Los Sixers acentúan la crisis de los Wizards
WASHINGTON WIZARDS 81 - 89 PHILADELPHIA 76ERS
La pasada madrugada se daban cita en el Wells Fargo Center dos equipos que venían de encadenar 5 derrotas consecutivas en sus últimos 5 partidos, los Washington Wizards y los Philadelphia 76ers. 18.809 personas se acercaron a ver el partido aprovechando la oferta de 5 niños gratis por cada entrada de adulto que los Sixers impulsaron para atraer más gente al pabellón.
Los Wizards se presentaban al partido con las bajas de Paul Pierce, Kris Humphries y Bradley Beal, 3 jugadores muy importantes en las rotaciones de Wittman y cuya ausencia están afectando notablemente al buen hacer del equipo, que parece haber desaparecido tras el All-Star Weekend. Por su parte los Sixers no contaban con más bajas que la de Embiid, e incorporaban al equipo a sus dos últimas adquisiciones, Ish Smith y el nº5 del Draft del 2012 Thomas Robinson. Robinson ya hizo su debut con los Sixers esta semana en Milwaukee pero el de anoche era su primer partido como local en el Wells Fargo Center, y no defraudó.
Gran comienzo local
Los Sixers comenzaron mucho más metidos en el partido que los Wizards, encontrando posicones claras de tiro, con un Noel inconmensurable en defensa y mostrando una gran variedad de recursos en ataque a pesar de que Canaan no se encontraba cómodo a los mandos. Los de Wittman estuvieron haciendo la goma todo el cuarto y no fue hasta el final cuando lograron acercarse en el marcador para terminar 25-28 al término del primer cuarto.
Las defensas se imponen
Durante los cuartos segundo y tercero, fueron las defensas quienes superaron a los ataques casi en cada acción y los Wizards comenzaron a encontrarse más cómodos sobre el parquet. A pesar de ello, la gran labor de Noel, Mbah a Moute y Robinson bajo los tableros hicieron a Wall imposible penetrar en la defensa de los Sixers y lograr buenas opciones de tiro.
Esta gran defensa de los Sixers, quienes contaban en las alas con jugadores de gran envergadura como Grant, Thompson o Covington, llevaron a los Wizards a practicar ese juego del que abusan en demasiadas ocasiones y que tan inefectivo se muestra en el baloncesto de hoy en día; el juego de media distancia.
Al término del tercer cuarto los Sixers aventajaban a los Wizards en dos puntos, 61-63 ,y lo mejor del partido estaba por llegar.
Smith y Robinson al rescate
El último cuarto pareció empezar como lo hicieron los dos anteriores con unos Wizards que imponían su ritmo lento de juego y obligaban a los Sixers a buscar tiros forzados que rara vez encontraban la red. Brown se dió rápidamente cuenta de esto y decidió introducir en pista a Ish Smith en lugar de Canaan para dar algo de dirección al equipo.
Los Sixers empezaron a jugar como en el primer cuarto, Smith encontraba a sus compañeros liberados y Robinson se puso el mono de trabajo. El ex-Jayhawk capturó dos rebotes ofensivos en dos jugadas consecutivas para primero anotar y después forzar la falta y anotar dos tiros desde la línea de personal. Acto seguido, Robinson robó la bola a pase de Wall y lanzó el contraataque donde sacó la flagrante al base y puso en pie al Wells Fargo center.
Los Sixers consiguieron distanciarse levemente en el marcador y Brown dió entrada a Noel que junto a Ish Smith dieron la estocada final a los Wizards. 81-89 para los de Philly y la silla de Wittman empieza a estar más caliente de lo habitual.
Los Wizards volverán a la carga esta misma noche en Washington frente a los Detroit Pistons, quienes también vienen de perder anoche en La Motown y tras dos prórrogas ante los New York Knicks por 121-115.
Por su parte los Sixers volverán a jugar el domingo en Indianápolis ante unos Pacers crecidos tras su victoria de anoche ante los Cavaliers que les aúpa a la octava posición en la Conferencia Este.
