OKC baila al ritmo de Westbrook y Durant y aplasta a los Wolves
Minnesota Timberwolves 93 - 113 Oklahoma City Thunder
Minnesota Timberwolves y Oklahoma City Thunder volvían a verse las caras solo unos días después de la apretada victoria de los de Billy Donovan en Minneapolis, pero esta vez era OKC quien actuaba como local. Los hombres comandados por Sam Mitchell seguían con la terrible racha, que se alargaba ya a 8 partidos consecutivos sin conocer la victoria; mientras que OKC llegaba con la intención de extender la buena racha que le había llevado a vencer en 8 de sus últimos 10 choques, ya que sin embargo eso no les había permitido distanciarse de sus perseguidores – por ejemplo LAC, su inmediato perseguidor, llevaba una racha de 10 victorias consecutivas y seguía al acecho para arrebatarles la tercera plaza en el Oeste -. Para colmo, los visitantes no podrían contar con la presencia de Kevin Martin por enfermedad, una baja más que sensible para el ataque de la segunda unidad.
El partido empezó… mal. Tardaron 2 minutos y medio en anotar la primera canasta del partido y con solo 4 minutos de juego Sam Mitchell tuvo que pedir tiempo muerto porque su equipo – pese a tener buenos tiros – no conseguían anotar una sola canastas y los Wolves ya perdían 0-6. 7-18 era el parcial cuando Mitchell pidió el segundo tiempo muerto del encuentro a falta de 4 minutos para finalizar el cuarto, y es que poco habían mejorado las cosas desde el anterior. Kevin Durant no permitió ningún tipo de reacción de los Timberwolves, y el período acabó con un liderato contundente de OKC, 17-31.
La diferencia se estableció en 15 puntos durante la primera mitad del segundo cuarto, con las segundas unidades en pista. Lo que en un lado te daba Pekovic y LaVine en menor medida, en el otro lo hacía Kanter, Adams, Cameron Payne o Collison, impidiendo cualquier intento de remontar de los Timberwolves. Fue cuando Steven Adams cometió su tercera personal y los Thunder pasaron a jugar small-ball (Ibaka de pívot y KD de «4») cuando encajaron un parcial de 8-0 y los visitantes pudieron colocarse a solamente 8 puntos de distancia. Sin embargo, quedaban aún 3 minutos, y los locales lo aprovecharon para recuperar poco a poco la ventaja que tenían antes del parcial, y marcharse así a los vestuario con 14 puntos de diferencia en su favor, 43-57.
La superioridad que los locales estaban demostrando en la pista se veía en el resultado, aunque incluso podría haber sido un poco más abultado sin que nadie se sorprendiera. Y así fue en el tercero, a que la ventaja para los de Oklahoma City fue creciendo y creciendo y se situó alrededor de la veintena mediado el cuarto. Un pequeño parcial en los 2 últimos minutos liderado por LaVine y Wiggins permitió a los Wolves bajar la diferencia de ese esos dolorosos 20+ hasta el 65-82. Westbrook ya había conseguido el Triple-Doble y Durant no estaba lejos, aunque no se esperaba que lo consiguiera ya que ninguno de los dos tenían necesidad de volver a pista dad la enorme diferencia en el marcador.
Lo intentó Wiggins muy al principio y consiguió un pequeño parcial que hizo soñar a los aficionados de Minnesota, pero nada más lejos de la realidad, los suplentes de OKC volvieron a poner las cosas en su sitio y cuando quedaba medio cuarto para finalizar el encuentro la ventaja volvía a ser de +24. Ya solo estaba por ver cuál sería el resultado final tras tanto «minuto basura», y cuando sonó la bocina final el luminoso mostraba 93-113.
Resumen estadístico:
- Oklahoma City Thunder: Russell Westbrook (12 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias); Kevin Durant (21 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias); Dion Waiters (19 puntos); Cameron Payne (12 puntos, 5 asistencias y 4 robos); Serge Ibaka (13 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones).
- Minnesota Timberwolves: Andrew Wiggins (25 puntos); Karl-Anthony Towns (9 puntos y 12 rebotes); Zach LaVine (10 puntos y 6 rebotes).