Marcus Smart, siempre en mi equipo

Su esfuerzo marca el camino de los Boston Celtics

Marcus Smart lidera cada noche a los Celtics con su esfuerzo y energía/FOTO Younggamechanger (CC)
Marcus Smart lidera cada noche a los Celtics con su esfuerzo y energía/FOTO Younggamechanger (CC)

Un robo, un rebote, una asistencia, una carga, un palmeo, un buen bloqueo, un salto hacia el suelo, un salto hacia el techo, un tapón, otro robo… Jugadas poco llamativas, de esas que no salen en los vídeos, vines, o tweets, pero que en todos los equipos son necesarias y que, sin ellas, una victoria solo sería causalidad.

Marcus Smart siempre influye positivamente en los Boston Celtics cuando sale a pista, puede que no meta 30 puntos o reparta 15 asistencias, pero sus jugadas, esas «winning plays» que le llaman sus compañeros, ayudan al equipo a ganar.

Puede que Marcus Smart tenga algún seguidor fiel en el organigrama de la NBA. Un aficionado que, harto de aguantar el boxescorísmo que rige hoy en día, se decidiese en verano a crear un apartado estadístico solo para el base de Tejas, su rinconcito entre tanto número.

Así, la NBA recientemente añadió a su colección estadística un nuevo apartado: las «Hustle Stats«. Un campo que podríamos traducir como las «Estadísticas del Esfuerzo/Empuje/Actividad«. Marcus Smart sonreía desde su casa.

El #36 copa lo alto de la mayoría de estos registros. Lidera a los Celtics en balones sueltos recuperados, en pases cortados, en triples contestados, y es el exterior que más tiros totales defiende.

Pero no solo de esfuerzo vive un base. Marcus Smart también se ha convertido en un verdadero organizador (puede que el mejor del equipo), asumiendo un rol desierto tras la marcha de Evan Turner y proporcionando aire a un ataque demasiado centralizado en Thomas.

Sus compañeros saben lo necesario que es para el equipo, por algo es uno de los líderes del vestuario. Smart tiene un impacto en el equipo tan grande que, su sola presencia, hace que todos, por ejemplo, bajen el culo y defiendan. Contagia su energía, demasiada para mantenerla dentro de sus 193 cm, da vuelta a marcadores, presiona a sus camaradas e intenta, con buenos resultados, meterse en la cabeza de sus rivales, derrumbarlos anímicamente. El veneno de la Cobra.

Marcus no brilla, no le hace falta. Su trabajo es el de construir la base para que sus compañeros hagan lo bonito. Duro como el cemento armado, Smart se centra en destruir el «momentum» del rival, y de hacer que el resto del equipo espabile. Su nivel de aportación es tan grande que no necesita puntos para sumar.

«Lo que hace da energía a todo el equipo. Una vez que se pone en marcha te hace querer ir mucho más fuerte,» decía Thomas tras la victoria ante los Trail Blazers. «Pone su cuerpo y su vida en la línea a veces. Va pasando entre gente y no le importa lo que pase. Es un monstruo, tío. Necesitamos eso de él todas y cada una de las noches, y conseguimos algo de eso hoy».

Un rebote, un robo o un tapón de Smart, y todos sus compañeros notan esa energía natural y salvaje que desprende el tejano. Se dejan llevar por ella, se empapan de ese combustible y consiguen levantar los partidos.

«Hace cosas que no salen en el boxscore,» decía Thomas. «Cuando quieres ser un equipo campeón, necesitas tener a jugadores así en el equipo. Cogió un par de rebotes ofensivos, defensivos, robo balones- hace de todo, tío. Es realmente importante para el equipo, y hace jugadas muy importantes para ganar«.

El factor X de estos Celtics, ese jugador al que su propio compañero, Isaiah Thomas, ha llegado a comparar con Draymond Green (el jugador más importante de los Warriors para el que escribe). Explicando que las cosas que hacen no se pueden enseñar, diciendo, en definitiva, que es un jugador especial.

«Esas jugadas que hago matan al otro equipo y hacen que agachen la cabezadecía Smart. «Trato de asegurarme de que todo el mundo esté atento, con ganas, y de que podemos juntar, respondiendo haciendo un buen trabajo«.

«lMis compañeros me dicen todos los días: ‘las cosas que haces sin tener que anotar son increíblesEsas cosas ganan partidos para nosotros todas las noches. Nunca cambies, sigue haciéndolo.«

Marcus Smart es el jugador más orgulloso del equipo, no me cabe duda alguna. No estoy hablando de prepotencia o complejo de estrella, obviamente. Pero cuando un equipo hace un buen papel y tú, jugador que vive de la defensa y el esfuerzo, te identificas tanto con él, sientes como si se te derrumbase el mundo cuando te encuentras que, tras pocos meses, esa identidad ha desaparecido.

Es normal que ahora se defina como el líder de la resistencia, como cabeza de ese movimiento que quiere restaurar la reputación de los Celtics de antaño.

«Es un orgullo tremendo jugar en los Celtics, porque este equipo y esta familia son conocidos por ser duros, mucho antes de que llegase yodijo Smart. «Me gustaba cuando los equipos no querían jugar contra nosotros, y ahora, con dos jugadores como Bradley y Crowder fuera, alguien tiene que traer esa dureza y esfuerzo, y yo trato de ser ese hombre

Querido Marcus: sigue robando, reboteando, dando asistencias, haciendo cargas, palmenado, bloquendo, saltando hacia el suelo, saltando hacia el techo, taponando… por favor, nunca dejes de hacerlo, pero, siempre en mi equipo.