Karl-Anthony Towns, el jugador del futuro

El pívot de los Timberwolves va camino de hacer historia

Karl-Anthony Towns puede convertirse en una leyenda de la NBA - Nil Alemany (SB)
Karl-Anthony Towns puede convertirse en una leyenda de la NBA – Nil Alemany (SB)

Estamos en una época en la NBA en la que cada vez es más difícil que un jugador nos sorprenda haciendo cosas que no habíamos visto antes en otros. La amplia historia de esta Liga nos ha traído tantos jugadores excepcionales que cada vez vemos más normales cosas que alomejor en un pasado se consideraban hitos históricos, como por ejemplo el impresionante arsenal de triples-dobles que nos está regalando esta temporada Russell Westbrook. Pero más allá de las estadísticas, hay ciertos jugadores que deslumbran con su juego y su repertorio de recursos, jugadores que brillan más allá de lo que sería natural por su posición, altura, etc. Uno de esos jugadores es Karl-Anthony Towns, el joven pívot de Minnesota Timberwolves.

Hoy sometemos a análisis a este prometedor talento que milita a las órdenes de Thibodeau y que, en su segundo año en la Liga, ya es considerado por muchos (entre quienes se incluye el que os escribe) el mejor pívot de la NBA.

Una precocidad increíble

Se han dado muchos casos de jugadores que, tras llevar varios años en la Liga, han adquirido la experiencia suficiente para explotar al máximo su potencial y de repente, en una determinada temporada, asombran a todo el mundo desplegando un nivel que nadie se imaginaba que podían llegar a dar.

Esto es lo que le ha pasado a Karl-Anthony Towns, pero con la excepción de que a él no le ha hecho falta asentarse en la Liga… ¡Lo consiguió en su año de Rookie! Ya en su primer año en la NBA, el nº 1 del Draft de 2015 logró deslumbrar a todos los aficionados desplegando un nivel impropio de un novato, llegando al punto de ser considerado el mejor en su posición por mucha gente, tarea que no es nada fácil teniendo en cuenta que debe disputarse este honor con jugadores de la talla de DeMarcus Cousins, Marc Gasol, DeAndre Jordan, etc.

Nacido en 1995, con solo 21 años ya se habla de Karl-Anthony Towns como el sucesor de Kareem Abdul-Jabbar. Obviamente es muy pronto para lanzarnos a la piscina de esta manera, pero no es mal presagio que siendo tan joven ya se codee con esferas tan altas de la historia de la NBA. De momento, en su segundo año se ha convertido en el jugador franquicia y líder indiscutible de unos Timberwolves que, pese a su mala primera mitad de temporada, no dejan de ilusionar a su afición por tener en su plantilla una larga lista de jóvenes talentos muy prometedores.

Ni que decir tiene que con estos precedentes, era cuestión de tiempo que Towns se llevara claramente el premio al Rookie del año de la temporada 2015-16, siendo este posiblemente, si sigue a este nivel, el primero de muchos galardones individuales.

Unos números envidiables

Una de las cosas que llaman la atención de Towns son los números que viene ofreciendo desde su etapa en el instituto St. Joseph de Nueva Jersey. En su etapa colegial ya mostró su potencial, promediando en sus 3 temporadas (de la 2011-12 a la 2013-14) 18 puntos, 12.4 rebotes, 3 asistencias y 5,2 tapones por encuentro, unas cifras bastante prometedoras para un chico de tan solo 16 años.

En la temporada 2014-15, el joven pívot dio el salto a la Liga Universitaria, la NCAA, uniéndose a las filas de los «Wildcats» de la Universidad de Kentucky, donde vio mermados sus números debido al gran salto de competitividad que supone pasar del instituto a la universidad. Aún así, Karl-Anthony Towns no decepcionó y ofreció unos números bastante buenos para un novato en la NCAA: 10.3 puntos, 6.7 rebotes, 1.1 asistencias y 2.3 tapones por partido.

Si antes hablábamos de precocidad, ahora nos reiteramos, ya que Towns pasó por la Universidad una única temporada antes de presentarse al Draft de 2015 y ser elegido como nº1 por los Minnesota Timberwolves. No se equivocaron los de Minneapolis, que están siendo testigos del increíble e inmediato rendimiento que «KAT» ofrece cada noche a su equipo.

En su primera temporada ya pudimos ver cómo irrumpía en la Liga en la temporada 2015-16, con unas medias de 18.3 puntos, 10.5 rebotes, 2 asistencias y 1.7 tapones cada noche que se vestía de corto, cifras que le llevaron a ser Rookie del Año en esta temporada con una clara ventaja sobre los otros novatos de la Liga.

Ya en esta campaña 2016-17, tras 31 partidos jugados los números de Towns no han hecho más que mejorar. Por el momento promedia 22.2 puntos, 11.3 rebotes, 2.5 asistencias y 1.3 tapones por encuentro, y parece que no estamos viendo ni de lejos su mejor versión ya que viéndole jugar nos damos cuenta de que el techo baloncestístico de este jugador aún está por descubrir.

El jugador del futuro

Antes de leer esta parte del artículo, párate a pensar una cosa. Si tuvieras que diseñar un jugador de baloncesto perfecto, ¿cómo sería? Pues bien, mucha gente ha encontrado en Karl-Anthony Towns la respuesta a esta pregunta.

Si le vemos por primera vez, vemos un jugador muy grande (2,13 m. y 112 kg.), lo cual, unido a su fuerza hace que sea un pívot muy dominante en la zona. Lo mejor es que no hemos hecho nada más que empezar, puesto que Towns cuenta con una agilidad impropia de alguien con ese físico. Tiene un juego de pies muy bueno que le permite desenvolverse muy bien dentro de la pintura y finalizar con mucha soltura jugadas que otros postes igual de pesados que él no pueden hacer. Su porcentaje de acierto bajo el aro es bastante bueno, ya que en su carrera NBA mete un 68% de los tiros que hace desde una distancia de entre 0 y 3 pies.

Si nos salimos de la pintura, Towns es uno de los pívots más versátiles que hay. En las dos temporadas que lleva en la Liga anota un sólido 45% de los tiros de media distancia que realiza (3-16 pies), una cifra que no está nada mal para un jugador de su envergadura. Pero lo más sorprendente viene cuando analizamos su juego exterior, ya que, lejos de ser un poste que tiene su hábitat en la zona, el joven jugador de Minnesota sabe moverse también por el perímetro y no se desenvuelve nada mal con el tiro de 3 puntos teniendo en cuenta sus características, anotando un 34% de los lanzamientos triples que intenta.

De todos modos, lo excepcional de Towns no radica en su tiro, puesto que hay varios postes en la liga cada vez más polivalentes y capaces de encestar desde distancias cada vez mayores. El juego está evolucionando hacia una polivalencia mayor de los hombres grandes y está empezando por adaptar el tiro de los mismos a rangos más amplios.

Sin embargo, si hay algo que de verdad sorprende de este jugador es la capacidad que tiene para manejar el balón sin importar su altura ni su peso. La agilidad que posee para moverse en ciertas situaciones como si de un alero se tratara le ha llevado a encabezar varias listas de «Mejores jugadas de la semana» de la NBA. Buena prueba de ello la tenemos en la victoria que se llevó el pívot en el concurso de habilidades en el All Star de Toronto 2016, venciendo en esta especialidad a manejadores del calibre de C.J. McCollum o el mismísimo Isaiah Thomas, al que ganó en una final tan emocionante como inesperada.

Karl-Anthony Towns, ¿debe jugar de 5 o de 4?

Viéndole jugar, observamos que exhibe una serie de características que muy rara vez hemos visto: un center que sabe botar, driblar, penetrar, encestar desde cualquier parte de la cancha, jugar al poste… Es para muchos el prototipo del jugador perfecto.

Pero hay quien dice que cuando juega en la posición de poste puro, debajo del aro, está siendo desaprovechado debido a su versatilidad en todas las zonas de la pista. Su tamaño le permite atacar al poste a los mejores pívots de la Liga con bastantes garantías, pero también es capaz de sacarles fuera de la zona para jugar con el tiro de media-larga distancia y con penetraciones que estos pesados jugadores verían muy difíciles de defender.

En defensa también ha mostrado capacidad para lidiar con jugadores tan físicos como DeAndre Jordan al que, pese a la derrota de Minnesota el pasado 12 de Noviembre contra los Clippers, venció en su duelo particular con 24 puntos, frente a los 18 del poderoso pívot del equipo angelino.

Esta polivalencia que viene mostrando desde su debut en la Liga hace que muchos nos preguntemos si no sería buena idea para los de Thibodeau adquirir un center potente y dejar a Karl-Anthony Towns más movilidad para que despliegue todo su potencial tanto de tiro como de habilidad, ya que, además, es superior jugando al poste a la mayoría de los Ala-pívots de la NBA, lo cual traería una ventaja más a los Wolves.


Aún es muy pronto para determinar si Karl-Anthony Towns hará historia en la NBA o estamos ante un espejismo, ya que solo tiene 21 años. Lo que está claro es que está dando mucho que hablar y que, si mantiene este nivel de juego, estamos ante un nuevo prototipo de jugador, una máquina baloncestística cada vez más difícil de parar. Quién sabe a dónde podría llegar este jugador a lo largo de su carrera si su equipo consigue ponerse las pilas y acompañarle. De momento sabemos que tiene las cartas, veremos si sabe jugarlas para convertirse en leyenda.