieron anotando con efectividad. Los Bulls se mantenían a la estela de los Pistons. Un último empujón de los Bulls debido al descanso de Monroe les dio la ventaja en el marcador. El cuarto terminó apretado, 23-22 a favor de los Bulls.

El segundo cuarto empezó con los equipos a una marcha más. Detroit machacaba a los Bulls en los puntos en contraataque y conseguía el liderato. Además, conseguía una renta de 5 puntos que provocaban el tiempo muerto de los Bulls. Jimmy butler y Mirotic daban alas a los de Chicago y conseguían darle la vuelta al marcador. El partido siguió con alternancias en el marcador hasta que los Bulls consiguieron una pequeña ventaja que no gustó nada a Van Gundy, que inmediatamente paró el partido. La sangría no se detuvo y los Bulls superaron los 10 puntos de ventaja. Un triple desde 8 metros de KCP maquillaba el marcador y daba esperanzas a los de la Motown. Por parte de los Pistons destacaba Drummond con un 10+14. Para los Bulls, Jimmy Butler tiraba del carro con 14 puntos y 5 rebotes.

Un minuto y medio tardó Thibodeau en pedir un tiempo muerto. Los Pistons salieron con mentalidad arrolladora del vestuario y marcaron un parcial de 6-0 que los acercaban a 2 puntos de los Bulls. Los de Chicago consiguieron restablecer el ritmo del partido pero no se podían ni imaginar lo que le iba a venir encima. Detroit dio al juego un ritmo endemoniado con una defensa intensa y unas ganas de correr terribles. Los Bulls se ofuscaron en ataque y los de Detroit aprovecharon para afinar su tiro y juego interior. Detroit consiguió su máxima ventaja en el marcador con 9 puntos y obligó a los Bulls a parar el partido. El encuentro siguió a un ritmo frenético, y los Pistons lograron superar los 10 puntos de ventaja. El cuarto terminó 68-77 para los Pistons.

El último cuarto empezó igual de intenso que el anterior pero con una diferencia, algunos jugadores habían cambiado, y por tanto, el efecto no era el mismo. Detroit empezó a cometer imprecisiones, pérdidas y faltas en ataque que provocaron que los Bulls se acercaran a cuatro puntos. El tiempo muerto solicitado por Van Gundy ayudó a que los Pistons hicieran inventario y volvieran a la carga. Dinwiddie, que cuajó un gran partido, dirigió a los Pistons a la conquista del partido con Greg Monroe como escudero. Ambos, ayudados por sus compañeros devolvieron la ventaja cercana a los 10 puntos a los de Detroit. Chicago optó por hacer uso del «hack a Dre», que funcionó a medias. el center Piston no metía los tiros libres pero los Bulls tampoco estaban acertados en el ataque. Al final, los Pistons consiguieron la victoria contra todo pronóstico y avanzaron en su carrera hacia los PlayOffs.

Por parte de los de Detroit, el quinteto titular fue clave en un día en el que el banquillo no estuvo inspirado en el tiro. Andre Drummond se convirtió en el segundo jugador con más partidos de al menos 20 rebotes antes de llegar a los 22 años, solo superado por Dwight Howard. El pívot terminó con un 20+20. Butler y Monroe también llegaron a los 20 puntos, y KCP y Dinwiddie a los 12. Es justo resaltar el partido del rookie de los Pistons, que no le perdió la cara al partido pese a tener delante a uno de los mejores bases de la liga. Dinwiddie mostró una gran capacidad defensiva y además, estuvo cerca de la doble figura con 9 asistencias. En el banquillo, tan solo dos jugadores anotaron y ambos llegaron a los 9 puntos, John Lucas III y Jodie Meeks.

Los Bulls tuvieron un día muy difícil. La pareja Monroe-Drummond secó por completo a Noah y Gasol, que no hicieron sus habituales números. Gasol cortó su racha de dobles figuras seguidas y se quedó a una del récord de Jordan. El catalán anotó 12 puntos y recogió 8 rebotes. Su compañero en la pintura metió 10 puntos y consiguió 14 rebotes. Rose tampoco estuvo nada inspirado y se quedó en 8 puntos, con una serie de tiro de 2-9. El mejor del partido fue sin duda, Jimmy Butler. El escolta tiró del carro de los Bulls cuando el equipo lo pasaba mal, y terminó con 30 puntos. En el banquillo, Taj Gibson fue el máximo estandarte con 15 puntos y 9 rebotes.

Tras este partido, los Pistons salen con la moral altísima. Jugando con tan solo 10 jugadores y sin piezas vitales en la plantilla pudieron derrotar a unos Bulls sin bajas, a los que el parón les habrá cogido con la guardia baja. Detroit ya está empatado a victorias con los Hornets, y no puede hacer más que mirar hacia arriba. Los Bulls tienen que olvidarse de este partido y dirigir su vista hacia delante, que esta noche tienen su siguiente encuentro ante los Suns en el United Center. Los Pistons por su parte, recibirán a los Wizards ya con todas sus piezas disponibles en el Palace. Cabe destacar que en el partido ante los Bulls, el Palace registró una de sus mejores entradas con algo más de 19000 espectadores, uno de las mejores asistencias en los últimos tiempos.