Dante Exum sigue siendo el plan de los Jazz

Utah no va a ir a por ningún base en el mercado

Dante Exum CC ESPNLos Jazz hicieron un solo traspaso antes del cierre del mercado hace más de una semana y en cierto modo la operación fue la esperada, Utah fichó un base de los Atlanta Hawks, si bien el jugador en cuestión no fue el que había estado en todos los rumores en días anteriores, ya que el que recaló en Salt Lake City fue Shelvin Mack. Por tanto la posición de base, aún con la nueva adquisición, sigue siendo la única donde realmente pueden mejorar los Jazz, y hay ciertas partes de la afición que se preguntan si no convendría aprovechar e ir a por uno de los talentosos agentes libres que habrá disponibles este verano.

Hace relativamente poco escribí que Utah se encontraba en una situación un tanto rara en cuanto al mercado se refiere puesto que a pesar de las expectativas por entrar en Playoff y la inesperada reñida lucha por hacerse con uno de los dos últimos puestos en el Oeste, la decisión de hacerse con alguien como Jeff Teague, que era el Hawk que sonaba para irse a los Jazz, no sólo conllevaba una inversión alta en rondas de draft o jóvenes jugadores – como Alec Burks, al parecer -, sino que además y casi con toda seguridad iba a bloquearle el paso a Dante Exum. El jovencísimo australiano no dejó boquiabiertos a nadie en su año rookie, pero sí que dio detalles de lo que podía llegar a ser, el base del futuro de los próximos Utah Jazz ganadores. Esta temporada iba a ser muy valiosa porque iba a suponer otro curso más en clase con el entrenador Quin Snyder y el bloque del equipo que tan bien funcionó, sobretodo defensivamente, a finales de la campaña anterior, incluyendo además el retorno de otra promesa como Burks. Sin embargo una lesión con el combinado Aussie le dejó en el dique seco hasta el otoño próximo y los Jazz se vieron obligados a improvisar, dándole la titularidad al novato brasileño Raulzinho Neto sin muchas esperanzas en que se convirtiera en algo más que un decente jugador. En ningún momento parecía que Utah desease volver al Trey Burke titular que tan poco produjo en las oportunidades que tuvo. El plan quedó en «stand-by», por decirlo así.

Como ya he dicho, aunque haya razonables prisas por alcanzar los Playoffs esta temporada y acelerar el proceso de reconstrucción que comenzó cuando salieron Paul Millsap y Al Jefferson de Utah, el adquirir un base de postín no es la solución ideal, o al menos no es la ideal ni ahora ni la temporada que viene. Exum fue escogido en una posición muy alta en el draft precisamente porque pintaba como una posible estrella, y aunque no se vaya a convertir nunca en un MVP de la liga, sí que es cierto que tiene posibilidades de convertirse en un sólido jugador en ambos lados de la pista, algo especialmente interesante dentro de los esquemas del entrenador Snyder. Tras no haber pasado, digamos, del nivel de instituto en su Australia natal, era lógico esperar un lento proceso de adaptación y madurez, pero al menos en defensa ya se vio algo de lo que podría dar de sí en el futuro próximo cuando le quitó la titularidad el año pasado a Burke. No tendría ningún sentido desecharle ahora, o taponar su progresión ahora, por otro jugador consagrado que pueda darle a los Jazz esas 4-5 victorias extras que les dieran el derecho a ser destrozados por los Warriors en la primera ronda de los Playoffs. Su lesión trastocó mucho los proyectos de Utah, sobretodo porque retrasa en una temporada la decisión que en algún momento tendrán que tomar acerca del último miembro de su quinteto titular.

Si el plan A seguía siendo por tanto Exum, y su parche temporal, Neto, el plan A2 era añadir un temporero que pudiera aumentar la producción en la posición y ayudar al equipo en su lucha por los Playoffs sin suponer un cambio de rumbo a medio y largo plazo. Mack, con pasado común con Snyder en Atlanta y con Gordon Hayward en Butler, responde perfectamente a este perfil, y su contrato en 2016-17 no está garantizado. Ahora bien, la llegada del ex de Hawks no despeja en ningún caso la duda sobre lo que los Jazz pueden hacer en el mercado de agentes libres en verano.

Mientras que hay nombres de calidad en el mercado como Kevin Durant, Al Horford, DeMarr DeRozan o Dwight Howard – nadie cree que LeBron James vaya a irse de Cleveland y otros como Andre Drummond o Bradley Beal son agentes libres restringidos que no van a ir a ningún lado -, el puesto de base es bastante más pobre, con apenas Mike Conley como estrella marginal. Hay otros nombres como los de Rajon Rondo o Brandon Jennings, pero ninguno que quite el sueño a nadie y todos con cuestiones importantes alrededor. ¿Serían mejores los Jazz dejándose el máximo en Mike Conley? En principio tendrían más probabilidades de ganar partidos el año que viene, eso seguro. A largo plazo sin embargo, el jugador de los Grizzlies terminaría por no encajar en los planes de los Jazz, que quieren construir su equipo alrededor de Hayward (25 años), Derrick Favors (24), Rodney Hood y Rudy Gobert (23) y posiblemente Alec Burks (24), Trey Lyles (20) y Exum (20). Además, su nómina haría muy difícil retener a algunos de los nombres mencionados, ya que mientras este verano no tienen ningún agente libre propio digno de mencionar, la temporada que viene Gobert termina contrato y a la siguiente vencen los de Hayward, Favors, Exum y Hood, y como ya dijo Zach Lowe en ESPN recientemente, los Jazz podrían tener un problema para retener a la mayor parte de ellos, tal es el nivel de acierto en el draft de la franquicia de Utah. El mismo Lowe argumenta que se podría dar una situación en la que los Jazz estén pagando sueldos de estrella a un bloque que no haya alcanzado los Playoffs todavía, pero también es cierto que las lesiones han afectado mucho al plan del equipo.

Bien es cierto que la familia Miller, propietaria de la escuadra, no es muy afín a tomar atajos y dar golpes de timón, y por tanto es poco probable que se lancen a por Conley o alguien parecido aún en el hipotético caso en el que el base deja Memphis, algo poco probable. Ni deportiva ni financieramente tiene sentido cambiar el rumbo ahora mismo, por mucho que los Playoffs estén reñidos o las lesiones hayan mermado el nivel competitivo de los Jazz. El futuro a medio y largo plazo sigue siendo lo más importante, y Exum es, hasta que demuestre lo contrario en la pista, parte fundamental de ese plan como base titular, tanto por su capacidad atlética como por sus aptitudes para defender o su habilidad para llegar al aro que demostró en categorías inferiores. Después de todo, bases de 1,98 m. de altura no crecen en los árboles. El fracaso de Burke aún duele, y es posible que deje los Jazz al término del año, pero esa decepción no puede influenciar la proyección de Exum. De momento Utah ha conseguido solventar la papeleta de su ausencia con un incremento del papel de Hood en la creación de juego, para complementar a Hayward, y el escolta de Mississippi ha respondido con creces. Este descubrimiento más el retorno de Burks más la adición de Lyles para espaciar el ataque puede ayudar mucho a la progresión del australiano, que lo tendrá más fácil para asumir más responsabilidad en ataque, sobretodo para llegar al corazón de la pintura.

Mack no es un All-Star y probablemente nunca tenga el nivel para ser titular en la NBA en un equipo de nivel medio, pero tiene experiencia en los Playoffs y ha trabajado con Snyder antes, y tiene envergadura para defender. Es un parche para un plan que se vio afectado por la lesión de Exum pero que sigue muy vigente porque es lo que más sentido tiene y porque el joven Aussie todavía podría terminar convirtiéndose en un jugador muy sólido. Ahora bien, Mack es una decente apuesta para tratar de mientras se espera a Exum alcanzar los Playoffs, y al menos le manda un recado a Burke que a pesar de una mejora en sus porcentajes sigue sin ser el base que los Jazz necesitan.