Descubriendo a Ben Simmons

uno de los favoritos para el pick 1

foto: www.businessinsider.com
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Seguimos analizando a las promesas de cara al Draft 2016. Es turno de uno de los grandes favoritos a ser primer pick, el alero de Louisiana State University, LSU, Ben Simmons. Un gran jugador físico que, a pesar de que debe mejorar su tiro, tiene potencial para ser All-Star.

Análisis anteriores en el mock de SomosBasket: Demetrius Jackson, Brandon Ingram.

Simmons es junto a Brandon Ingram quizá el jugador con más potencial de toda la camada de jugadores que se presentan al Draft 2016. Nacido en Melbourne, Australia, el 20 de julio de 1996, fue al instituto Montverse Academy en Florida, para después anunciar que jugaría en la Universidad de Louisiana State, donde solo ha pasado un año hasta poder presentarse al Draft. Esta temporada en la NCAA ha promediado 19’8 puntos, 11’9 rebotes, 4’8 asistencias, 2’0 robos, 0’9 tapones y 3’4 pérdidas en 34’9 minutos por encuentro, con unos porcentajes del 56’0% en tiros de campo y 67’0% en tiros libros con los Tigers de LSU.

PUNTOS FUERTES

Si por algo destaca Simmons es sin duda por su capacidad atlética. Con 2’08 m. de estatura y 109 kilos, lo tiene todo, e incluso podría llegar a jugar de ala-pívot en ocasiones, algo que viene a la perfección para el small-ball que tanto se practica ahora en la NBA. No es un excelente defensor pero su potencia y fuerza hacen que pueda defender notablemente en el poste y cerrar el rebote. Es ambidiestro, lo que hace que pueda dominar con ambas manos sin problemas y sea mucho más difícil de defender por los rivales. Es un jugador con gran rapidez, ágil y con un gran control de su cuerpo, con buena rapidez lateral para su altura, lo que le permite finalizar por encima de oponentes más pequeños y capturar rebotes en tráfico.

Su juego en transición es otro de los aspectos destacables de su juego. Es un jugador que destaca por sus ‘coast-to-coast’, ya que tiene la velocidad y el cuerpo para recibir o coger el rebote en su campo, recorrerse la pista y acabar fuerte en el aro rival, siendo el 26’4% de su ofensiva en transición. Además sabe correr la pista cuando es necesario y buscar los espacios para recibir en carrera. Pero sobre todo destaca su visión de juego, impropia de un jugador de su altura. Al contraataque utiliza pases creativos y espectaculares para asistir a sus compañeros, lo que le ha llevado a que un 32% de sus asistencias sean en transición.

Otra buena virtud de Simmons es su instinto para el baloncesto, algo que no se puede enseñar ni en la mejor de las escuelas. Sabe donde encontrar a sus compañeros con poco margen de reacción, y utiliza pases fuertes para pillar a la defensa desprevenida. Otro aspecto a destacar es su gran anticipación en los pases del rival, gracias a su rápido movimiento de pies sobre todo cuando juega en posiciones exteriores. También gracias a su instinto y en especial a su capacidad de reacción, sabe leer bien donde van a caer los rebotes y capturarlos con agresividad.

Para finalizar con sus virtudes, es destacable su anotación interior. Tiene buena mano en su gancho con la derecha, y sabe leer bien cuando ejecutarlo para dejar al rival sin opciones en defensa. Tiene un juego de pies sólido, y suele utilizar reversos en el poste para superar a los contrarios. Puede atacar bien desde el poste medio, pero sobre todo destaca llevando hasta abajo a sus contrarios, aunque debe mejorar este aspecto puesto que ante oponentes altos no suele ser tan efectivo. También debe mejorar sus movimientos en el poste, poner algo de Olajuwon en su juego, dado que siempre utiliza movimientos muy básicos que los rivales acaban por darse cuenta y los contrarrestan. Además, tiene un buen floater con la derecha, aunque mejorable.

PUNTOS DÉBILES

Sin duda el mayor punto débil de Simmons es su tiro de media y larga distancia. No tiene confianza en su tiro y lo demuestra, sobre todo porque no es un jugador clutch, no suele anotar cuando es necesario en los últimos minutos de partido; en LSU no asumía la responsabilidad de ser el líder del equipo, y en partidos apretados dejaba que fueran otros los que se jugaran esos tiros. Los rivales lo saben y le flotan, y lo peor de todo es que incluso cuando le dejan solo para tirar, prefiere doblar la bola o pasarla a otro compañero aunque esté peor situado. Ello hace que tome decisiones precipitadas en el tiro y los realice de manera descoordinada. Muy incómodo en las situaciones de catch-and-shoot, prefiere siempre entrar a canasta antes que lanzar, pero lo empeora dado que no aprovecha su físico para acabar agresivo en el aro, sino que prefiere acabar con una bandeja o con un floater que normalmente se traduce en fallo. Por otra parte, su tiro de tres es nulo; ha lanzado en toda la temporada tres tiros desde la larga distancia de los cuales tan solo ha anotado uno, siendo, sin duda, otro de los apartados que debe mejorar sobre todo viendo el rumbo que está cogiendo la liga cada vez más dependiente del tiro exterior.

Otro de los problemas de Simmons es su longitud. Si bien antes decíamos que lo aprovecha para rebotear y acabar sobre defensores más bajos, ante rivales más altos tiene muchos problemas, lo que limita su potencial como defensor interior. Promedia 0’9 tapones por 40 minutos de juego, de manera que ahí puede intuirse que sus dotes de rim protection no son nada del otro mundo. Su envergadura de 2’10 metros es corta para su estatura, y ello provoca que a veces tenga problemas para capturar rebotes, incluso con la posición ganada. Ha mejorado su salto vertical en comparación a hace un año, pero se ha visto durante la temporada que en ocasiones le costaba finalizar cerca del aro por falta de impulso.

Si el mayor problema era el tiro, otro que no se queda atrás es su mentalidad. Es un jugador que se deja ir en muchas ocasiones, no es nada competitivo defensivamente, no se aplica y le ha costado la derrota a su equipo en diversas ocasiones por jugadas mal defendidas. Muchas veces, por vagancia, prefiere meter la mano a continuar defendiendo, cuando tiene todas las herramientas físicas para ser un magnífico defensor. Muestra muy poca resistencia como defensor en el poste, lo que hace que se originen canastas muy fáciles para los oponentes cerca del aro. Por otro lado, a veces parece que quiere hacerlo todo demasiado bonito, prefiere hacer pases espectaculares que pueden causar una pérdida de balón a asegurarse que el pase llega al compañero.

COMPARACIÓN

En cuanto a las comparaciones con jugadores de la liga, un ejecutivo de la NBA lo describió como «un Rajon Rondo más alto, un Evan Turner más atlético, o un Royce White más delgado». Pero teniendo en cuenta las virtudes de Simmons, vamos a analizar a jugadores, que a su misma edad, eran similares al freshman de LSU.

Arriba hemos destacado su juego en transición, y aunque Simmons es más dinámico con el balón, se parece a una mezcla de Lamar Odom, Boris Diaw y Blake Griffin a pista abierta. Simmons sabe cambiar de ritmo, driblar con habilidad y distribuir creativamente como lo hacían Odom y Diaw. Simmons corre la pista parecido a Griffin y puede finalizar cerca del aro. Diaw y Griffin saltaban más, mientras que Odom tenía una zancada más larga.

Es un jugador ambidiestro, y en ello se parece a Michael Beasley. Ambos botan con la derecha, su floater es también con la derecha y son capaces de finalizar desde distintos ángulos. Además, ambos tienen perfiles físicos muy similares en cuanto a altura y peso.

Su visión de juego es muy parecida a la de LeBron James, sobre todo por ser ambos aleros. Obviamente Simmons no llega al nivel atlético, anotador, defensor y de tiro que el LeBron de 19 años tenía, pero su estilo de pase y visión son similares. También como Odom y Diaw, Simmons es un gran pasador desde el poste.

En cuanto a sus instintos defensivos, parecidos a Beasley y Griffin. Ninguno de los tres tienen una envergadura estratosférica pero son capaces de defender mínimamente bien gracias a su instinto y anticipación. Tanto Beasley como Griffin tenían problemas defendiendo en el uno contra uno, igual que Simmons.

Como hemos visto, Simmons es un jugador muy bueno que se puede comparar con grandes jugadores, pero tras esto, cabe destacar que sería de vital importancia que Simmons desarrolle su tiro. Ninguno de los antes mencionados era tirador nato, pero excepto Griffin, todos podían tirar de tres y ser mínimamente consistentes. Ninguno de ellos hubiera evolucionado de la manera en que lo ha hecho sin el tiro, de manera que volvemos a recalcar que será muy importante que evolucione en ese aspecto si quiere ser un gran jugador en la NBA.

https://www.youtube.com/watch?v=R-65jkEqnpc