Doug McDermott, el último gran fracaso de Chicago Bulls

su traspaso supone un vacío de activos tremendos

Doug McDermott
Doug McDermott es la prueba viva del mal hacer de la directiva de Chicago Bulls. Matt Sisneros

Doug McDermott, Taj Gibson y una 2ª ronda fueron traspasados en la pasada fecha límite por Cameron Payne, un par de contratos expiring y una excepción salarial. Si el valor de retorno ya fue malo desde el momento en el que se conoció el movimiento, provocando en los aficionados reacciones similares a la de múltiples retortijones, el resultado es todavía peor cuando nos damos cuenta de cómo de fuerte llegó Chicago a apostar por Doug McDermott, pero no avancemos acontecimientos.

Desde luego, Taj Gibson también merece unas palabras en este aspecto, un hombre que, tras las salidas de Joakim Noah y Derrick Rose, era la representación pura del corazón de Chicago; alguien que siempre lo daba todo por el colectivo, dejando lo individual siempre en un segundo plano. Lógicamente, el ser expiring y encontrarse en la treintena es algo que resta valor, pero hay que tener en cuenta que es uno de los ala-pívots más sólidos en ambos lados de la cancha que podemos encontrar en la liga, un jugador que merecía un respeto mayor que el mostrado por esta transacción.

Las transacciones por Doug McDermott

Personalmente, durante esta temporada había transmitido mis preocupaciones por el desarrollo de Doug McDermott, un jugador con el que siempre había tenido buenas vibraciones. Sin embargo, era cada vez más obvio que defensivamente iba a ser siempre mediocre en el mejor de los casos; su capacidad para crear, tanto para sí mismo como para sus compañeros, sigue siendo totalmente nula, consecuencia de su básico manejo de balón, y por último y posiblemente más importante, su capacidad para encontrar sus tiros está muy por debajo de lo que se esperaba de «Kyle Korver 2.0». Obviamente, de vez en cuando tenías esas explosiones anotadores a causa de su puro talento para anotar, pero es algo que en tres años no ha conseguido hacer de forma consistente.

Por estos motivos, no me hubiera importado el traspaso de Doug McDermott si las piezas conseguidas por él hubieran hecho justicia a lo que Chicago pagó por la estrella de la universidad de Creighton en su momento. ¿Y qué fue lo que pagó? Vamos a repasar la línea temporal de la llegada de Doug McDermott y la salida del mismo:

  • En el año 2010, Chicago Bulls envió a Tyrus Thomas a Charlotte Hornets (Bobcats en aquel entonces), a cambio recibió a Ronald Murray, Acie Law, y un pick de primera ronda protegido para las primeras 14 elecciones en 2012, las primeras 12 elecciones en 2013, y las primeras 10 en 2014, momento en que dicho pick se hizo efectivo para Chicago y que fue utilizado en el traspaso por McDermott. Ronald Murray jugó 29 partidos en Chicago y no volvió a pisar una cancha NBA. Acie Law jugó 12 partidos y abandonó la disciplina ese mismo verano.
  • En 2014, los Chicago Bulls traspasaron su pick 16, Jusuf Nurkic, y su pick 19, Gary Harris, para hacerse con el pick 11 de los Denver Nuggets, con el que acabarían escogiendo a Doug McDermott. Tanto Nurkic como Harris eran 3 años menores que McDermott, y tenían un techo claramente más alto que el de un senior como era el alero, a pesar de su éxito universitario. Esta temporada, la 2016/17, Gary Harris está promediando 14.2 puntos, 3.1 rebotes y 2.5 asistencias, con porcentajes de 48/42/75 en tiros de campo, triples y tiros libres. Jusuf Nurkic, desde su llegada a Portland como center titular, promedia 14 puntos, 8.6 rebotes, 3.8 asistencias y 1.8 robos/tapones por encuentro, con porcentajes de 58 y 73 en tiros de campo y tiros libres. Doug McDermott promedia 10 puntos, 3 rebotes y 1 asistencia, con porcentajes de 43/36/88, y en sus 5 partidos en Oklahoma estos números son incluso peores.
  • En febrero de 2016, Doug McDermott es traspasado junto a Taj Gibson y una 2ª ronda del Draft por Cameron Payne, Joffrey Lauvergne, Anthony Morrow y una excepción salarial.

La historia, realmente, se cuenta sola. Los Chicago Bulls sobrepagaron de forma increíble por un jugador al cual juzgaron erróneamente y por el cual sacaron un valor de retorno absurdo, apostando fuerte nuevamente por otro jugador (Cameron Payne) que potencialmente hayan juzgado de la misma forma que con McDermott en su momento.

Un terrible negocio

El tan llamativo «más jóvenes y atléticos» habría sido mucho más sencillo de completar si la directiva no se dedicara a tirar más por gusto que por lógica. Doug McDermott fue un gran jugador universitario, pero había dudas sobre cómo podría trasladar su estilo de juego a la NBA, y esas dudas se conviertieron en una inevitable realidad. Es comprensible que se buscara un refuerzo inmediato cuando en aquel momento la franquicia buscaba competir, sin embargo, hay que tener en cuenta que durante aquella primera temporada Doug McDermott fue de todo menos relevante en Chicago, y digo de todo porque sus testimoniales actuaciones acabaron siempre por dejar alguna perla de su nefasta defensa, tanto colectiva como individual.

A pesar de que desde los despachos se afirmara que la decisión de ir a por Doug McDermott fue impulsada por el cuerpo técnico, esto no es motivo para exculpar a la directiva de un nuevo increíble fracaso. Además, tampoco es que den motivos para confiar en su palabra, pues las demostraciones de inseguridad y contradicciones constantes entre unos miembros y otros (especialmente John Paxson contra Gar Forman, y estos a su vez contra los propietarios), provocan una gestión errónea y llena de inseguridades que se hace visible paso a paso.