«La voz de los Clippers», en el Paseo de la Fama de Hollywood
Ralph Lawler, el mítico speaker, al la cima de los locutores
Ralph Lawler estuvo en la tarde del jueves en el mismo sitio que estaba hace casi 70 años, cuando era un niño de ocho años, en la esquina de Hollywood y Vine.
Solo que hoy no es aquel niño que visitaba el emblemático lugar mirando los nombres de las grandes estrellas del Paseo de la Fama de Hollywood acompañado por su familia, natural de Peoria. Esta vez, él se convertía en uno de estos iconos al recibir su estrella por haber sido la “Voz de los Clippers” desde hace más de 37 años. Se refirió a su experiencia como surrealista. El emocionado locutor dijo que a pesar de todos sus sueños y aspiraciones, nunca habría sido capaz de imaginar que un día él estaría en el lugar en el que se encontraba esa tarde de jueves y recibiendo su propia estrella.
“Pensar que he trabajado más de 30 años en Los Ángeles es maravilloso, y esto es la culminación. Tener una estrella aquí, prácticamente para siempre, es extraordinario. Es uno de los momentos más emocionantes de mi vida. No cambiaría esto por nada… es un día muy especial para toda mi familia y para mí”.
Aquel niño de ocho años no podía sospechar que 15 años más tarde volvería a Los Ángeles a trabajar, recién salido de la Universidad de Bradley. Cuando Lawler visitó Hollywood de niño, el Paseo de la Fama estaba en sus primeras etapas, pero él ya conocía todos los nombres que había allí. Contó que su padre comenzó siendo acomodador para terminar siendo el dueño de una cadena de salas de cine.
“Prácticamente crecí en una sala de cine, y conocía a cada actor y actriz que hubiese hecho una película desde los inicios del cine sonoro porque mi padre las emitía todas en sus cines. Andar por estas calles y ver estos nombres, y luego ser Dj durante todos estos años y ver las actuaciones musicales, a los cantantes y a los grupos que eran famosos por aquí y a los antiguos mitos radiofónicos; simplemente no veía posible formar parte de todo esto”.
Pero a pesar de que se le antojase imposible que su nombre pudiese figurar en el Paseo de la Fama, lo cierto es que sucedió. Ralph Lawler tuvo el honor de recibir a las 11:30 de la mañana del día 3 de marzo, la 2575º estrella del Paseo de la Fama de Hollywood, en la categoría de radio.
“Estoy especialmente feliz de que sea en la categoría de radio. Sé que muchos de los fans que me siguen me ven como un hombre de la televisión, pero mis raíces están en la radio, y me considero un hombre de la vieja radio, solo un hombre de la radio local del pequeño pueblo de Peoria, Illinois. Estar aquí, en el Paseo de la Fama de Hollywood es lo más emocionante de mi carrera profesional”.
Al acto acudieron sus amigos y familiares, pero también las personas a las que ha presentado durante años. Doc Rivers, el entrenador principal del equipo, se cambió por un día los papeles con el locutor y ayudo a presentar a Lawer. Además, Chris Paul, Sam Cassell y varios miembros del cuerpo técnico, así como otros locutores de radio estuvieron presentes en el momento de la entrega de la estrella al célebre locutor. Por supuesto, su mujer, Jo, estuvo a su lado.
“Ella ha sido el viento que impulsaba las velas de mi barco desde hace muchísimo tiempo. Tenía un pase de temporada de los Clippers en San Diego cuando la conocí, creo que Jo ha sido testigo de más partidos en directo de los Clippers que nadie en el planeta”.
Lawler dijo que estaba honrado y emocionado por la presencia de todos y por estos últimos cinco años, y repitió que no creía que esto fuese posible.
“No es solo una consagración de mi carrera, sino que lo veo como el reconocimiento que los Clippers están empezando a obtener en la comunidad”.
Además, resaltó el gran trabajo del dueño, Steve Ballmer, de Doc Rivers y del presidente de operaciones comerciales, Gillian Zucker. Ellos han conseguido desde que llegaron cambiar la cultura del equipo, y ahora la ciudad de Los Ángeles se ve capaz de abrazar a los Clippers. Esto le atañe personalmente, pues estos últimos años han hecho disfrutar al veterano speaker, que por fin ha sido capaz de ver baloncesto ganador en su amado Staples. Después del traslado del equipo a los Ángeles y antes de la era de Chris Paul, los Clippers habían conseguido dos temporadas en positivo, una en el 50% de victorias, y otra con 24 derrotas.
“Esto hace sencillo convencer a la gente y decirle: manteneos en sintonía amigos, no querréis perderos esto. Pero (en la anterior etapa) también era un trabajo bonito encontrar las maneras de convencer a la gente, sobre todo en la época que trabajé con Bill Walton. Tuvimos algunos equipos realmente malos, pero conseguíamos audiencias televisivas muy buenas porque Bill me ayudó a hacer más atractivas mis narraciones y los propios espectáculos”.
A pesar de estos años flojos de baloncesto, Lawler nunca perdió la ilusión de cubrir a los Clippers. Siempre dijo que desde el primer minuto que obtuvo el trabajo, soñó con que fuese su último trabajo. La única diferencia con la que se encuentra «la voz de los Clippers» cuando ocupa su puesto habitual radica en que el éxito del equipo hace su trabajo más simple.
“Solía ver a los Clippers perdiendo de 15 al final del primer cuarto, e intentaba darle a la gente una razón para mantenerse viendo y escuchando el partido. No era fácil”.
Gracias a Rivers, Paul, Blake Griffin, DeAndre Jordan y la plantilla actual de los Clippers, Lawler no tiene que preocuparse de eso. Rivers dijo admirar como, a pesar de todo, Lawler nunca flaqueó o se rindió. Y cree que la manera de disfrutar a pesar de los malos momentos del equipo hace que el legendario locutor aprecie más que nadie lo que el equipo está haciendo ahora.
“Cuando aguantas en los malos tiempos y después ves los buenos, eres capaz de apreciarlos con mayor claridad” dijo Rivers. “No estoy bromeando, puedes verlo en el avión; cuando Ralph se monta se nota claramente lo emocionado que está”.
Y a pesar de su edad, no se plantea pensar en una retirada próxima:
“Pienso que mientras este mentalmente en forma-y a mis 77 para 78 mi salud mental es excelente, toco madera- se me antoja muy difícil renunciar” dijo Lawler. “¡Es tan condenadamente divertido! Mi mujer lo adora, y el club es realmente generoso al permitirle viajar con nosotros. ¿Cómo voy a marcharme de aquí?»
Cuando finalmente se marche, Rivers espera que lo haga con un anillo de campeón que acompañe a su estrella.
“Sería lo mejor”. Dijo Rivers. “Esa sería la guinda. De todos los hombres que estamos aquí, él debería ser el tipo que estuviese en el escenario. De verdad. El representa a los Clippers, el representa todo esto”.
Y por supuesto, un anillo con su mítico «oh me oh my!» de fondo sería el colofón perfecto para este nuevo inquilino del Paseo de la Fama.