Final de infarto para el Baskonia que cosechó una victoria importantísima 79-78, frente a unos de los gallos de la competición y deja casi el playoff sentenciado. El Baskonia salió decidido a por la victoria, y al final la consiguió pese al susto de Teodosic en los últimos instantes que se echó el equipo a la espalda. Pero no era fácil enfrente estaba el todo poderoso CSKA de Moscú que en ningún momento vino a pasar el trámite a Vitoria. Alineaciones de gala en ambas equipos hicieron que los asistentes pudiéramos ver un partido entre dos aspirantes a todo. La defensa y la velocidad del Baskonia eran su arma, mientras que la calidad del CSKA hacía que todo fuera muy igualado.
Los hombres de Sito buscaron la zona y las penetraciones, para contrarrestar la fuerte defensa que sufría Shane Larkin en el perímetro que era atosigado tanto por Nando de Colo como por Milos Teodosic. Las alarmas saltaban al comienzo del segundo cuarto, cuando el CSKA, salió en tromba y endosaba un parcial de 0-8. Sito Alonso paraba el partido, y pedía mas defensa a los suyos, sacrificando a jugadores como Toko Shengelia, miraba al aro durante la primera parte, empleándose en defensa lo que le hacía cerrando la zona en compañía de Adam Hanga que colocaba tapones a todo aquel que osaba medirse en velocidad con el. Pese a dominar tanto en asistencias como el rebote el equipo local no conseguía despegarse en el marcador y la anotación al descanso se hacía muy corta para ambos equipos 34-33 a favor del Baskonia.
Final de infarto
El acierto desde la línea de tres era la clave del partido, estando el Baskonia muy desacertado, por el contrario del CSKA que era lo que le mantenía vivo en el partido, e impedía irse a los locales en el marcador pese a ser superiores. Pero otra vez Kim Tillie acompañado de Jaka Blazic daba alas al Baskonia. El CSKA iba claramente a arreones, y empezaba a depender mucho de la aportación de Teodosic y de su inseparable socio De Colo nuevamente. La segunda unidad del Baskonia ganaba el combate a los puntos, y luchaban con gran garra, manteniendo al equipo por delante siempre a esa incómoda ventaja, no alejándose casi nunca de los cinco puntos. Teodosic ponía al CSKA por delante a falta de 50 segundos, pero Shane Larkin volteaba el encuentro a falta de 30 segundos. En la última jugada la clave tras penetración a canasta el Baskonia consiguió frenar el ataque ruso, para recuperar el balón y hacerlo correr para terminar la posesión, no consiguiendo llegar los visitantes a cometer una falta, lo que daba la victoria al Baskonia.
