A Miami Heat le sienta bien volver a casa
Houston Rockets 103 - 109 Miami Heat
Miami Heat volvía al American Airlines Arena, su casa, después de una gira de seis partidos que no había ido precisamente bien en cuanto a resultados (1-5) y recibía a uno de los rivales más temibles de la liga, los Houston Rockets. Aun así, los locales supieron imponerse al ritmo de la defensa y de un enorme Goran Dragic. James Harden hizo su «habitual» partido y demostró porqué es candidato al MVP, pero incluso así los Rockets no pudieron sumar una nueva victoria en la lucha por asaltar el segundo puesto del Oeste. El conjunto de Florida cortó además una racha de cuatro derrotas seguidas, volver a casa les sentó de maravilla.
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— Miami HEAT (@MiamiHEAT) 18 de enero de 2017
Miami empezó intentando minimizar su casi nulo talento ofensivo a base de cargar mucho la zona con la presencia de Whiteside, además de evitar a toda costa los triples de los Rockets. Los de Houston no estaban demasiado cómodos en ataque y en defensa Capela apenas podía para al gigante de los Heat, con lo que el partido empezó más igualado de lo que los respectivos récords podrían hacer prever. Solo la dupla Harden-Ariza estuvo a buen nivel y eso les valió para coger distancias al final del primer cuarto, 32-27. Si el primer periodo fue igualado, más lo fue el segundo. Tanto que el marcador al final de la primera mitad mostraba empate a 53; nadie conseguía imponer su ritmo en el partido.
En la reanudación, James Harden intentó de nuevo marcar el ritmo del partido; un caos y velocidad que gusta a los Rockets y perjudica sobremanera a los Heat. Aun así, coach Spo supo pedir los tiempos muertos en el momento oportuno y serenar a los suyos, con lo que pudieron mantener la igualdad y terminar empatados también el tercer cuarto a 79. Esa igualdad se mantuvo, como no, también durante el periodo definitivo, pero Miami Heat consiguió un par de pequeños parciales que les dieron una ventaja de entre cinco y diez puntos.
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— Houston Rockets (@HoustonRockets) 18 de enero de 2017
DE-FENSE!
Este ha sido el lema del conjunto entrenador por Erik Spoelstra durante toda la temporada, y ayer se volvió a notar. Para suplir el poco talento ofensivo, Miami Heat tira de una defensa muy agresiva y que roba muchos balones (11 ayer) para salir rápido y correr. 103 puntos encajados no son una maravilla, pero contra un rival que promedia 115 por noche, no está nada mal.
En el encuentro de anoche sabían que los Rockets contaban con una arma mortífera, pero un jugador no puede ganar solo, y en esa filosofía se centraron. Harden hizo lo que quiso, pero nadie más pudo salir a ayudarle por la asfixiante defensa de los locales, con los que unos grandes números de Harden terminaron en una derrota para Houston, algo poco habitual esta temporada.