Por qué no quiero Small Ball en los Celtics

NO SIGAMOS MODAS

Mientras toda la NBA rota hacia el «Moreyball» tan bien explicado en este artículo, me gustaría preguntarme qué de bueno les traerá a los Celtics un sistema para el que no tiene los mejores jugadores y cómo forzar una moda puede dañar las posibilidades reales de hacer algo interesante en Playoffs. El «Moreyball», de Daryl Morey (GM de los Rockets), no deja de ser la introducción de las estadísticas avanzadas en el diseño del ataque. Con ellas hemos constatado que el tiro más ineficiente de la liga es el tiro largo de 2 o media distancia mientras que el triple, los lanzamientos bajo canasta y el tiro libre deben ser las armas principales de todo equipo que se precie. No se ha inventado la pólvora precisamente. Desde Bob McAdoo hemos visto infinidad de 4 abiertos que producen grandes problemas ofensivos por su versatilidad ofensiva, su capacidad de abrir el campo tirando desde la larga distancia y un más que decente juego interior que dan muchas variantes a la libreta de un entrenador.

Credit to Kevin O’Connor https://theringer.com/under-the-influence-of-moreyball-1ea4ba34b85c#.fzqo58xhz

Primero, es muy diferente tener un 4 abierto o que pueda jugar por fuera, que tener de diseño Small Ball o forzar a un jugador fuera de su posición por norma para seguir una moda o para hacer un match del enemigo. La incrementada capacidad física de los jugadores menores hoy en día hace que cubran necesidades que antes solo se paliaban con altura. El salto y una preparación específica hace que aporten en el rebote; un mayor músculo y velocidad hace que se puedan adaptar tanto las defensas como los ataques al gusto y una renovada obsesión por el tiro y la explosividad tras bote da muchos recursos en situaciones de contraataque, pick and roll o isolation.

No clasifico a un jugador posicionalmente por su altura pero sí por cómo juega, cómo entiende el baloncesto y las armas que tiene. Por eso me chirría cuando se acepta alegremente que todo alero con cierto poder físico puede ser movido siempre al puesto de ala-pívot para aportar velocidad, tiro y pase y así aumentar el poder ofensivo del equipo. Esto es cierto cuando cuentas en tu alineación con jugadores con capacidades muy específicas, como Draymond Green y Kevin Durant en los Warriors, y suele funcionar en períodos más bien cortos de tiempo o cuando las circunstancias del rival así lo permiten.

De cualquier manera, es indudable que el triple está convirtiéndose en el arma principal de los equipos grandes y las mecánicas y la preparación de TODOS los jugadores en ese sentido es muchísimo mayor. Además los árbitros pitan más, ejem Harden, y defienden a los jugadores que cargan como locos, ejem Westbrook, por lo que la rapidez de manos y pies en defensa está mucho más valorada que antes. Por último, el movimiento de balón y la creación de espacios son las formas ideales de no tirar tiros malos y por lo tanto, de anotar más y mejor. Eficiencia señores. Hasta aquí todo bien. No deja de ser la evolución racional del baloncesto.

El problema empieza cuando los ataques se convierten en hero balls donde el jugador con más recursos en carrera es capaz de crear una atracción gravitacional que libera a la fila de jugadores abiertos para el triple. Donde el pick and roll sea la única manera de sacar las defensas de sus sitio para que un mero missmatch permita al mejor jugador ofensivo atacar sin descanso al rival. Muchos equipos pueden jugar a esto, caso Rockets o Cavaliers, y es muy lícito, y de hecho efectivo, pero no compro que esto sea a lo que han jugado los últimos 5-10 campeones de la NBA ni que todo el mundo deba empeñarse en usar un sistema para el que no están preparados, especialmente los Celtics.

No tenemos ni la calidad ni los jugadores para implementar alegremente esta idea y los trades más necesarios son de hombres grandes que reboteen, a menos que queramos a Horford de 4, no sé a qué estamos jugando al empeñarnos en poner a jugadores fuera de su posición.

Es evidente que la NBA actual penaliza tener dos interiores en pista que generan juego principalmente de espaldas a canasta y lo que antes era una excepción en Dirk Nowitzki, se ha convertido en la norma general, sin embargo hay muchos puntos medios. Esto va de darte más posibilidades y de la famosa versatilidad de Stevens, tener otro hombre más en el perímetro o en la esquina mientras necesitas una verdadera amenaza al poste, un mejor reboteador que atraiga atención o un screener que deje a tus cortadores solos, es claramente negativo.

Porque los Heat, Spurs o Warriors de turno tenían a sus Big Three pero no los sacaban de sus posiciones naturales sin un equipo que cubriese sus carencias. Incorporaban secundarios de muchos quilates que daban un vuelco a todo. Shane Battier jugando de falso 4, Chris Andersen haciendo suya la zona, Boris Diaw ejerciendo de base desde dentro o Draymond Green haciendo DE TODO desde dentro y desde fuera. No vale lanzar perfiles deslabazados a diferentes posiciones si no pegan.

Por eso no entiendo las ganas de poner de 4 a Crowder o Hayward, en el caso en el que llegue, cuando no tenemos otro verdadero alero (a parte del 99) que pueda aguantar la rotación defendiendo, reboteando y poniendo la mordiente que necesitamos. Brown aún no está listo mientras que a Green y a Young ni están ni se les espera. Prefiero jugar con los perfiles de Jerebko, porque es 4, y Olynyk para crear desajustes durante períodos cortos de tiempo y sacar ventajas cortas hasta que el entrenador rival decida adaptar su sistema.

Tampoco veo a Crowder preparado para ser consistente en el puesto de 4 en los Celtics por razones de rebote, fuerza pura y quitarle de la defensa del perímetro, donde más llegó a producir era con robo y carrera y depende a quién cubras y desde qué posición, esa arma desaparece. De hecho, tal y como demuestra Ryan Bernardoni, los problemas están viniendo cuando no sabemos clasificar a nuestros forward entre ser un 4 o un 3. A estas alturas del proceso estamos rallando en lo inadmisible.

Y por encima de todo, está mal usar los recursos puntuales como norma. Marcus Smart ha sorprendido a propios extraños cuando se ha echado encima de jugadores mucho mayores como Porzingis o Durant y ha cambiado partidos con su defensa. En cambio, su aportación cuando ha sido regularmente el exterior de mayor tamaño y peso, ha sido menor que cuando juega de base, donde se está destapando poco a poco. Las alineaciones con Marcus de alero suelen anotar menos y sufrir mucho en el rebote defensivo. Su marcador suele forzarle a tomar tiros exteriores mientras se ocupa de cerrar las internadas de Bradley o Thomas, verdaderos creadores exteriores de los Celtics, por lo que la eficiencia del equipo desciende.

Por encima de todo, está mal usar los recursos puntuales como norma

Esto nos lleva a la famosa picadora de carne de Javi, también llamada «IT and D» en algunos círculos americanos. Esta alineación de Isaiah Thomas, Avery Bradley, Marcus Smart, Jae Crowder y Al Horford es según Basketball Reference, la 4ª más usada y a todas luces la peor entre las que tienen un mínimo de regularidad exceptuando a la que incluye a Amir, Zeller y Brown con Bradley y Thomas para intentar compensar.

Estadísticas por 100 posesiones ante el equipo rival. Credit to http://www.basketball-reference.com/teams/BOS/2017/lineups/#lineups_5-man_::none

Los números hablan solos, es muy preocupante que los 4 mejores jugadores ofensivos de los Celtics más Marcus Smart sean incapaces de vencer a sus rivales de media en ninguna categoría excluyendo el número de tiros intentados y por lo tanto, fallados. Una conjunción que pinta tan bien sobre el papel es en la realidad un problema ofensivo y en el rebote de primera orden. Y este es el mejor Small Ball que podemos poner en cancha, en teoría, durante muchos minutos. No juguemos a lo que no sabemos, Crowder es alero y a menos que fichemos al Gallinari de turno, lo necesitamos haciendo lo suyo, así Smart podrá hacer lo mismo. E increíblemente, esto serían buenas noticias para estos Celtics.